Esta semana santa no pudimos ir mucho de pesca ni yo ni Manu
ya que estos pocos días libres que hay al año los aprovechamos para estar con
nuestra familia y tuvimos la visita de nuestro gran amigo de toda la vida el
Astu, que vino con su novia Elena y unos
amigos.
El Sábado después de una buena comida todos juntos
acompañada de buen vino y licor café yo y Manu decidimos dar unos lances;
estuvimos poco tiempo, menos de dos
horas y al final conseguí sacar una loba de poco más de kilo cuatrocientos, una
captura modesta pero que en el horno a la sal es una buena manera de rematar el
día y sumar otros buenos momentos de pesca y buena compañía.
Tony