Érase una vez, en un claro de un bosque muy oscuro y a eso de las seis de la mañana. Blancanieves estaba barriendo la entrada a la casita de los enanos que hacía más de una hora habían salido para trabajar en la mina; cuando, de pronto, se movieron las ramas más bajas de los árboles cercanos. Como fantasmas, aparecieron tres personajes ataviados con ropajes reales y montados en camellos. Blanca se llevó su mano a la boca, intentando reprimir un grito de terror.
—No temas, niña— dijo uno de ellos —Sólo buscamos ayuda.
—Los señores … son…?— interrogó ella
—Mi nombre es Melpar— dijo uno de ellos, de larguísima barba blanca —A mi derecha está mi colega Galchor; y el de mi izquierda es Basaltar…
—¡¡Y se cayó!!— dijo el mencionado Galchor.
Él y Melpar comenzaron a reírse de manera estruendosa.
—Siempre la misma joda pelotuda— dijo Basaltar, de tez azabache y ojos saltones.
—¿Y porqué montados en camellos?— preguntó Blancanieves.
—Porque venimos de Oriente, siguiendo aquella estrella…— dijo Melpar
—¿Cuál, aquella que se mueve allá?— dijo la joven, señalando el cielo, hacia el norte donde se veía una luz moviéndose velozmente, en la claridad creciente del amanecer.
—Si— contestaron los tres reyes al unísono.
—Ese es el vuelo de Air France que va de Tel-Aviv a Frankfurt, y pasa todos los días más o menos a esta hora.
—¡¡Te dije!!— gritó Galchor
—Pero, hay que ser pazguato…— acotó Basaltar
— Bueeeno… — se disculpó, empequeñecido, Melpar —debo haber confundido las luces cuando se cruzaron en el cielo del Líbano…
—¡Me parecía que se movía muy rápido!— volvió a la carga Galchor —¡Casi se nos mueren los camellos!¡Mirá, la lengua afuera tienen!
—Ya decía yo que el paisaje no era muy desértico…— pareció descubrir Basaltar
—¿Y ahora?— preguntó Galchor
—Se los ve cansados, y a los camellos también— dijo Blancanieves —Déjenlos que abreven a la orilla del arroyo; y pasen a la casa que les serviré algo para reponer fuerzas. La casa no es mía. Yo también soy invitada aquí, pero mis amigos no harán problemas.
Cinco horas después, se abrió la puerta de la casa. El primero en salir fue Melpar, con los ojos abiertos de asombro y un gesto de incredulidad en la cara. Estaba vestido sólo con un calzoncillo tipo boxer, rojo con dibujos de ositos Winnie Pooh. Calzaba sus botas de cuero de antílope con los cordones desabrochados, y llevaba puesta una sola media de color verde. Arrastraba displicentemente su capa carmesí con bordes de armiño; tenía su estola atada a modo de vincha y su corona de oro colgaba en un brazo, como si fuese un casco de moto. Unos segundos después apareció Galchor, apenas cubierto con su capa de color azul marino, abierta, descalzo y restregándose las asentaderas, con una mueca de dolor en su rostro. De los tres, el más compuesto al salir fue el negro Basaltar que, al menos, tenía puestos sus pantalones y su camisa; aunque ambos desabrochados. Bajo el brazo llevaba, en un bulto incierto, el resto de las ropas de los tres.
Ni siquiera miraron atrás.
Bajo el pequeño alero de la casita, quedó Blancanieves, en baby-doll agitando desganadamente su mano, mientras saboreaba su último Virginia Slim.
—¿Qué hacemos ahora?— dijo Melpar, cuando ya estaban en camino, montados en los camellos.
—Esperá. Acá tengo anotado que a un día de camino está la bruja esa, que vive en la casita de chocolate— dijo Galchor.
—No, esa dejémosla para el último— propuso Basaltar
—Bueno, tenemos a la que trabaja de sirvienta para su madrastra…— siguió Galchor.
—¡Ahí!¡Vamos ahí!— dijo Melpar —De todas maneras, la que más me gustó fue esa hermosa joven que estaba en la cajita de cristal
—Si, pero sos un animal. Ni siquiera la despertaste— amonestó Basaltar
—¿Y qué? Si hace como ochenta años que está así— se defendió Melpar. Y cambiando de tono, agregó
—Hay que felicitarte de verdad, Negro. Tuviste una excelente idea
—¿Cuando hay que devolver los camellos?— preguntó Basaltar
—¿Y los disfraces?— preguntó Melpar.
