Angela Gentile |
Entrevista realizada por Rolando Revagliatti
Ángela Gentile nació el 5 de agosto de 1952 en la ciudad
de Berisso, provincia de Buenos
Aires, la Argentina, y reside transitoriamente en La Plata, capital de la
provincia de Buenos Aires. Es Profesora de lengua y literatura italiana y
Profesora de lengua española. Ha participado en congresos y simposios en su
país y en el extranjero. Administra http://berissoenpalabras.wixsite.com/berissoenescritos. Dictó
los seminarios “Leggere Italo Calvino”, “Misteri Medivali-erbari, lapidari,
bestiari”, “Il Teatro Italiano-Dalla Commedia dell´Arte a Dario Fo”, “Leggere
Tabucchi”, “Due Leggende Cervantes e Shakespeare”, etc. Además de ser co-autora
de los manuales para cuarto y quinto año de la escuela secundaria “Pensar la lengua y la literatura”, es
la responsable de “Palabras originarias. Antología poética de
tradición oral”. En el género ensayo es co-autora, junto con Marcelo
Passoni y Cecilia Bignasco, del volumen patrocinado por la UNESCO: “Voces olvidadas. Las lenguas y las
canciones de cuna de la inmigración”. En este género, en 2015 apareció su
libro “Diáspora griega en América”.
Publicó los poemarios “Escenografías”
(2005), “Cantos de la Etruria”
(2008), “Cuerno de marfil” (2012) y “Los pies de Ulises” (2016).
1 — Naciste en la “capital provincial del
inmigrante”.
AG
— En el mes dedicado a Augusto, como solía repetir mi abuelo. Allí
escuché por las calles expresarse en distintas
lenguas y respetar otras costumbres; esto generó en mí una fascinación
inexplicable por los pueblos. Fue un privilegio ver el río atravesar el corazón
de la ciudad, respirar en la llovizna del sudeste la humedad que provenía del
monte. Yo recuerdo una ciudad mágica que alimentó mi imaginación y me habita
para siempre.
Crecí en un ambiente humilde con un padre
lector de Emilio Salgari, Robert Louis Stevenson y Julio Verne; una madre que
narraba historias camperas y recitaba a Rosalía de Castro en gallego, una
hermana y tíos músicos que iluminaban los días de fiesta y abuelos quinteros que trabajaban la tierra y
hacían vino. Desde la infancia las bibliotecas, en especial la de mi escuela
primaria, han ejercido un encanto particular en mí; allí el silencio era
presencia, se demoraba en los lectores, algo que aún no puedo explicar.
Practiqué atletismo y en ese espacio reforcé los valores de convivencia que
había recibido de mi familia; y
aún conservo aquellas amistades, es parte de la gente entrañable que va siempre conmigo. Si me veo
en el tiempo me reconozco como “rara avis”, una renacentista fuera de su
siglo, necesitando conocer y escuchar todo aquello que la rodeaba. Me he
repetido muchas veces en el pasado y lo sigo haciendo en la actualidad, “No me importa lo lejos que esté la meta /
siempre que me den tiempo para llegar”:así canta Serrat. No he pasado privaciones extremas pero crecí con más
responsabilidades que placeres.
Me interesan los pueblos originarios, las
canciones de cuna, el mundo etrusco, el griego, las danzas y sus literaturas;
porque siento que entro en esos territorios y soy parte de un mundo que me
habita.
2
— Y estudiaste la lengua de tus ancestros.
AG —
Por amor; fue así que llegué a ser profesora de lengua y literatura italiana y
española. Pertenecí al Centro de Estudios Italianos de la Universidad Nacional
de La Plata, una experiencia más que interesante para la investigación; porque
allí encontré los escritos de Giuseppe Ungaretti y Eugenio Montale, a quienes
dediqué por aquellos años mis trabajos. Conocí a investigadores como Daniel Capano, Trinidad Blanco,
Gloria Galli, Nora Sforza, Betty Neumann
y me vinculé a A.D.I.LL.I. (Asociación de Docentes e
Investigadores de Lengua y Literaturas Italianas), porque movilizan la pasión.
