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viernes, 4 de octubre de 2013

ADIOS...O HASTA LUEGO.....

"Hay momentos en la vida de todo hombre, en los que hay que saber tomar una determinación..." Esta frase, mítica en mis noches de copas de los 80s, era el preludio de nuestra vuelta a casa, generalmente mamados como piojos.
 
Y me sirve, en este momento porque, aunque el alcohol no nuble mi vista supongo que por casualidad, es cierto que estoy tomando una determinación, en parte dolorosa, pero en este momento necesaria. Porque este espacio, que tanto me ha ayudado en los cinco años y medio en los que me ha acompañado, ha de pasar, no sé si momentanea o definitivamente, a un segundo plano.
 
Actualmente, hay demasiada gente que no lo está pasando bien. Sé que no soy una excepción. Nada hay irremediable salvo la muerte e, incluso en esa circunstancia, la inevitabilidad no tiene por qué ser mala. Pero he de centrarme en sacar adelante lo que tengo entre manos y eso merece toda mi energía.
 
No sabeis cómo agradezco, a los que os habeis preocupado por mí, vuestros desvelos. Posiblemente, más adelante, volvamos a coincidir....
 
Hay una cosa que siento. No haber podido narrar una de las experiencias más fabulosas que viví a lo largo de mi existencia. El Camino con mi hijo preadolescente. Experiencia plena que no sé él, pero yo recordaré mientras viva.
 
No sé si es un adios o un hasta luego pero, en todo caso, os agradezco a todos la compañía que me habeis proporcionado en tantos momentos.
 
Espero que disculpeis que no conteste a vuestros comentarios, en caso de que los haya. Uno ha de demostrar la falta de educación en los momentos importantes para demostrar quien es....
 
Os mando un fuerte abrazo.

domingo, 11 de agosto de 2013

EL CAMINO INGLES DE SANTIAGO. ETAPA 0

Os lo he dicho muchas veces. Si el Camino te atrapa, no te soltará...y es lo que le ha pasado conmigo.
 
Porque despues de tenerlo en la cabeza durante un montón de años, por fin, hace dos realicé mi primer Camino, el Francés desde Villafranca del Bierzo...
 
Tanto me marcó que al año siguiente me comí el Primitivo desde Oviedo. Y algo tiene que tener porque, despues de que en ese Camino se me cayeran 6 uñas y estuviese sin poder andar casi un mes, ya estoy preparando el siguiente...
 
Y esta vez, además, JA, con sus 13 años, me quiere acompañar.
 
Hemos salido dos días, uno con mochila y otro sin ella y ha aguantado bien el ratito de paseo...
 
Las zapatillas convenientemente domadas (Que el año pasado, mi calvario se debió a que en verano, las botas, para jugar al rugby...)
 
Y ya tenemos la credencial, la concha en la Mochila (La mía con dos Caminos), mi cuaderno de campo y muchas ganas...
 
Saldremos de Ferrol. El Camino será corto porque tampoco quiero que JA me odie, pero sé, que son estas experiencias las que recuerdas años despues...
 
El Camino, 117 kms, 5 días. Si fuera solo, lo haria en 4. Y solo tengo una duda. Dónde dormir el último día...
 
Porque si hay un lunar en el Camino Inglés es Sigueiro... Un hotel con demasiadas malas críticas, sin albergue...el Ayuntamiento ofrece el Polideportivo para dormir en una colchoneta...
 
9 kms antes, Os Carballos.
 
-"JA, tenemos un problema. No sé donde dormir el último día. Si acabamos en Sigueiro, dormiremos en el Polideportivo en una colchoneta. Estaremos a 16 kms de Santiago y podremos llegar a la Misa del peregrino al día siguiente sin problemas... 
 
Si no, podemos quedarnos a dormir en un hotel, 9 kms antes. El problema es que entonces, casi seguro que no llegaremos a la Misa del Peregrino..."
 
-"Dormimos en el Polideportivo, Papá..."
 
-"El Hotel tiene un restaurante... Se llama, Parrillada "A Reventar". Su eslogan es, "No paramos de servir hasta que usted diga basta..."
 
El niña se queda pensativo....
 
-"¿Sabes, Papá? Casi mejor nos quedamos en el Hotel..."
 
De tal palo....

lunes, 15 de octubre de 2012

DECIMA ETAPA DEL PRIMITIVO. SALCEDA-SANTIAGO. 28 KMS

La gabacha que se quería aislar de un servidor construyéndose un palenque fijo, y aislándose con sábanas desde la litera de arriba, para preservar su virtud debía ser, me dió la noche. Sé que ronco. Sé que estoy compartiendo habitación con otros 11. Sé que aguanto ruidos de otros.

