Despedida de las luminosas calles de la capital eslovena. Tienen una fuente que recuerda a la de la plaza Navona, pues sus caños evocan tres fuentes de vida en Eslovenia (los rios Ljubljana, Krka y Sava). Dejamos atrás cientos de terrazas apetecibles, gente agradable y un dragón que vigila el primer puente de hormigón de Europa.
Cogemos el coche y le damos de comer, más barato que en Austria, que a su vez es más barato que Italia pero todos son más caros que España, a pesar de todas las quejas.
Cogemos el coche y le damos de comer, más barato que en Austria, que a su vez es más barato que Italia pero todos son más caros que España, a pesar de todas las quejas.
Parada en las cueva de Postojna. Recorrido de 5km en un trenecito y otros mil metros andando, 8 grados en su interior. Cometemos falta sacando fotos, burlando a un guardian albino e invidente, el proteus: pez con forma de lagartija que respira por branquias y que habita más de cien años en las grietas húmedas de estas cuevas, no tiene ojos, se le atrofian en la oscuridad, ¡así que sigo con los míos bien abiertos para que esto no suceda!
La siguiente parada es el Castillo de Predjama, construido a la entrada del segundo sistema de grutas más grande de Eslovenia. Tras un largo asedio (al que resistía su población entrando y saliendo por las grutas secretas) no habría sucumbido si no hubiera sido por un traidor que señaló el lugar donde su señor liberaba sus intestinos, esta vez un aluvión de piedras de cañón cayó sobre él..
Esto es Piran, su visita ha de durar menos de una hora, so pena de que tengas que empeñar un riñón para pagar el parking. Está en una minipenínsula y tiene un castillo en lo más alto. Palacios venecianos. Nos despedimos del Sol tarareando la melodía como si estuvíeramos en el Café del Mar pero esto es mucho más bonito. Cerca está la ciudad de Koper, que nos obsequió con dos cervezas, rico plato de pasta, pizza y ensalada por trece euros (lo que tres botellas de agua austriacas!).
Cogemos el bravo Fiat y enfilamos a su tierra natal, Trieste nos espera.