Participé en el Primer
Congreso en América sobre Dante Alighieri en la Universidad de Salta. Expuse un trabajo sobre la memoria colectiva de los italianos, la transculturización de esos grupos humanos desplazados por el hambre y la guerra; y que lograron traer en la memoria fragmentos de obras que supieron recitar en algunas reuniones aquí, al sur de América. Fragmentos claves de la “Divina comedia” como pasaporte de cultura. En aquella oportunidad conocí a Luis Toledo Sande, filólogo cubano y vicedirector en su momento de la Casa de las Américas, hoy amigo más allá del océano. Traduje la novela finalista del Premio Juan Rulfo,“El circo nunca muere”, de Gabriel Bañez, a pedido del autor, para la Editorial Einaudi, que por entonces fue absorbida por una de mayor campo editorial y no llegó a publicarse. Sentí y siento que el reto más temible es traducir poesía: la experiencia la tuve con el libro “Los dioses oscuros” de Ana Emilia Lahitte. Ella me presentó en su casa, donde funcionaba el taller literario, a Roberto Juarroz; y con él tuve el privilegio de dialogar muchas veces, de lograr que accediera a escribir la contratapa del libro de mi amigo Raúl Zeleniuk, una joven promesa que la vida se llevó. Juarroz, en su generosidad permitió que alguien como yo, que intentaba escribir unas líneas, opinara sobre su obra.
Congreso en América sobre Dante Alighieri en la Universidad de Salta. Expuse un trabajo sobre la memoria colectiva de los italianos, la transculturización de esos grupos humanos desplazados por el hambre y la guerra; y que lograron traer en la memoria fragmentos de obras que supieron recitar en algunas reuniones aquí, al sur de América. Fragmentos claves de la “Divina comedia” como pasaporte de cultura. En aquella oportunidad conocí a Luis Toledo Sande, filólogo cubano y vicedirector en su momento de la Casa de las Américas, hoy amigo más allá del océano. Traduje la novela finalista del Premio Juan Rulfo,“El circo nunca muere”, de Gabriel Bañez, a pedido del autor, para la Editorial Einaudi, que por entonces fue absorbida por una de mayor campo editorial y no llegó a publicarse. Sentí y siento que el reto más temible es traducir poesía: la experiencia la tuve con el libro “Los dioses oscuros” de Ana Emilia Lahitte. Ella me presentó en su casa, donde funcionaba el taller literario, a Roberto Juarroz; y con él tuve el privilegio de dialogar muchas veces, de lograr que accediera a escribir la contratapa del libro de mi amigo Raúl Zeleniuk, una joven promesa que la vida se llevó. Juarroz, en su generosidad permitió que alguien como yo, que intentaba escribir unas líneas, opinara sobre su obra.
El eterno tema del cómo debería funcionar
una dirección de cultura, me motivó para realizar un postgrado en Gestión
Cultural en la Universidad FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales), sin intenciones de ocupar puesto alguno, y por el simple hecho de
saber cómo deberían ensamblarse las disciplinas en las comunidades; además estoy finalizando una
especialización en Políticas Socioeducativas. Actualmente trabajo en el
Instituto de Cultura Itálica, en la Asociación Dante Alighieri, como profesora de
lengua y literatura italiana, dicto seminarios sobre Italo Calvino, Misterios Medievales,
entre otros; me desempeño además en el Instituto Superior de Formación Docente de
La Plata,en la carrera de Locución; en la Escuela Superior de Arte de Berisso,
en la carrera de Canto Lírico, dictando dicción y fonética, y en el Instituto
Superior Alessandro Manzoni la cátedra de Lingüística I y II y Glotodidáctica
italiana.
3
— En tu ciudad natal funcionó el taller literario “Almafuerte”.
AG —
Del que formé parte. Allí conocí a Horacio Castillo, quien fue nuestro Maestro,
y como Alighieri dijera y nosotros repetimos: “Tu se´lo mio maestro e´l mio
autore”. Leíamos poesía en tiempos ominosos para nuestro país, a punto
tal de encontrarnos un día con un cartel que rezaba “Hoy se clausura el taller literario”. Así nos despedimos, con el
silencio como metáfora y nos fuimos para reencontrarnos veinticinco años
después, casi transformados en la afanosa Maga cortaziana y escribimos un libro
colectivo, “El lenguaje-lo propio”.
Nos hizo sobrevivir el eros por la palabra, lejos del tánatos de los seres
oscuros. Abandoné la carrera de filosofía porque así me lo pidió mi padre, temiendo
no sabía qué pero temiendo.Y entonces seguimos la vida que nos da hijos para advertirnos
que la eternidad existe. La escritura nunca silenció, sólo nos transformó en
Proteo, chamanes, astrólogos y pájaros, nos alejó del valor éxito pero también
de la esclavitud de la fama. Sentí que me reclamaba más lectura, más alimento y
entonces “La lectura, es la libertad
conquistada”: Paul Celán, Olga Orozco, Miguel Hernández, Juarroz, Roberto
Themis Speroni,Wislawa Szymborska, George Trakl,Fernando Pessoa,Octavio Paz, Álvaro
Mutis, entre tantos.