Lo que nunca me había pasado es que, cada vez que lograba conciliar el sueño, supongo que comenzaría a roncar, y notaba una mano que me empujaba.

Las tres primeras ocasiones me desperté desorientado. Alguien me tocaba...

La cuarta ví de donde procedía la mano. Solo dije:

"La próxima vez que me toques te suelto una hostia".

La gabacha no debía de saber mucho español, solo lo justo, porque, a partir de entonces, pude dormir...

Y sin embargo tuve una idea cojonuda planificando solo una noche en ruta común con el francés. Me expliqué, perfectamente, lo que muchos veían del Camino.

A las 2,45 de la mañana salieron los primeros a andar. Nos quedaban 28 kms. 9 horas para la Misa del Peregrino, una media de 3 kms/ hora parando (Media que, en el francés, la hace mi abuela). Eso sí...no te pierdas demasiado, que a esas horas, mucha luz no es que haya...

El resto de la noche, fue un continuo cachondeo. La gabacha se fue a las 4,30...o sea...a ver quien no deja dormir a quien.

A las 6,45, cuando me levantaba, hacía hora y media que estaba solo. Efectivamente, alguien estaba equivocado, y supongo que sería yo el que era el raro...

Y me quejaba de los polacos que se iban a las 4...

Me limpié bien los pies, desayuné un poquito de fruta y una barrita, y a las 7, 15 estaba caminando.

Se veía justo, pero, estaba seguro, que el día me iba a regalar un amanecer precioso. La temperatura era fresca, lo que favorecía mi ritmo. Pude caminar las dos primeras horas a una media de 6 Kms/h (A comparar con los 4 de Asturias sufriendo)

A Pedrouzo, en teoría final de la penúltima etapa, llegué en hora y media. Necesitaba un sello (Los últimos 100 kms necesitas dos sellos por jornada, y, a partir de ahí, no hay muchos sitios donde conseguirlo. El otro, al llegar a la Catedral). Paré a tomar un café. Al preguntar a la señora si había gente, ya que solo había pasado a unos 10 peregrinos, me dijo que habían pasado ya todos. Que entre las 4 y las 5 de la mañana, era la marabunta. De no dejarles dormir. En fin...que soy un raro y no me extraña que en los pueblos no me contesten al saludo. Pero supongo que alguien no ha entendido bien que el Camino es el Trayecto, y no el llegar a las 9 de la mañana, despues de toda la noche caminando sin ver nada, para esperar hasta la una del mediodía a que te asignen litera, y poder dormir 8 horas despues...

Me dirigí hacia Amenal a buen paso. Allá donde en invierno acabamos nuestra etapa. La subida a Cimadevila la recordaba exigente, aunque nada que ver con lo ya pasado. 30 metros de desnivel en 1 km de subida. Pasé como un avión a cuanto peregrino alcancé. Las ganas de llegar lo empañaban todo. Esta es una etapa de puro trámite. Los paisajes no son remarcables. Se rodea el Aeropuerto y es una etapa cruzando poblaciones rurales, nada más.

Al llegar al límite del Municipio de Santiago, una pareja de sevillanos sin mochila, que venían desde Sarria, solo 115 kms, me preguntaron como era lo que quedaba, que iban muy mal. Efectivamente, cada uno cuenta la Feria según le va en ella....

Y sucedió que, al cruzar el Rio Sionlla, allá donde los peregrinos se lavaban ellos y sus ropas, antes de entrar en Santiago, me di cuenta de que no olía a flores, precisamente..

No quedaba nada. La subida al Monte del Gozo, pero la riada de peregrinos era constante.

En el Monte del Gozo, por segunda vez, la niebla me impidió ver las agujas de la Catedral. Para aquellos que no lo sepan, se llama Monte del Gozo, debido a que es el primer sitio del Camino desde donde ya se podía ver la Catedral de Santiago, término de la Peregrinación.

Paré a tomarme una cerveza. Eran sobre las 11. LLegaba, justo pero llegaba, a la Misa del Peregrino. Estaba sentado en una valla de piedra, con espacio de sobra allá donde mirases cuando, una peregrina, se tumba al lado mío, y otra me pide que me mueva, que está lesionada. Solo les indiqué la cantidad de metros vacios de pretil de piedra como para sentarse justo, donde estaba yo.

Me miraron como se mira a un ser humano sin sensibilidad. ¡Pobre! ¡Estaba herida!...(Yo no...o por lo menos no lo decía. Solo pensaba en mis pies)

Efectivamente, eso de los dolores, es algo muy personal de cada uno...

Aprovechando que me hicieron levantar, apuré la cerveza ¡qué rica la Estrella de Galicia, oye!, y salí, ya cuesta abajo, hacia la Catedral. Me debían de quedar 5 kms

Y bajando las escaleras y enfilando la ciudad vieja, todas las emociones agolpándose.

