martes, febrero 27, 2007
Surfeando por la red (juro que hasta ahí no llegué por voluntad propia), fui a dar con un "duelo" en Libertad Digital. Mi pregunta es la misma que bajo estas líneas pueden ver: ¿QUIÉN MIENTE? ¿Dimitió realmente Capello? ¿Dónde están la supuesta trasparencia que prometía Calderón en su discurso electoral? Espero sus opiniones. Y si no se les ve bien la foto, aqui les dejo el link: ¿QUIÉN MIENTE?
jueves, febrero 22, 2007
El Balón entre ortigas
Los hay que juegan para divertirse. También están los que juegan para poder vivir (Batistuta dijo alguna vez que a él no le gustaba el fútbol), y los hay que viven por y para el fútbol. Cuando terminan de jugar, intentan seguir jugando. Y cuando no pueden jugar más, se van a casa a ver fútbol. Así vivo yo y así vivía Steven cuando era aún niño.
Gerrard, capitán del Liverpool, ganador de una Copa de Europa. Lleva en el conjunto del Merseyside desde los ocho años. Hasta ahí todo normal. Pero de la mano de José Larraza, en El País, pude conocer un dato que desconocía del capitán red. A los nueve años, una temporada después de recalar en el club de Anfield, el pequeño Steve ya cumplía el perfil de obseso del fútbol. Pero a Gerrard no le bastaba con jugar en las categorías inferiores, ni con acudir cada quinces días al Kop, mítica grada del estadio del Liverpool. Gerrard se pasaba todo el día pegado al balón.
Jugaba cerca de casa, en un vertedero que hacía las veces de Anfield Road. Cierto día, mientras imitaban a sus ídolos, el balón salió de la muchachada y fue a parar a una hilera de ortigas, que abundaban aquel campo de juego. El esférico no era visible, escondido en aquel entramado. El partido bien se pudo dar por terminado, a falta de balón. O bien se podría haber buscado otro. Pero no, Gerrard sacó ese amor por el deporte rey y quiso seguir jugando: allí y en aquel momento. Se remangó los calcetines, metió su pierna derecha entre la mata de ortigas, y golpeó con todas las fuerzas que le quedaban.
El resultado fue casi fatal. Una punta de un rastrillo atravesó uno de los dedos del canterano red. Los médicos decidieron que la mejor solución sería amputárselo. El director de la escuela del Liverpool frenó la operación, y consiguió que finalmente no se lo amputaran. Y ahora Gerrard lidera tanto el equipo de su vida como la selección de su país. El dedo está en su sitio, el crecido Steve mostrando su capacidad futbolística dondequiera que vaya y los aficionados disfrutando desde el Kop del niño que un día quiso ser liverpudlian.
Gerrard, capitán del Liverpool, ganador de una Copa de Europa. Lleva en el conjunto del Merseyside desde los ocho años. Hasta ahí todo normal. Pero de la mano de José Larraza, en El País, pude conocer un dato que desconocía del capitán red. A los nueve años, una temporada después de recalar en el club de Anfield, el pequeño Steve ya cumplía el perfil de obseso del fútbol. Pero a Gerrard no le bastaba con jugar en las categorías inferiores, ni con acudir cada quinces días al Kop, mítica grada del estadio del Liverpool. Gerrard se pasaba todo el día pegado al balón.
Jugaba cerca de casa, en un vertedero que hacía las veces de Anfield Road. Cierto día, mientras imitaban a sus ídolos, el balón salió de la muchachada y fue a parar a una hilera de ortigas, que abundaban aquel campo de juego. El esférico no era visible, escondido en aquel entramado. El partido bien se pudo dar por terminado, a falta de balón. O bien se podría haber buscado otro. Pero no, Gerrard sacó ese amor por el deporte rey y quiso seguir jugando: allí y en aquel momento. Se remangó los calcetines, metió su pierna derecha entre la mata de ortigas, y golpeó con todas las fuerzas que le quedaban.