4
— Y un día publicaste.
AG — Aunque
no convencida, sí,mis primeros escritos; fue por insistencia de amigos. Así
llegó “Escenografías”, el que
obtuviera el Premio Nacional “Iniciación” de Literatura, otorgado por el
Ministerio de Educación y Justicia de la Nación, en la Bienal 1985-1987, años en los cuales se
restableció el mismo,puesto que había sido suspendido durante la dictadura
militar. Los jurados fueron Jorge Lafforgue, Ángel Mazzei, Josefina Delgado, Francisco
Madariagay Horacio Castillo. El día de la premiación fui en micro desde
Berisso hasta tu ciudad; al entrar al Salón Fundadores del Palacio Errázuriz,
dejando a mi mamá y a mi hermana detrás, apresuré el paso, abrí la puerta como
un torbellino y me puse cara a cara con el artista plástico, recientemente
fallecido, Nicolás García Uriburu, quien me indicó que enseguida la ceremonia
comenzaba. Al reponerme, atravesé el salón hasta la primera fila, mientras la
cantoría del Teatro Colón entonaba el Himno Nacional; miré el entorno y evoqué
la primera vez que me habían llevado allí: fue en un paseo de la escuela Nº 3,
mi primaria, en la aventura Berisso-Buenos Aires. Aquella vez había sido la
última en abandonar el recinto, deslumbrada por su belleza, que no entendía
pero que me conmovía. Solamente la voz de la maestra me alertó para que me
apurara. Antes de salir me dije: “Algo
voy a hacer acá”; y lo que hice fue regresar y recibir la distinción en
nombre del presidente de la Republica, que en aquel entonces era el Dr. Raúl Alfonsín,
a travésdel embajador, y poeta, Ramiro de Casasbellas, escoltado por el maestro
Libero Badi y el arquitecto Amancio Williams. La suma de dinero fue importante;
pero no la destiné a la edición de la obra, ya que era más apremiante la
situación económica. En una ocasión, tomando un café en Mar del Plata con
Antonio Dal Masetto, cuando fuimos jurado de los Torneos Bonaerenses, regresó
el tema de la no edición y fue él quien me sugirió que la concretara, al igual
que Horacio Castillo, que sostenía que uno no vuelve a ser el mismo tras ver su
primer libro. Resumiendo: en 2005 publiqué “Escenografías”.
En 2008, “Cantos de la Etruria”,con
prólogo de Rodolfo Godino: había sido producto de mi experiencia en Italia,
donde fui a estudiar como becaria de la Universidad de Perugia (eran cinco
becas que otorgaban en el mundo y pude acceder a una junto a una noruega, un
español, una peruana y una australiana). En Italia fotocopiar libros no es legal; entonces, todas las
noches copiaba en un cuaderno poemas de“La
alegría”de Giuseppe Ungaretti, que me había prestado la biblioteca comunal.
Sentía curiosidad por ese texto iniciático, necesitaba comprobar que la música
de sus poemas estaba también en la disposición de sus silencios. Continué con
las lenguas y estudié catalán y chino por distintos motivos; pero aprendí
portugués para leer a Pessoa en lengua madre y sentirme en cada página como en
Lisboa.
Redondeo mi respuesta contándote que
participo en el volumen “El camino de los
mitos” (Ediciones Evohé, Madrid, España, IV Concurso Internacional “La Revelación”
de relato y poema mitológico), hecho algo insólito para mí, pues votaron los
lectores en la web mi poema y como los resultados fueron favorables, me
incluyeron. Integré la antología “Poesía
36 autores” deLa Comuna Ediciones, de La Plata, en 1998, así como la
colección dirigida por Ana Emilia Lahitte, “Hojas de sudestada” y la Colección
Juan Gelman de Poesía 2014 del Ministerio de Educación de la Nación (compuesta
por ochenta títulos que fueron distribuidos en las bibliotecas de todas las
escuelas del país).
5
— ¿Y tus incursiones en radio, en televisión?
AG — Trabajé
en el programa “Por la noche” de Canal 5 Televisión, emitido con la dirección
de Mario Ortiz y la conducción de Darío González, con los cuales disfrutamos el
haber sido ternados para el Premio Martín Fierro por Cable en 1994; y también
en radio en “Immagine d´Italia”, dedicado a recorrer regiones y costumbres a través
de la música. En la actualidad participo en un magazine en FM Difusión 98.1, con
un micro de literatura denominado “Los libros en la radio”, donde divulgo la
literatura argentina, latinoamericana y mundial.
6
— ¿Otras incursiones?...