Hasta que, al cruzar el pasadizo que da a la Plaza del Obradoiro, todas esas emociones afloraron en forma de una lágrimilla que asomó a mis ojos. ¡Qué sí, cojones! ¡Lloré!

¡Lo había conseguido! ¡En mi estado! ¡Con estos pies!

Y pensé que, es cierto que la tendré pequeña (Como no me canso de escribir en este, vuestro blog ;-) ), pero tengo unos huevos que no me caben en los calzoncillos, aunque me los compre grandes.....

Y eso es lo que me queda del viaje. Ese afán de superación. Esa sensación de que, cuando quiero realmente algo, no hay obstáculo que me pueda parar (Aunque luego me tengan que amputar los pies a la altura de la epiglotis). Y estoy seguro de que es mucho más de lo que consiguen otros, aunque se levanten a las 3 de la mañana... (Y no he dicho que mis motivaciones sean inteligentes y racionales...que os veo venir)...

La Misa del peregrino, a reventar. Joder, qué olor despedía un servidor.... Una vez que concluyó, a recoger mi Compostela...otra vez cola

Y ahí me encontré con varios compañeros de fatigas que, las tres últimas jornadas habían andado más en bus que a pie, con más trampas que una película de chinos...en fin...cada uno es libre...

El funcionario que me entregó la Compostela me felicitó por venir de donde venía. Muy empático, he de decirlo. Había hecho los dos Caminos y conocía la diferencia y yo, se lo agradecí de corazón...

Con ella en la Mochila, otra vez, a la Catedral a completar los ritos. Primero a ver la Tumba del Apostol. Para dar el Abrazo al Santo, una cola de narices. Yo olía como una mofeta. Lo sentí por los turistas de alrededor...pero no me avergoncé. Olía a Peregrino, a cada kilómetro recorrido, admirado y sufrido, a cada paso doloroso y a cada ejercicio de fuerza de voluntad, y, en ese momento, era un orgullo

Por fin me tocó el turno. Solo pude decirle:

"Santiago, majo, no sabes lo que he pasado para venir a verte"

Y oí que, el muy cabrón, me respondía...juro que lo oí...

"Tú y tantos"

Un cachondo, Santiago.

Cumplido el abrazo, y aunque sabía que la columna de los próximos dos ritos estaba protegida y no podría cumplir con ellos (Apoyar los dedos de la mano en las huellas provocadas en la columna por millones de peregrinos antes que yo, y dar los preceptivos cabezazos, croques, al Santo) me dirigí hacia allí. Me quedé mirando esa columna..y salí

Era la una y cuarto. me senté en el Bar Dakar, donde me preguntaron qué deseaba.

Una cerveza, les contesté.

Si no va a comer nada no se puede quedar ahí

¿Qué?, exclamé.

Mientras me levantaba y me iba a la terraza de al lado, me iba cagando en la estampa de los del Bar Dakar que se deben de pensar que trabajan en Alemania. Supongo que por la prima de riesgo, los muy cabrones. ¡La una y cuarto y si no vas a comer nada a mamarla! Les espero en noviembre, o cuando se corra un poquito la voz. Auguro un cambio de dueños rápido

En la teraza de al lado, Don Camilo, me atendieron perfectamente. Me senté en una mesa justo al lado de una del Dakar, que me viese bien el encargado.

Me tomé dos cervezas tranquilamente....y luego, a una hora prudencial, las 2 y cuarto, comencé por unas ostras, continue por unas navajas, una ración de pulpo, unos mejillones, todo regado por una botella de un buen Alvariño, un mousse de nueces, un café y, para desengrasar, un gin tonic

Aprovechaba para pedir cuando el encargado del Dakar andaba cerca

Y estaba todo como Dios

Un ojo clínico los del Dakar de pelotas. Supongo que vieron que olía a peregrino...

Eso sí, jejeje, a los del Camilo, cada vez que pedía una cosa más, les comencé a ver como se iban poniendo nerviosos....pensando en el pufo que les iba a dejar como su intuición les engañase...pero ninguna observación me hicieron mientras me ponía como El Tenazas... (No me quiero imaginar las conversaciones entre ellos en la cocina, jejeje, a cuenta de la avería que les podía hacer)

Al final, no fue tanto. Lo solucionamos con 50 napos y una propinilla y, mientras me iba, delante del encargado del Dakar, les aseguré que hacía mucho tiempo que no comía tan bien, a una hora tan española...

Y es que hay que ser torpe...que los alemanes solo toman cerveza y salchichas....

¿Los pies? Ya me podían doler...misión cumplida

En Barajas, de regreso, mi familia esperándome con un cartel...son unos monstruos...