—La próxima vez, yo voy arriba— dijo Galchor mientras buscaba la mejor posición en la montura, para aminorar el dolor.
Cuando se perdieron de vista, Blancanieves pareció despertar de un ensueño; y pensando en voz alta dijo:
—¡Menos mal que la Bella Durmiente me avisó que venían! Ahora, le mando mi paloma mensajera a Cenicienta, para que los reciba— y agregó, mientras soltaba al ave —¡Vuela, palomita, vuela!¡Avísale a mi amiga que hacia ella va la diversión!
De improvisto, sonó un fortísimo ¡PUM! Y la paloma se desvaneció en el aire, en una explosión de bermellón y plumas.
—¡Ufa!— dijo Blancanieves —¡Otra vez el cazador se peleó con Caperucita! Bueno. Mejor le mando un mail a Cenicienta…
domingo, 29 de noviembre de 2009
En algún lugar de La Mancha
—Dilecta mía, refulgencia de mis retinas, discernimiento que esclarece mi existencia— dijo Alonso Quijano —Febo arrulla el elixir de tu prosapia ….
—¿Quéloque?— contestó Aldonza Lorenzo, mientras se rascaba una teta
—¿Quéloque?— contestó Aldonza Lorenzo, mientras se rascaba una teta
sábado, 28 de noviembre de 2009
A orillas del río Aqueronte
Para pasar al Hades busqué al anciano Caronte. Un cartelito decía “Salí a comer”. Llevo esperando ochocientos años, quincuagésimo en la fila. Las tres cabezas del Cancerberos nos gruñen sin dejarnos mover.
domingo, 22 de noviembre de 2009
Un atropello a los derechos anátidas
Bastante hijo de puta el Caballero Cisne de Lohengrin. Ordenó la represión de una manifestación pacífica de los patos y la detención de sus cabecillas Donald y Lucas; en represalia por las burlas sufridas en su infancia, cuando era considerado un patito feo, feo.
Digo yo ...
...en una hipotética escala de promiscuidad: ¿Quién tendría un puntaje más alto?¿Blancanieves y su historia con los siete enanos o Alí Babá y la suya con los cuarenta ladrones?
Pronóstico
Temperatura actual, 25 grados.
Humedad relativa: cincuenta y tres por ciento.
Viento: del norte rotando al noreste.
Soledad ambiente: inmensa.
Humedad relativa: cincuenta y tres por ciento.
Viento: del norte rotando al noreste.
Soledad ambiente: inmensa.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Entrevista en BEM on line
Sergio Gaut vel Hartman me realizó una entrevista para el sitio de Ciencia Ficción español BEM on line (que recientemente ganó el premio "Ignotus" al mejor sitio de cf en castellano).
Los invito a leer la entrevista acá
También publicaron mi cuento "Agujeros de gusano". Pueden leerlo acá
domingo, 8 de noviembre de 2009
La mamá de Drácula...
…cansada de que Vladito le clavara los colmillos en las tetas cada vez que lo amamantaba, lo llevó al dentista que, años después, sería el primer odontólogo empalado. Los colmillos son postizos
sábado, 7 de noviembre de 2009
Symborg
Hoy terminaron, por fin, de escanear mi matriz sináptica.
Los técnicos del Laboratorio de Neurología finalizaron el proceso de mind-uploading, levantaron toda la información contenida en mi cerebro, y dicen que estoy definitivamente virtualizado. Completé la emigración desde mi cuerpo biológico hasta este soporte digital. He sido, además, copiado y guardado como respaldo.
Me he liberado de la cáscara de carne enferma, desgastada por el cáncer, que fue mi prisión y en la que transcurrió mi vida desde que fui engendrado por mis padres.
Soy un programa viviente, puedo moverme por la red, reflexionar, rediseñarme, mejorarme, sumar todas las experiencias e interactuar digitalmente con otros organismos, antes biológicos, y que también han sido escaneados.
Soy conciencia, razón, tigre, lobo, hormiga, lógica, roble, girasol, águila, tiburón, matemáticas, rosal, ética y bacteria.
Puedo moverme en el mundo físico como un patrón de ondas, que gobierna máquinas con las que puedo manejar la materia.
Soy, además, inmortal
Ahora, soy la humanidad y la naturaleza y la vida. Los que quedan atrás sólo son mis antepasados. Cien mil años transcurrieron desde el primer pensamiento conciente.
La evolución no termina en mí. Soy el comienzo
Yo soy.
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