AG —
Una de las más bellas fue en Cartagena de Indias, en el Congreso de IBBY,
Organización Internacional para el Libro Juvenil, en 2000, “El nuevo mundo,
para un mundo nuevo”: me sorprendió la ceremonia en la entrega del Premio Hans Christian
Andersen, donde los niños realizaron, en absoluto
silencio, una demostración del dolor por la guerrilla; esa estampa me reafirmó
que la no palabra, es la denuncia más feroz. Allí, gracias a un amigo
colombiano, Jaime Ronis, visitamos la casa de Gabriel García Márquez, a quien
la Comuna de Cartagena le había preparado un homenaje, pero él no pudo asistir,
por su salud delicada. Mantengo presente aquella vivienda color ladrillo y una
ventana abierta al mar de las Antillas.
En Colombia me encontré con Jordi Sierra i Fabra,
escritor catalán que además de ser acaso el autor más prolífico de España, ha investigado
la historia del rock y de Los Beatles, y lleva adelante en ese país una fundación
para jóvenes escritores.
Vino el tiempo de asistir en Cuba a otro encuentro y
ni siquiera la amenaza de un viento importante sobre el malecón, me hizo
desistir de fotografiarme en la Casa de las Américas, en cuya revista colaboré.
La revista “Dall´Italia 2000” y el programa “Caffé
Ristretto”, emitido por Radio Universidad (de La Plata), me permitió a través
de su directora otra experiencia impactante, porque llegando a la escuela, me
preguntan si podía ir a Buenos
Aires para entrevistar a Umberto Eco: no lo dudé y fui. Allí me encontré con una gloria para
quienes hablamos italiano. El maestro, el filólogo estaba “a due passi” y sin
más lo abordé, me autografió y me regaló “Opera
aperta”. Fue muy simpático y generoso; a punto tal de darme su dirección,
en la Universidad de Bologna, para que le enviara la adaptación que trataba
sobre “le lenti di fra Guglielmo”;
así lo hice, y en el remitente asenté, porque creí más segura, la dirección del
colegio. Un 21 de enero, cumpleaños de mi papá, recibo una llamada telefónica,
muy graciosa, desde la secretaría de la institución:“¡Ángela, acá hay un sobre a tu nombre y dice U. Eco! ¿Qué hago?”.“En media hora estoy allí” —respondí. Era verano y cerraban por vacaciones
durante una semana; entonces subí a mi auto y llegué desde Berisso, cinco
minutos antes de la cinco de la tarde;
una vez más celebré el género epistolar, porque conservo la carta de Eco con
apreciaciones sobre el tema.
7 — ¿Y un apunte sobre tus
clases…?
AG — En ellas la poesía
nunca faltó; leer un poema no lleva horas y por eso lo proponía apenas llegaba;
porque opino que una línea puede transformar el día, al permitirnos la belleza
que habla distintos lenguajes para cada uno. Mis clases-talleres eran en una
escuela semirural, con chicos alejados de la mirada de muchos adultos. Allí
creo haber realizado una de las mejores labores de mi vida: los acompañé, les
hice saber lo importante que eran para mí, y que cada uno era único. Uno de
ellos, maltratado por su padre y negado a escribir, a leer, a todo, sucumbió
frente a “El niño yuntero” de Miguel Hernández, y considero que fue aquel gran
poeta que regresó en palabras para abrirle el sendero de liberación. Ese alumno
participó en los torneos bonaerenses, superando todas las etapas regionales,
hasta llegar a la final, y antes de irse a Mar del Plata, me saludó y me dijo: “Voy a ver el mar”, y a mi mente
acudieron aquellos soldados griegos que pronunciaron Thalassa, Thalassa, “El mar, el mar”, pasando por cuatro mil kilómetros de campo
enemigo y llegando a orillas del Mar Negro: los gritos de alegría fueron
inigualables: algo similar transmitió mi alumno.