Y vuelvo con la inmensa satisfacción de haberme demostrado que, si quiero, puedo, y eso ya es bastante, ¿no creeis?

La bronca del médico al día siguiente en el Centro de Salud, casi mejor os la evito. Solo os dejo una foto de como me ha dejado, con la condición de pasar por el centro todos los días en las próximas dos semanas... y cada tres en las dos siguientes...

domingo, 7 de octubre de 2012

NOVENA ETAPA DEL CAMINO PRIMITIVO. AS SEIXAS-SALCEDA. 42 KMS

Tenía, ante mí, el Maratón de este Camino. La etapa más larga. ¿Por qué, quería llegar en 2 días a Santiago en vez de en tres como iba a hacer todo el mundo? Me había planificado, antes de ir, para dormir solo una noche en la parte del Camino que coincide con el Francés. En Agosto, eso iba a ser como pasear por la Gran Vía. Y no quería andar volviéndome loco, buscando sitios para dormir. Una vez en ruta, y con los pies en mi estado, lo que no quería era caminar un día más. Sabía que tenía una avería guapa en los pies, y quería llegar a casa cuanto antes para que alguien me los curase

¿Y por qué no me los miré en el Camino en un Centro de Salud? Porque, para que me prohibieran seguir caminando no hacia falta ir a ningún médico. Que estaban mal ya lo sabía yo.

Mis "amigos para siempre", los polacos, se levantaron a las 4 sin ningún empacho, me cago en sus muertos. Anduve remoloneando en la cama hasta las 6 y media de la mañana. A esa hora ya estaba todo el regimiento en marcha. ¿Mis pies? de aquella manera...

Caía sirimiri. No me apetecía nada tener camino embarrado, aunque, a lo mejor, a mis pies no les vendría mal. A las 7,15, aunque no se veía todavía bien, salí con un holandés de 55 tacos que venía caminando desde Amsterdam, según él, buscándose la vida...

La única persona, de todo el Camino, que he visto que, por media etapa, ha caminado más rápido que yo.

Para Melide, punto de unión con el francés, nos quedaban 15 kms. Pronto dejó de llover y comenzó a clarear. Para variar, otra vez, el amanecer fue espectacular, con las nubes en lo alto de unos cerros justo por debajo de unos molinos de viento....

Adelanté con una sonrisilla irónica a varios de los rapidillos, aficionados a andar a oscuras, que se habían perdido...Caminando coincidí con mi paisano Joseba, con el que estuve hablando durante cerca de una hora hasta que llegamos a Vilamor, donde Simona, que habría salido antes, le esperaba para desayunar. Nos dimos un abrazo y seguí camino. Ya no íbamos a coincidir más. Me quedaba una hora de tranquilidad hasta llegar a Melide.

No me apercibí de la linde entre Lugo y Coruña. Al llegar a Melide ya nadie contestó a mis "Buenos Días". Supongo que debían de estar hasta las narices de aguantar cientos de Peregrinos. Algunos maleducados...otros no.

Eran las 9,45 cuando pasaba delante del Albergue de Melide. Poco más de dos horas de luz, y ya había 5 personas esperando. Al preguntar si estaba dentro la Hospitalera (Quería que me sellase, ya me atendió de maravilla en mi anterior Camino en Invierno), me dijeron que me esperase ahí, que abría a la una del mediodía...¿A qué hora se habían levantado estas personas y en qué consistía su Camino, aparte de en esperar delante de una puerta cerrada horas, a que les asignaran cama?

No quería parar. La etapa era larguísima y, cada vez que paraba, al arrancar, mis pies se quejaban. Además no me había debido de ajustar bien la mochila, y me dolía el lumbar derecho..en fin...supongo que serán los años...o los días...

Me encontré con gente que dejé atrás en Lugo y que sé que no habían podido llegar. Gran negocio el de los Autobuses en según qué tramos. Al final, aquí no se engaña a nadie más que a uno mismo... Tal y como yo lo entiendo, es un tema de satisfacción personal. Pegarse toda esta paliza por que te den la Compostela, me parece un poco inmaduro.

En las guías dicen que, esta etapa, viniendo por el Francés, es de las más duras, por sus continuas subidas y bajadas. Viniendo desde Oviedo, la hace mi abuela con el taca taca...

Se comienza a ver la cantidad de gente. Continuamente adelanto peregrinos. Sin embargo no hay tantísima gente como esperaba. Mucha, pero no multitud.

Lo que sí me sorprendió, y muy desagradablemente, fueron los ciclistas. Entiendo que habrá de todo y que se nota más a los gilipollas que a la buena gente pero...cuesta abajo, embalados diciendo ¡aparta aparta!

Cuesta arriba, como ellos tiene que utilizar más camino, ¡aparta, aparta!

