El artificio de la escritura / The artifice of writing


miércoles, 24 de diciembre de 2025

El cuento de nunca acabar

En su libro El cuento de nunca acabar. Apuntes sobre la narración, el amor y la mentira, Carmen Martín Gaite, que mucho sabía de estas cosas, sugiere que un “cuento contado con verdadera afición, si no mediara la fatiga, no tendría por qué acabar, sería un perenne estado placentero discurriendo hasta la hora de la muerte, única hora ‘de la verdad’ capaz de poner en cuestión y quebrar las infinitas posibilidades de la palabra”.


Se cuenta uno el cuento de su propia vida, su fantasía personal, ese suceder constante—noche y día, sueño y vigilia—del ser en su estar presente. El iluso cuento de hadas, con sus ogros y dragones; la picaresca realista de irónico humor y agridulces aventuras; las mil y una anécdotas de lo fabuloso y lo inverosímil; el romance de atormentados episodios . . . en fin, la entretejida trama del cuento sin fin contado por un yo fascinado con la infinita capacidad de la palabra narradora.


Este cuento de nunca acabar—”estado placentero” lo declara Martín Gaite, la suprema cuentacuentos—que ha de acabar, sin embargo, en esa “única hora” final, cuando se imponga  la verdad y corte—Parca fatal— el hilo ilusorio de la fantasía.

martes, 23 de diciembre de 2025

En el fugaz presente

Hay quienes predican, con la certeza de la auto-otorgada sabiduría, que se ha de vivir en el presente, haciendo caso omiso del pasado y el futuro; es decir, no prestando atención a los recuerdos, gratos e ingratos, absteniéndose de remordimientos e imposibles recuperaciones; y dejando a un lado las angustias e ilusiones de las premoniciones e incertidumbres del mañana.

Vivir el presente, ajenos a quien se ha sido y a quien se pueda ser.

No cabe duda que hay que saber gustar el momento, lo que no es posible si se prescinde de la memoria del ayer y se desdeña el presentimiento del mañana.

Lo primero porque no parece posible captar la riqueza del momento sin referirlo emocionalmente a una experiencia anterior. El recuerdo hace posible la conciencia de sí mismo, lo continuo de la identidad personal: la afirmación del yo presente.

Y lo segundo porque el deseo---motivador imprescindible---apunta también a la continuidad del yo, a su identidad futura, a lo que pueda ser y será en un presente cercano compuesto, en su brevedad del instante,
de la memoria del pasado y el deseo del futuro.

El presente, a lo mejor, ni siquiera existe: es una experiencia pasajera.

lunes, 8 de diciembre de 2025

Para "Insectarium": Un símil: la polilla

Con un breve símil, basado en la icónica imagen de la polilla nocturna que, atraída por la luz, revolotea alrededor de la llama en la que acabará inmolándose, describe el novelista un detalle casi imperceptible de una escena de gran actividad en la que participan varias personas: el efecto de la mirada de la amada en el amante que, atraído por los brillantes ojos que lo miran, actúa como el insecto encandilado que es. “Gabriel—escribe Thomas Hardy en su novela Far from the Madding Crowd–, who flitted and hovered under her bright eyes like a moth. . .”