Casi les están dando tanta publicidad como si por aquí ocurrieran, y desde mucho antes. Desde el final de la primavera con la elección de los candidatos en las primarias. Abren los telediarios y copan las páginas de los periódicos. Me refiero a las elecciones americanas, que en este mundo globalizado pueden influir tanto en un pueblo de la sierra gaditana como el vencedor de la contienda entre la gaviota y la rosa.
Estoy dispuesto a inscribirme en la oficina del censo (porque allí si no te inscribes no puedes votar) e incluso me ofrezco a contar las papeletas del voto, no sea que por contar mal unos pocos cientos de papeles en un estado de pensionistas adinerados nos volvamos a meter en otra guerra y nos olvidemos del calentamiento global.
Como van a influir en mi, yo reclamo mi derecho a votar, más bien a botarlos. Ya sabemos que la democracia, el gobierno de todos (listos y tontos, manipulables y cabezones, pobres y ricos, estultos y cultivados), es el menos malo de los gobiernos posibles, pero a veces, más que elegir a un candidato yo preferiría que mi voto fuera negativo, que restara un par de votos a ese aspirante que me revuelve.
Quizá esto no sean pequeñas cosas ni tiene que ver mucho con el triatlón, pero influyen en mi mundo. Pasado mañana tengo que llenar el depósito para salir hacia Grazalema y me ha subido la hipoteca, con su subida en un año tendría para un Powertap. Así que me quedaré sin saber los watios que muevo al entrenar. Además puede volver a cambiar la cotización del dolar, con lo que eso supone para todo el material importado y las compras por internet. También me he acordado de Ramón, maratoniano y triatleta global, y de todos mis conocidos que lo están pasando un poco peor que el año pasado por el gobierno de unos pocos en los que no tenemos capacidad de elección.
Pues nada, a botar!
(Del germ. bōtan, golpear). como verbo transitivo: Arrojar, tirar, echar fuera a alguien o algo. como intransitivo: dicho de una persona, saltar desde el suelo. Las dos acepciones son divertidas..