Y pasó que un desgarramantas, follado en una cuesta abajo, ¡aparta, aparta!, creyendo que todo peregrino sabe idiomas, se llevó por delante a un pobre alemán, que aparte de alemán debía de ser sordo. ¡Menuda hostia! Se tuvieron que llevar a los dos, pero por quien más lo sentí fue por el pobre alemán, que pasaba por ahí, por mucha prima con riesgo que tuviese (Riesgo que, está claro, le fue traspasado a él íntegro...reclamaciones a Doña Angela)...

Sin embargo, el trayecto desde Melide hasta Arzua es precioso, como de postal o de cuento. Caminando, me encontré con el jefe de la Pandi del día anterior. Y he de reconocer que, sin sus acompañantes era un tipo majo. Me quiso hacer unas fotos de los pies, porque formaba parte de un grupo de montaña, y me decía que había mucha gente que se quejaba de bobadas. Que, en esos momentos, les iba a enseñar mi foto para que se enteraran de en qué circunstancias se podía todavía andar...en fin...no sé si ahí comencé a pensar que mi situación era más grave de lo que era (Que lo era).

Disfrutaba de los paisajes maravillosos, pero no me metí en ninguna iglesia. Pensaba que no andaba bien de tiempo. Hacía mucho calor. Dejé a mi compañero eventual, porque le dolía una rodilla y quería descansar, y, enseguida, pasé al holandés del principio, cuyo fuelle había mermado....

Al llegar a Ribadiso da Baixo, pueblo autenticamente de ensueño, hice la primera parada del día. Debía de llevar 28 o 29 kms. En el bar, me tomé una cerveza enooooorme, a un precio tambien enoooorme (Consecuencias de la masificación, sin duda)

Los que me seguís, recordareis que, durante el pasado Camino, nos quejamos del rodeo que nos hacían dar a la entrada de Arzúa. Poco más o menos 2 kms. No se me había olvidado. En cuanto vi la carretera, la crucé, subí un pequeño ribazo de menos de 50 metros, y ya estaba otra vez en el Camino, pero dos kilómetros más adelante (La teoria de la distancia relativa de Einstein...o algo así). Se lo dije, entre risas a un peregrino que se había comido toda la vuelta.

Arzua estaba petado. Al llegar al albergue debían de ser las 12 y cuarto. Había más de cuarenta personas en cola...incluidos mis polacos favoritos, a los que hoy no iba a sufrir. Familias, grupos, en fin, si solo teneis Agosto para el Camino, evitad las etapas marcadas en las guías y buscad puntos intermedios. Mucho más cómodo.

Quedaban 12 kms a Salceda. En esta parte del Camino, los mojones y las distancias son absolutamente fiables. No así de donde veníamos, que parecía que los hitos los hubiesen puesto a voleo. Al llegar a Melide, como por encanto, desaparecieron misteriosamente de la ruta 5 kms, con los que yo andaba mosca porque no me cuadraban las distancias...(Y nadie sabe donde se metieron al final)

Seguía haciendo mucho calor. Recordaba practicamente el Camino de la otra vez, y sabía los paisajes que me iba a ir encontrando, todo precioso.

Los pies me ardían. En condiciones normales, pienso que el límite de cada etapa está bien en 35 kms con la mochila (Sin la mochila, como si hacemos 50). Con los pies en el estado en que los tenía, 42 kms es una barbaridad, pero ya me debían de quedar 5 ó 6 kms solamente, aunque se me comenzó a hacer eterno. Un paso despues de otro, como recomienda el Marqués, llegué al alojamiento que había reservado. Un albergue privado muy bien puesto en Salceda.

Al llegar me dicen que soy el primero, que si voy en ese momento, elijo cama. Casi me tiro en plancha a por la primera litera de abajo con una mesa y una silla, que ocupo insensible a las necesidades de los demás...que me las pidan si lo necesitan.

Otro grupo de peregrinos graciosos...estaba gafado. No lo llevo bien, entre otras cosas porque se mueven de 20 en 20, son ruidosos, y no tienen ninguna gracia para alguien que no sea de su grupo (Cosa que a ellos, es algo que no les importa, por supuesto)

A la hora de pedir la comida, cada uno a su bola volviendo loco al camarero. A la hora de reclamar, porque el camarero ha traido lo que buenamente ha entendido, casi se lo comen...

Unos chopitos, un guisote de pulpo y una tarta de queso...8,50 €.

Una colada de camisetas y a descansar los pies toda la tarde.

