Por fin conseguimos aquello por lo que tanto habíamos luchado y que se nos mostraba tan esquiva: la VICTORIA. Nervios al principio porque no llegaba la gente y comienzo con cinco jugadores ante un equipo bastante alto no hacía presagiar nada bueno, no obstante plantamos cara y de hecho fuimos nosotros quienes tiramos del carro durante todo el partido si bien con diferencias mínimas de dos y tres puntos. Este intercambio de golpes nos dejó con un punto arriba al comienzo del cuarto definitivo, fue entonces cuando todo se torció, tres ataques nulos por nuestra parte que acabaron en contraataques del rival se ponían seis arriba y nosotros con la moral por los suelos, todo el trabajo bien hecho se venía abajo a tres minutos del final. Fue entonces cuando los gloriosos Defensores dieron un puñetazo en la mesa y sacaron a relucir su provervial garra. Si bien todos y cada uno de nosotros contribuimos, como no podía ser de otra manera al resurgimiento, tres fueron los artífices de este golpe de autoridad: por un lado la muñeca de Catapultae Dux que llevaba una hora de retraso se desperó y enchufó un triple providencial, por otro lado Jose que realizó uno de sus mejores encuentros anotó una canasta ante la oposición rival que nos acercaba aún más a ellos y por fin el gran Peplowski, nuestro pánzer personal que anotó un dos más uno y luego dos tiros libres sin fallo. En apenas tres minutos un diez a cero que ponía los laureles en nuestras peladas coronillas. Sin duda fue la defensa, perfecta en ocasiones, la que nos permitó alcanzar este éxito sin precedentes en un partido en el que no supimos identificar otras actitudes diferentes a las que ya exhibimos en otras ocasiones con muy diferente suerte, esta vez sin embargo la moneda salió cara. Los Defensores habían ganado con sus armas.
Felicitemos a los muchachos de Mep Basket por su buen encuentro y disfrutemos nosotros de este resultado fruto del trabajo y el esfuerzo. Gracias a la afición que vino a vernos a pesar de lo intempestivo de la hora y a los que no pudieron venir precisamente por ese motivo, también a los Defensores ausentes porque esta victoria, seguro que la primera de una larga lista, es de todos nosotros.
Desde la cumbre del éxito... ¡DEFENSORES!