Tú le diste lo que pedía. Yo, lo que necesitaba.Divertidísima fantasía cazurra de acción no exenta de dobles (y tripes) lecturas morales de esas que tanto gustan en el cine usamericano. Dejemos de lado el momento, en principio nauseabundo, de la conversación sobre el aborto -que se puede leer de esta manera: si se hubiese llevado a cabo, todo el pifostio no habría sido necesario-. ¡En el fondo esto es serie B al estilo ochentero de personajes tipo, en la línea de Temblores o Critters, con sus frases épicas justo antes de una muerte espectacular! La cinta menos mal que en el fondo no nos toma por espectadores bobos y, sin decirlo con todas las letras, nos deja bien claro que el niño a quien protege Miguel es El Anticristo (no ha nacido, es inocente, está libre de todo pecado, debes guiarle). Me parece genial ese giro rocambolesco que se adecua a la perfección a la mitología de andar por casa con la que construyen el relato.