A eso de las 6, un grupo de 2 gabachos y una gabacha, se meten en las literas de al lado. La gabacha, que se acuesta abajo, le pide a su novio que no meta la sábana de la litera de arriba y la deje colgando para poderse aislar minimamente de mí. Debe de pensar que soy un sátiro peligroso...pero no fui yo quien se pasó la noche tocándole a ella, sino al revés...y como sé que os quedais con la intriga, os lo cuento en la siguiente etapa...que siempre me dijeron que era un poco capullo
;-)

viernes, 28 de septiembre de 2012

OCTAVA ETAPA DEL CAMINO PRIMITIVO. LUGO-AS SEIXAS. 36 KMS

Me desperté a las 6. Los pies no tenían remedio, pero solo me quedaban tres días (Junto con la Etapa de Hospitales, las dos más largas)

Alfredo llevaba un tiempo despierto. O sea que nos vimos él y yo, a las 6,15 mirándonos a la cara...

Tomé una decisión que sé que me va a llenar de oprobio e improperios por parte de vosotros, mis lectores...

Y antes de confesar el pecado, presento mis alegaciones...

Debía dejar que Alfredo descansase un poco. Para él era día de escuela...

Los primeros 4 kms, el Camino pasaba por las afueras de Lugo, perfectamente iluminadas con farolas

En fin...sí...yo tambien he pecado....

Y a las 6,40 de la mañana, me encontraba caminando a la luz de las farolas en dirección al albergue de As Seixas. Creedme que no logro explicarme como la gente puede salir a esta hora en medio del campo...

Pasé a algunos peregrinos y....¡A los Polacos! No podía ser cierto. ¡Aguantar al cura otra vez en As Seixas! Rezaba porque se quedasen antes...o despues.... Pero antes era complicado. Un grupo de 40 portugueses habían reservado todo el Albergue (privado) de Ponte Ferreira. Estas son las cosas que joden del Camino, que te llegan dos autobuses de Almeria y, a la gente que está haciendo el Camino, le mandan a la cuneta.

Y despues...era mucho tute para dormir en Melide, donde el Primitivo y el Francés se unen...llegarian demasiado tarde y sin plaza....

Porque esa es otra. El Hospitalero de Lugo, con muy buen criterio, me sacó de mi error. En Melide el Primitivo no desemboca en el Francés....sino al revés...ya que ese camino siempre fue Primitivo. Parece lo mismo...pero no lo es.

Alcancé tambien a Emilio. Enseguida me di cuenta de que él no iba bien. Le dejé rápido y me dijo que, seguramente, llegaría solo hasta San Román da Retorta, a 18 kms.

La etapa era puro asfalto. Al final de la misma, excepto los 4 ó 5 kms de la Calzada Romana, más de 30 kms de asfalto que mis pies iban a notar al dia siguiente...

Aunque estaba encapotado, el bochorno era importante. El sombrero me escurria agua sin parar. Y lo llevaba no por el sol, sino porque me recogía el sudor y no me caia en las gafas, que todo he de explicarlo.

En San Vicente de Burgo cometí una imprudencia. Llené la cantimplora de una fuente, que no tenía todas mis bendiciones (Había sido inaugurada por el Presidente de la Diputación, vosotros entendereis). A ver si me iba a ir de bareta cuando me quedaban dos días...

Al ser un camino eminentemente asfaltado, la señalización era realmente mala. Paré a dos coches en el transcurso de la etapa para que me indicaran si me había saltado alguna indicación despues de más de 20 minutos sin ver ni una sola flecha.

Llegué a San Román da Retorta a las 10 de la mañana. Había un cartel de taberna...cerrada...

Decidí que me merecía un descanso. Había cubierto la mitad de la etapa, era temprano, y estaba solo.

Ataqué unas avellanas, una barrita energética, y medio litro de agua. La mochila me seguía haciendo de tendedero de calcetines, que esto tambien es el Camino.

Podía elegir entre el Camino normal, indicado con conchas, y la Antigua Vía Romana, indicada por flechas. Yo tenía decidido ir por la Vía, pero, además, el maravilloso hospitalero de Lugo me indicó que había un km menos por allí.

¡Los romanos!¡Sí que hacían cosas buenas los romanos! De esas que duraban. Yo creo que en el Servicio Post Venta de los romanos ponían a los tíos más vagos...total...para lo que iban a currar...

Porque los romanos hacían cosas y no se estropeaban a los cinco años...no sé si pasar el teléfono de algún romano a más de un fabricante alemán, ahora que están de moda entre los dos...

Despues de 4 ó 5 kms..más asfalto...hasta Ponte Ferreira. Allí, en una casa rural me paré a tomar una cerveza. Debían de ser las 11,30, y caminaba a 6 kms/hora. ¡Qué diferencia con respecto a los desniveles de Asturias!

La dueña de la casa me atendió de maravilla. La cerveza me la cobró bien, pero me ofreció agua de su fuente que era deliciosa.

Me quedaban 8 kms, que hice a buen ritmo.

