Te mirarán desde todas las esquinas. Las de sus casas, donde guardan la memoria de la vida que allí levantaron, y desde la esquina retorcida del tiempo al que se han sobrepuesto. Te mirarán con la firme convicción de que en Mogarraz el terco culto a la personalidad de quienes levantaron sobre el granito, el castaño y el adobe la intimidad de sus existencias, se ha amotinado contra el despoblamiento que amenaza a tantos y tantos otros pueblos. Mogarraz tiene un ejército de ánimas alegres que miran sin recelo a los viajeros y con agradecida complicidad a quienes mantienen encendida la lumbre de sus cocinas y abren cada mañana a la luz las ventanas desde donde miraron el mundo, desde donde milagrosamente siguen mirándolo.