04 noviembre 2012

Ya sabes que hay un rinconcito de mis miedos
que te tiende una alfombra de estrellas hasta mí.
Pero vete pensando que su brillo cada día es menos fuerte.

Te has colado dos noches seguidas en mi cama
y seguro que eso te pinta un aire de triunfo en la cara.
Suerte que ya no tenga que ver tu pasmosa sombra.

No sonrías tanto,payaso.
Que aún estás perdiendo.

22 octubre 2012

Para cuando te preguntes el porqué de tanto vacío
puedo regalarte un sinfín de respuestas mías.
Precisas. Bien marchitas ya y con ejes de valor a lo lejos.
No entenderás que ya no haya brillo en tus confesiones
que no tengas a quién regalarle las esquinas de tus notas
y tu aire.

Pero mirar y seguir hacia un camino es lo nuestro.
Siempre lo ha sido.
Con capucha o no, nos hemos lanzado.
Nos hemos expuesto al frío y al jodido recuerdo.
Yo más que tú.
No por reproche, sino por naturaleza.

Para cuando quieras asustarte, de nuevo, a ti mismo,
encontrarás que ya estaré en la lejanía de la indiferencia.
En un montón más de cosas que has sabido mover con tus manos.
En un conjunto de jadeos eternos y lluvias.
Y no en tu página.
Y no en la mía.

Tengo que creerme,
hoy
que todos los anaqueles, la poesía, las pinturas y las notas
las inventé yo para que te quedaras conmigo.
Y fueras como yo.


31 agosto 2012

No va a servirme de nada.
Y mira que he rehilado motivos.
Dentro de tantos años como miradas
podré recordar aquellos inicios de puntillas.

No va a servirme de mucho
si te sigo escribiendo a escondidas.
Sólo porque tú eres el único
capaz de entendernos.

Vamos a tener que sobornar al tiempo.
Decirle que nos traiga canas y olvidos.
( y yo que quería haber sido
la perpetua que te recordara
todas nuestras fechas importantes)

Tal vez pueda acabar imitando tu sonrisa.
Vestirme de una herencia fácil.
No creas, que lo que pensado.
Soy demasiado.
Fuego y hielo.
Sube y bajo.

Mi olvido es más fácil.

13 junio 2012

Olvidarte es un asunto complicado.
No complicado como hacer un sudoku
a las cuatro de la mañana
con una borrachera eterna.
No.
No difícil como atar una soga a un elefante marino.
No.
Ni como adivinar la contraseña de cada uno
de tus corazones.

Es complicado.
Como tú.
Como seguir respirando mientras me aprietas dentro.
Mientras me recuerdas que aún existes.
Y, joder, respiras.
Para mí.


http://www.youtube.com/watch?v=CvFH_6DNRCY.


20 abril 2012

Algo debe de poder hacerse
con tanta ausencia.
Puedo pintar de negro las cuencas de tus ojos
y hacer cruces de muertos
en nuestras huellas de mapas.

Algo debe de quedar entre los dos
que ayude a este hilo inexistente
a desaparecer o a ser creado de veras.

11 abril 2012

Ver el mundo a través de mí,
decías.
Todo empezó un día
que te acercaste y confesaste
que no me pintabas de juego,
que la poesía nos haría llaves
y que arrancaríamos las espinas
de nombres y cargas.

A partir de entonces
caminé sobre nieve atrevida
mientras en mi alma
trenzaba tú e incertidumbres.

Tracé demasiados momentos.
Te protegí con todas las pieles que merecías.

Pero de pronto llegó el frío
de tener que escribirte
para tenerte.

Y llegó la claridad,
tan fácil.

Nada y yo.

01 abril 2012

Lo que traigo esta noche a la espalda no puedo cedérselo a nadie.
Hasta a mí me cuesta explicar lo mal que se me ha dado medirme.
Mi entrega merece todo, no mitades ni ausencias.
Y eso debería bastarme esta madrugada para dormir.
Pero no lo consigo.
En unos días, me mecerán el destino. Me delimitarán días. Le pondrán a mis ojos horas.
O no.
Quiero quitarme esta noche el traje pesado de la insuficiencia.
He de vestirme con el ropaje del orgullo y la pasión.
Aunque me haya quedado con las manos vacías.
No importa.
Es frío previsto y esperado.

Sólo que hoy no puedo entender que mires desde el miedo a tu alma gemela.
Le ruegues vida.
Y te la niegue.

15 marzo 2012

Entre tú y yo hay un rumor seco.
De los que caen como gotas desusadas
entre los huesos que ya no son nuestros.