El Albergue de As Seixas tenía fama por él mismo y por la Hospitalera. Llegué a las 12,45, y ya había 11 personas. Estos habían hecho una minietapa de 18 kms desde San Román. Un camión con comida en la puerta. No me apetecía cocinar. Compré tomates, una vela de chorizo, medio pan gallego, cerveza y fruta. Suficiente.

Ya en el dormitorio se me inflaron las pelotas. Venían de grupito, y una de ellas, comenzó a preguntar a la gente si roncaba a voz en grito, que la noche anterior había pasado muy mala noche. Yo, que ronco como una locomotora, me estuve mordiendo la lengua hasta que llegó a mí. Cuando me lo preguntó solo respondí

"A mí, lo que me molesta es la gente escandalosa y los que se tiran pedos. Pero no me molestan demasiado, porque si no, me iría a dormir a Melide que hay un huevo de hoteles, donde puedo dormir sin interrupciones."

Creo que entendió mi sutil indirecta.

Y es que hay gente que no sé muy bien si sabe lo que es un Albergue. ¡Cojones! Que me he tragado estoicamente a los polacos levantándose puntualmente a las 5 de la mañana haciendo todo el ruido que podían y, menos clavar unos alfileres en un muñeco que me han dicho que relajaba mucho, no hice nada...

Despues de esta intervención magistral, bajé a la cocina. El jefe del grupi, con el Iphone a tope, con música de Camarón....Otro de los miembros de la pandi, el que discutió con el hospitalero de Lugo porque no le daba habitación despues de llegar allí en bus (Y de allí a San Román...¡figuras! estos caminaros tres dias para llegar a Santiago). Efectivamente, no había elegido buen día para dejar de fumar...

Mientras ellos se hacían una ensalada, ostensiblemente abrí faca, y comencé a engullir chorizo, pan y cerveza. No iba a hacer pandi y, me apetecía demostrar que no la iba a hacer...

La hospitalera, Marifé, efectivamente, de lo mejor del Camino. Necesitaba papeles de periódico para secar mis botas. Fue a su casa a por ellas. Otro necesitaba aceite, o sal, o una cerveza fria. Un ángel.

Al acabar de comer, uno de los veteranos del grupo se me vino a donde estaba aireando los pies, a la sombra. Con ganas de conversación. Supongo que estaba del rollo friki de la pandi un poco saturado, y me debió ver con conversación más allá del ¡quillo, pincha esa del Camarón!

Hacia un año que no se llenaba el Albergue, y no me lo explico, porque es de lujo. Probablemente, el mejor del Primitivo. Esa noche se llenó hasta una habitación que tenían para minusválidos (que que alguien me explique qué hace un minusválido en el Camino de Santiago, con todos mis respetos. Y si me lo explican, estaré encantado de admitir mi error. El resto, corrección política y dilapidación de recursos públicos solo para hacerse cuatro fotos y salir en el periódico local)

El Albergue, estaba amueblado como de IKEA. Una pasada. La cocina impecable, el dormitorio igual, los baños...en fin, todo.

Por la tarde, ya con el Albergue lleno, 35 plazas, se montó una buena en la alberca donde teníamos las cervezas enfriando. El jefe de la Pandi le dió al Iphone, y ahí cantó cada uno una canción de su tierra. La chica de Ipanema, Lili Marleen, non, rien de rien, alguna de la Pantoja, una muñeira....los polacos se fueron a decir misa...

Y Marifé estaba pletórica y orgullosa de haber llenado el albergue. Un auténtico personaje...

Había buen ambiente al final, he de reconocerlo, pero me fui temprano a la cama. Al día siguiente tenía 42 kms, la etapa más larga del Camino, y los pies no estaban para ninguna hazaña, sino todo lo contrario.

lunes, 17 de septiembre de 2012

SEPTIMA ETAPA DEL CAMINO PRIMITIVO. CADAVO BALEIRA-LUGO. 32 KMS

A las 4 de la mañana, los polacos montarón un cristo del copón. El globo que me agarré no fue pequeño. Estos tíos debían de dormir en el pasillo o dejar las mochilas preparadas por la noche, levantarse e irse.

¡Menudo despliegue de actividad! El fusilamiento no me parece suficientemente cruel en su caso...

Por supuesto, a partir de las 6 zafarrancho. Yo aguanté en el saco hasta las 6,30. A las 7,15 salía con Vero y un alemán, despues de que alguien se hubiese comido el desayuno que había comprado a medias con Emilio. Esto de la confianza es lo que tiene...

No supimos encontrar la primera indicación y, al ser los últimos, no podíamos preguntar a nadie. (Y eso que comenzaba a clarear).

