
Ayer terminó la décima edición de"
Viñetas desde el Atlántico", en la cual este año no pude zambullirme tanto como en otros, debido a que me fué imposible disponer de vacaciones, ya que el final de la película está a la vuelta de la esquina.
Aún así saque tiempo para atender unas cuantas tardes el stand de Polaqia, firmar ejemplares, volver a ver y disfrutar de alguna que otra sobremesa con amigos que hacía tiempo que no veía, hablar de futuros proyectos y fijar algún que otro interesante proyectillo que en breve, apenas un par de meses, verá la luz.
Tambien hubo tiempo para las anécdotas, como la maravillosa cena que tubo lugar el jueves por la noche en la terraza de mi casa, en compañía de amigos como Juanjo el Rápido, mi amada Sara, la gente de Astiberri y, entre otras personas fabulosas,
Jeff Smith y su mujer, que quedaron gratamente alucinados con un inventillo ourensano llamado
licor café -de todo ello, en cuanto me sea posible, dejaré documentación gráfica o links a ella por estos lares-.
También aprovecho para agradecerle a
Oscar que, contra viento y marea, consiguiera que
Tatsumi me dedicara mi ejemplar de "
Infierno", ya que a mi me fué imposible acercarme a las firmas o a las charlas.
El final de la semana vino acompañado de tristezas debido a terribles noticias de finales definitivos y vidas cercenadas a quien le queda mucho por vivir, por lo cual no pude estar al 100% en el resto de quehaceres que tenia previstos en la agenda, y hoy toca hacer honor al título de este blog y lanzarse de nuevo a la rutina, pues mal que pese la maquinaria no se detiene.
Besos para todas las personas fabulosas que he conocido o reencontrado estes dias, besos para los que no he podido ver y besos para los que ya no veré jamás.
Disfrutad de la vida, dejad huella de vuestro paso. Buen comienzo de semana pese a todo.