El resultado fue casi fatal. Una punta de un rastrillo atravesó uno de los dedos del canterano red. Los médicos decidieron que la mejor solución sería amputárselo. El director de la escuela del Liverpool frenó la operación, y consiguió que finalmente no se lo amputaran. Y ahora Gerrard lidera tanto el equipo de su vida como la selección de su país. El dedo está en su sitio, el crecido Steve mostrando su capacidad futbolística dondequiera que vaya y los aficionados disfrutando desde el Kop del niño que un día quiso ser liverpudlian.
Una curiosa historia con final feliz. El eterno futbolista, por querer jugar al fútbol, casi tiene que dejar de hacerlo. La vida te da sorpresas. El fútbol da paradojas.
Foto: www.allsposters.com
Referencia: Del vertedero a Dios de Anfield, José Larraza, El País
martes, febrero 20, 2007
CUANDO EL FÚTBOL TE DA PALOS
Corría el año 2003 cuando un servidor, en uno de esos zumbos que da el aburrimiento, comenzó a fijarse seriamente en un equipo. La verdad es que no sé qué fue, pero me enamoré de aquel equipo y de sus principales jugadores: Waterreus, Bouma, Rommedahl, Van Bommen, Robben y Kezman. Sí, el PSV Eindovhen. Estos jugadores fueron progresando y cada uno tiró en una dirección. Kezman y Robben se marcharon al Chelsea, y yo con ellos, a apoyar a los blues. La temporada siguiente, Kezman recaló en el Atlético de Madrid, y Van Bommel fue a parar al Barcelona. Ahí seguía yo a pie de cañón. Si tenían que ganar estos dos equipos, que fuera con goles suyos. Si tenían que perder, que se salvaran de la quema.
Quien bien me conoce sabe que cuando me preguntaban por jugadores siempre establecia este orden: Tristan, Robben, De Rossi, Van Bommel. Como ya habréis podido adivinar, me detengo en el cuarto. Me engatusó su poderío físico, su posicionamiento en el campo, su capacidad de mando, y su potente disparo. Era un toro, y además llegaba arriba. Me fastidió bastante, siendo sinceros, que se fuera al Barcelona. Aunque por lo menos me queda el consuelo de que este jugador tiene en su haber una Copa de Europa.
Y ahora, el fútbol me da este palo. Aunque no hago bien echándole la culpa al pobre Don Fútbol. La mala educación es un ámbito de la sociedad, y el deporte rey no es más que un fiel reflejo de ésta. Y en estas estoy, impotente por una acción que me duele a mi como al que más, además por doble motivo. Quien trate de justificar el comportamiento de Van Bommel con su pasado blaugrana, que recuerde esto: Mark dejó a su equipo, marchó al Barcelona GRATIS, sin dejar ni un euro en las arcas de su anterior club, y luego lo echaron del Barca.
El que era mi héroe ahora es villano. Goodbye Mark, fue bonito mientras duró. Ahora no podré mirarte a la cara. Apenado me hallo. No encuentro respuesta. ¿Qué hacer cuando el que ha sido uno de tus ídolos, al que has idolatrado, te dedica a ti y a los tuyos algún corte de manga en tu cara, y en tu casa?
lunes, febrero 19, 2007
REAL MADRID-BETIS
Es lo que tiene atreverse a ir al Bernabéu. Y mira que cuando llegamos, la afición estaba ilusionada. Es lo que tiene Capello, que muestra tan poco que con un poco los madridistas se entusiasman. Y con grito en alto y bufandas al viento recibió la afición al equipo en su llegada al campo. En el campo, lo de siempre. Pero como no me apetece mucho criticar lo de siempre, y decir lo de siempre, hago un llamamiento para que frente al Bayern vuelva el entusiasmo de las grandes noches europeas. Que se sienta ese miedo escénico, que el equipo vuelva a ser el temido rey de Europa,y los alemanes regresen a su país sabiendo que "90 minuti in Bernabéu son molto longo".
