En el vientre de una mujer embarazada se encuentran dos bebés y uno le pregunta al otro:
-¿Tú crees en la vida después del parto?
-Claro que si, algo debe existir después del parto. Tal vez estemos aquí porque debemos prepararnos para lo que seremos más tarde.
-Tonterías, no hay vida después del parto...¿cómo sería esa vida?
-No lo sé, pero, seguramente habrá más luz que aquí, tal vez caminemos con nuestros pies y nos alimentemos por la boca.
-Eso es absurdo, caminar es imposible y...¿comer por la boca? Eso es ridículo, el cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa, la vida después del parto está excluida totalmente. El cordón umbilical es demasiado corto.
-Pues yo creo que debe haber algo y tal vez sea distinto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí.
-Pero, nadie ha vuelto nunca del más allá después del parto. El parto es el final de la vida y a fin de cuentas la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.
-Bueno, yo no sé como será exactamente después del parto pero, seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.
-¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y donde crees que está ella ahora?
-¿Donde? En todo nuestro alrededor, en ella, a través de ella es como vivimos, sin ella todo este mundo no existiría.
-Pues yo no me lo creo. Nunca he visto a mamá, por lo tanto es lógico que no exista.
-Bueno, pero a veces, cuando estamos en silencio puedes oírla cantando o sentir como acaricia nuestro mundo. ¿Sabes? Yo creo que hay una vida real que nos espera y ahora símplemente estamos preparándonos para ella.
Texto: Dr. Carvajal