Despues de un par de vueltas y de ver a una "vieja del visillo" espiándonos sin decirnos para donde tirar, logramos ver la primera concha.

La temperatura era buenísima, y enseguida me distancie. He de reconocer que, a esas horas de la mañana, con la fresca, ando muchísimo, más de 6 km/hora. Pero viendo...no sé si me explico...

Sí que es cierto que, ver el amanecer caminando, es una experiencia realmente bonita, y los paisajes suelen ser espectaculares.

Al pasar por Villavade, entré en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, conocida como la Catedral de Castroverde...bonita, bonita

Una señora de guardia, no debían de ser las 8 de la mañana, me selló, convirtiéndose así en una agradable excepción en el Camino...

En Castroverde me quedé hablando con Joseba y Simona. Un tío majo mi paisano...

Enseguida pillé a Emilio. No había ni un mísero bar. Un cartel indicaba "bebidas frias y calientes"...un par de máquinas de vending...más rendimiento, menos gastos

Había bastante asfalto. Al cabo de unos kms metí la directa (No hay nada más incómodo que caminar muchos kms a un paso que no es el tuyo). Al cruzar la carretera vi en un cartel que para Lugo faltaban 8 kms. ¡Los 8 kms más largos de mi vida! Los mojones parecía que los habían puesto a boleo. Tan pronto marcaban una distancia como otra. No me fié de los mojones hasta llegar a Melide.

Una de las uñas me comenzó a doler horrores. Tuve que parar. No demasiado, porque luego, volver a caminar era más duro todavía. Entrando en Lugo, un señor me ofreció agua de unas garrafas que traía de una fuente. Todos los días la misma gente encantadora que sabía se iba a acabar en un par de jornadas...

Despues de una subida, ahí estaba, la muralla romana y la Puerta de San Pedro por donde, en el Siglo IX, entró Alfonso II en la primera peregrinación a Compostela. Hay una piedra con una inscripción recordándolo.

Nada más entrar intramuros está el Albergue. Me quedaba a dormir en casa de Alfredo, pero quería sellar. Además, Lugo está a 103 kms de Santiago, con lo que es etapa de inicio para mucha gente que quiere caminar lo mínimo para obtener la Compostela.

En los foros, el hospitalero de Lugo, desata opiniones encontradas. No me lo explicaba pero, despues de estar en la fila para sellar, lo capté perfectamente.

Un pavo que había hecho la etapa en bus desde Fonsagrada quería plaza, y, el hospitalero, con no muy buenos modos, le dijo que hasta las 8 de la tarde no se la podía dar, y si no se llenaba el albergue. El "motoperegrino" se rebotó bien.

Sin embargo, a mí me atendió a las mil maravillas aunque no fuera a alojarme allí, dándome trucos como por donde ahorrar kms en las siguientes etapas o donde dormir con poca gente.

¿La razón? Este hombre creo que intenta ayudar a los que hacen el Camino y no atiende de buen grado a los "presumibles jetas". Es solo una opinión de lo que yo vi. Las anécdotas que me contó de las cosas que le habían pasado con gente, que hay de todo, así lo atestiguan.

La casa de Alfredo es la primera saliendo por la Puerta de la Muralla de la Catedral. Justo en el Camino. Despues de una ducha me llevó a comer a un Viejo conocido..."Villa María"

Decir que fue un banquete es poco...y, además, no me dejó pagar

El Lacón asado con salsa de limón, la empanada de Xouvas, un rape que se salía del mundo, la leche frita....

Y para desengrasar, un Gin Tonic en un garito al lado del río. Posiblemente, el Gin Tonic con la proporción más exacta que haya tomado despues de la muerte de Mourelos.

A nuestro lado, una pareja que iba a casarse, discutiendo ya acerca de que no iban a aguantar no sé qué de la familia durante las navidades. Les auguré un futuro pletórico...

Había quedado con Emilio en que me mirase los pies por la tarde. Estaba preocupado porque me dolía mucho un dedo. Al limpiarme vimos que no había empeorado, cosa que ya era remarcable, despues de las palizas que me estaba metiendo.

Vero, mi compañera de mañanas y que ya terminaba Camino, había quedado con los habituales a tomar un vino por Lugo. Los vinos con tapas en Lugo es de las cosas más pantagruélicas y baratas que conozco, quizás junto con Leon y Granada o Linares. Con tres vinos vas cenado a casa. Sin embargo no nos quedamos. Alfredo no conocía a nadie y a mi me apetecía más compartir charla con él, que andar a ver si aparecían los polacos.

Por la noche, despues de un par de raciones, repetimos Gin Tonic en la Plaza del Ayuntamiento. Definitivamente, Lugo es un sitio donde los Gin Tonics los bordan....

A propósito, ¿Antonio Mourelos no era de un pueblo de Lugo?