Me detengo a escucharte.
Suenas como ecos de infancia raída e inquieta
y mi dentro de hace agua

A veces gris.
A veces tierra.

Te silbo, remota, al oído.

Viajo por pentagramas tendidos y adustos.
Pero alcanzo el rumor leve de lo posible.
Y lo difícil matiza
seduce
mata.
Supina y tuya.

Lapidando entre mi esencia tus palabras.

Con índole de cansancio incompleto.

Con angosto anhelo de costuras y besos.

Cosida a la penumbra que tú sólo conoces.

14 marzo 2012


Túmbame.
De lado.
Tengo el perfil dispuesto.
Tatúame tus manos.
Quédate.
No me rompas de un portazo seco.
No desquicies mi amor.
No me sustituyas.
No te dejes vencer por el miedo.
Haz que sea bastante.
Enfréntame a tu otro yo.
Encuéntrame en tu sombra.

10 marzo 2012

Cuando mis ojos son ya
la extensión de la sombra
tal vez deba plantearme
sacudir la conciencia.

05 marzo 2012


Dibujarte
con mis dedos darte forma.
Ablandar tu risa
y subirte a mi aire.
Crearte en mí
y ahora.
Poseerte.
Sin remedio.

01 marzo 2012


Olvidarse de los ruidos es muy fácil, a veces. Cuando me miras como a lo nuevo y te descubro como a un niño ignorado.

Tenderse de un mañana sin agujas de reloj, creer que soy la única incluso en otros brazos.

No en mi cama, no en mi lunes.

Estoy en tus huecos de excusas. En la música. En los retrasos razonables.

Subo y bajo.

Esta tarde, en mi cama, me mirabas desde tu infancia. Me he sentido inmensa cuando te has hecho inmenso dentro de mí.

Me he olvidado en ti.

Después has recogido tu amor. Te lo has llevado contigo. Me he pegado a su sombra, para seguir oliéndote. Para seguirte como en un bolsillo, agazapada y medrosa.

Cruzando los dedos. Para no sentir frío.

20 febrero 2012


Je suis toute seule.
Mais mon cœur n'est pas libre.
Parfois
je me sens seule dans le monde.
Immense.
Baisée.

19 febrero 2012


Desde que era podía recordar, Selena no había sido capaz de ver en otros colores que no fueran en rojo y el azul. Por eso, cuando la gente le preguntaba sus opiniones ante alguna combinación de ropa o sobre un cuadro ella respondía a su manera. Era la única condición a la que estaba acostumbrada.

Sus respuestas no siempre eran bien acogidas. Pero no tenían término medio. O lograba crear un ligero fulgor de maravilla en los ojos ajenos o éstos se nublaban y adquirían un matiz de desavenencia que a Selena le resultaba de lo más divertido. Al menos al principio.

Una vez uno de sus profesores le preguntó sobre el retrato literario de uno de los personajes de la novela que había de leer, ella contestó firmemente, que era como el recuerdo del primer pensamiento de amor de un moribundo abandonado.

Aquel año obtuvo un sobresaliente.

En otra ocasión, un amante le preguntó qué le parecía el anillo que le había regalado. Ella respondió que era como viajar a la playa con las ventanillas del coche abiertas. Cinco segundos después, aquel compañero advenedizo, le pidió que le devolviese el anillo y se despidió de ella con la excusa de ser incapaz de comprenderla.

Aquella fue la primera piedra que hubo de sortear por poseer esa particular visión. Después vinieron muchas más. Hasta que no tuvo más remedio que someterse a una frustración e incomprensión constante. Así que se creó en su alma un vacío oscuro y necio de ésos que mantienen tu vida en una persistente y fatigosa espera.

Lo peor de todo fue que, a medida que su malestar iba creciendo, los colores en los que percibía en mundo, se iban tornando cada vez más oscuros. Y aquello hacía que su mirada fuera mucho más insondable e inquisitiva que la de cualquier otra persona.

Un día, después de hacer el enésimo repaso de las formas y personas que había perdido durante su vida, se desnudó frente al espejo.

Observó su pelo, largo y rizado. Rojo intenso. Su piel era rojiza, suave y brillante. Sus ojos azules y profundos. Sus labios, purpúreos.

Se mantuvo allí, de pie y desnuda lo que ella habría juzgado que dura el presentimiento de paz de un condenado a muerte. Y cayó en la cuenta del lugar idóneo para ella.

Debía ser azul.

Debía ser profundo.