JOSÉ CARLOS, UNA HORA ANTES DEL PARTIDOJOSÉ CARLOS, UNA HORA DESPUÉS DEL PARTIDO
viernes, febrero 16, 2007
LA EXCUSA: CAPÍTULO 8, PREMIER LEAGUE
Pues nada, retornamos a la sección de la Excusa. Que las mentes están muy bloqueadas, y necesitan ver buen material. Y uno, que claro, está sin fuerzas -mentales- para mostrar otra cosa que no sea buenas mozas. Aviso para navegantes: el de Valencia a veces tiene brillantes ideas, así que no se descuiden y sigan de cerca la actividad DAMEFUTBOLERA, que pronto traerá una excelente sección. Y claro, como recompensa, los chechecheros que me atracaron (atraco en toda regla) aquí.
Así que a devolver favor toca. Aqui tienen estas mozuelas, que nos indican qué liga es la que hay que seguir. Que el fútbol español no se engañen: está aburrido, sin goles y con poco interés. Y esa Premier tan bonita, con esos Reds Devils de ese tal Cristiano Ronaldo. Ese Rafa Benítez y su cuadrilla de españoles. O Mourinho y el 'chivato' ucraniano. En fin, que aqui tienen una excusa para dejar de utilizar PPV, la Sexta o cosas parecidas, y pasarse al Canal Deporte. O irse a un pub inglés a ver football del bueno. Quizás algún dia, aunque sea en el descanso, las ven a ellas en acción. Sí, en acción.
lunes, febrero 12, 2007
PACTANDO CON BANDIDOS
Durante estas semanas que he estado ausente de la blogsfera (y que se me han hecho eternas, dicho sea de paso) he podido comprobar lo caraduras que pueden llegar a ser algunos.
Nos situamos en Verano de 2006. Calderón acaba de ganar las elecciones a la presidencia del Madrid e intenta (sí, intenta) cumplir una de sus bazas electorales. Inicia los contactos con el entorno de Kaká. Es una estrategia poco ética pero que está a la orden del día. Se convence al jugador, y cuando éste está convencido, se trata con el club. Al fin y al cabo siempre se ha dicho que el jugador va donde quiere. Pues eso intentó Calderón. Lo curioso viene cuando le preguntan a Galliani, marioneta de Berlusconi, que dice que los del Madrid "son unos bandidos".
Bien. A las semanas el Milán ofrece al Madrid 18 millones de euros por Ronaldo, seguramente previa negociación con el brasileño. El Madrid rechaza la oferta, pero me queda la duda de saber si Galliani habia hablado primero con el club madridista o con el delantero. Y como no me gusta hablar sin saber, seguimos avanzando meses.
Nos plantamos en Enero del 2007. Capello parece no contar con Ronaldo y el Milán le hace una oferta irrechazable, antes de contactar con el Madrid. Tras muchas negociaciones Ronaldo acaba jugando en el Milán, por...¡7 millones de Euros! Menos de lo que le costó Kezman al Atlético, menos de lo que le costó Tavano al Valencia o mismamente menos de lo que pagó el club blanco por Emerson. Aqui no hay duda, el Milán primero negoció con Ronaldo (de hecho se lo llevó a Milán a pasar reconocimiento y todo antes de ponerse de acuerdo con el Madrid) y luego con el viento a su favor, sólo tuvo que rebajar el precio del traspaso hasta una cifra de risa.
Es decir, el bandido pone todas las facilidades a Galliani para que Ronaldo se pueda convertir en fichaje rossonero. Y Galliani se disfraza de bandido, negociando primero con el jugador, después con el club. Pero para colmo, ya terminados mis exámenes, decido mirar el AS el pasado Jueves y veo que el Milán pone precio a Kaká: Cannavaro, Robinho, Diarrá más dinero.
Un auténtico insulto. No me voy a poner a valorar ahora por qué el Madrid perdería en ese trato, simplemente quiero mostrar mi indignación con el señor Galliani, que cumple aquello de "trata a los demás como no quieres que te traten a ti". Kaká, un jugador de una enorme calidad pero que a mi entender no vale tanto como el club milanista pretende hacernos ver. Y lo malo -me temo- está por llegar. Probablemente en Verano Calderón se tire a la piscina y termine comprando a Kaká por una cifra astronómica, cerrando por fin un verdadero pacto entre bandidos.