Debía tener rojos de coral.

Y debía ser inmenso.

Por eso se fue hacia la costa. Mantuvo sus pies mojados y húmedos el tiempo suficiente para que sus extremidades adquirieran escamas. Y encontró camaradas análogas a ella que, viendo el mar y sus honduras de otros colores, le regalaban las descripciones de imágenes en las que ella estaba adiestrada.

Con el tiempo, una de aquellas sirenas amigas, le preguntó por el gesto de su mirada.

Ella respondió que ni sabía ni quería hacerlo de otra manera.

Sonrió y dijo:

- Es como cuando invitas a alguien a adentrarse en ti, para que te vea como lo haces tú.

Azul.

Roja.

Intensa.

17 febrero 2012


Tienes razón.
Es hora de avivar las llamas
o apagarlas para siempre.
Como si mis manos fueran dueñas de mí.

No voy a poder decidirte
ni cansarte
porque me he hecho un hilo tuyo
y me muevo con el aire.

Ahora,
dices.

Ahora tal vez haya que decidir
dónde quedarnos.
Dónde echarnos a ganar o perder.
O desde dónde mirarnos.

La lejanía siempre ha tenido
cristales vacíos y sucios.
La ausencia sigue preñada
de columpios y días.

Esto es inmortal, compañero.

Mi viajero estático
siempre ha perseguido la luz
el centelleo y la sombra.

Condenarnos.
O no.
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13 febrero 2012

Pérdida

Asustar al corazón equivale a no encontrarse a uno mismo.
No es perdición. Ni siquiera llega a ser alienación.
Debería inventar una palabra huérfana
que pudiera servir como herramienta perfecta
para sentirme yo y ahora.
Ansiosa por encontrar un puente directo y levadizo a mí misma
tengo que cargar mi espalda con injusticias marcadas.
Tengo una piel primera llena de palabras
de un lenguaje que sólo hablamos los dos.
Si me desvisto de ella no encuentro frío, sino tú.
Aunque a veces lo odie y a ti también.
A estas alturas ya no hay noche que valga ni canción oportuna.
Me planto, absurda y seca.
Y lo único que se me ocurre preguntarte es
a qué me agarro yo.

24 enero 2012


Convencerte de mí y de mis noches me será duro, no creas. Prepararte un para siempre con luz acusará mi dolor inerme, no tengo dudas.

Me doleré cuando te deseche, al fin, hacia un camino menos complicado que el de mi sombra.
Pero sé que he de hacerlo. Como el condenado. Como el aire desgastado ya.

De madrugada me sorprendo haciendo las paces con las voces de mi cabeza y, a veces, tengo que atar su lengua y hacerle un nudo para que no me suelte verdades a la cara.
Acabo en el centro justo de mi infierno invitándote a ese té para dos de mi oscuridad.

Fuera de mi cama y mi piel me es imposible imaginarte. Los cristales se velan y acaban dándome un vaho de ausencias. Y yo, como una imbécil, aún dibujo en ellos. Corazones y despedidas, porque ya he dejado atrás las utópicas sirenas.

Dentro de mí te encuentro fácilmente y me maravillan tus raíces frescas de deseo.
No lo vas a entender. Me vas a acusar de dejarte solo. Me rechazarás, al final, porque será lo más fácil. Y olvidarás todo lo que me he metamorfoseado por ti.

Olvidarás que tú fuiste el primero que me dejó sola. En esa soledad mezquina de las promesas y la nada.
Olvidarás que te he querido como a nadie.

Y estaré inmensamente triste.


18 enero 2012


Lo que se hace por un alma es curioso.

Ella tenía la misma cara que una muñeca
de ésas que te venden
cuando haces la comunión.
Con mirada fija y espíritu inamovible.

Él aceptó a pintarse los ojos una tarde
sólo por sentir aquellos dedos cristalinos
correteando por su cara
y fingirse un futuro de caricias.



12 enero 2012

Sombras alargadas


Lo que tiembla es un dolor de vida
una luz inconsistente que acerca al delirio
del no poder elevarla hasta los ojos.

La sombra es la repuesta de unos días
de caminos angostos y estúpidos
acomodados a la indolencia y la apatía.

Y no hay centelleo suficiente esta vez
para todos los augurios de un cuerpo cansado.

01 enero 2012

Odio que la tristeza deforme mi cara.
Más que el dolor,
me jode esa cara de tonta que me da el espejo.
Más que un deseo de cambio,
lanzo una plegaria.
Para que el nuevo año
me devuelva lo que me quitaron otros.