8 — Fundaste, aceptaste
proposiciones, fuiste jurado, asististe a otros eventos…
AG — Fundamos con Cecilia Bignasco, “Biblos ‘03-Programa
de promoción de la lectura literaria”, con micro programas radiales, talleres y
capacitaciones, siendo distinguido como uno de los diez mejores proyectos de
promoción de la lectura del país, por la Cámara Argentina del Libro, por ABGRA
(Asociación de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina), el Consejo
Superior de Educación Católica Argentina, entre otras instituciones, y
realizamos CDs: “Poetas del Mundo” (lectura en lenguas madres y en
español),“Despreocupado lector” (en homenaje al Quijote por sus 400
años),“Lecturas de nunca acabar”,
por Silvia Milat (las miradas del amor en la literatura), “El milagro de la brevedad”, “Cantos del destierro”, “Himno ciudad de Berisso”, “Cuentos al vuelo” y también inauguramos la Biblioteca de la Inmigración, en un espacio que nos brindó el Centro de Estudiantes y Egresados de Berisso. Casi en paralelo comencé junto a Alicia Diéguez la revista independiente de literatura juvenil“Etruria”, con la cual obtuvimos el Premio Pregonero 2009 a la prensa gráfica, otorgado por la “Fundación El Libro” de Buenos Aires. Con “Etruria”organizamos el Primer Congreso de Literatura Juvenil Latinoamericana y Gallega, con invitados nacionales e internacionales, como Anxela Gracián, Silvia Puentes, Laura Antillano, Esteban Valentino, participando en la mesa de clausura Osvaldo Bayer, así como Víctor Heredia, en su condición de novelista, y amigos incondicionales que nos acompañaron.
por Silvia Milat (las miradas del amor en la literatura), “El milagro de la brevedad”, “Cantos del destierro”, “Himno ciudad de Berisso”, “Cuentos al vuelo” y también inauguramos la Biblioteca de la Inmigración, en un espacio que nos brindó el Centro de Estudiantes y Egresados de Berisso. Casi en paralelo comencé junto a Alicia Diéguez la revista independiente de literatura juvenil“Etruria”, con la cual obtuvimos el Premio Pregonero 2009 a la prensa gráfica, otorgado por la “Fundación El Libro” de Buenos Aires. Con “Etruria”organizamos el Primer Congreso de Literatura Juvenil Latinoamericana y Gallega, con invitados nacionales e internacionales, como Anxela Gracián, Silvia Puentes, Laura Antillano, Esteban Valentino, participando en la mesa de clausura Osvaldo Bayer, así como Víctor Heredia, en su condición de novelista, y amigos incondicionales que nos acompañaron.
Al ser descendiente de inmigrantes, uno imita ciertas
soledades, diría que heredamos espacios que no habiendo sido nuestros, pasaron
a ser propios; por eso cuando Stella Loholaberry me convoca para escribir los
textos de sus proyectos, acepté, porque en ellos pude concretar sueños ajenos
también: “La cantata fundacional”, ejecutada en música por la orquesta sinfónica
de la ciudad, el “Primer desembarco, María Ongay”de los inmigrantes en el
puerto de Berisso, el “Homenaje a la calle Nueva York”, entre otros. Ejecuté un
trabajo de campo que concreté en el libro
“Voces olvidadas. Las lenguas y las canciones de cuna de la inmigración”,
con el texto “Carta”, cedido por Antonio Dal Masetto a modo de prólogo; un
análisis desde la psicología por Marcelo Passoni y la grabación de las
canciones, efectuadas por Cecilia Bignasco, en las diecinueve colectividades
conformadas en Berisso, más una canción en quechua como homenaje a las lenguas
autóctonas. Este volumen fue auspiciado
por UNESCO en 2010 —Año Internacional de las Lenguas—.
En
2013 Abel Robino me invita a formar parte de su colección Cuadrícula y me edita
“Cuerno de
marfil”. En ese año fui
invitada a la FILVEN (Feria del Libro de Venezuela); además de efectuar una
asesoría en el CENAL (Centro Nacional del Libro), una
conferencia en la Universidad de las Artes, “De la oralidad a la posmodernidad”, dicté talleres en el Encuentro
de Literatura Infantil y Juvenil de Carabobo, y en Caracas, junto a Alicia
Diéguez, un seminario de Promoción de la Lectura Literaria y Escritura. La
escritora Laura Antillano me ha incluido en el volumen“Ellas”, de Editorial de la Universidad de Carabobo. Publiqué en “Letralia.
Tierra de Letras” un ensayo, “Galileo Galilei, lector del universo”, para el
libro electrónico “Libertad de expresión,
poder y censura”; y otro sobre los pueblos originarios, “La lengua
exterminada” para el e-book“Veinte”,
celebrando las dos décadas de esa pionera plataforma de la web. Fui jurado del
premio “Viva Lectura” de Editorial Santillana, del Premio Edelap de Narrativa,de
los Torneos Bonaerenses, entre otros.Integré el Plan Nacional de Lectura desde
2009 a 2012, en el equipo técnico, pudiendo de este modo recorrer nuestro país
con talleres o presentaciones de autores (Eduardo Saccheri, Elsa Osorio, Guillermo Saccomanno,
Liliana Bodoc, Mempo Giardinelli, Norma Huidobro, etc.). El taller más solicitado
fue “Poetas de la tierra”: un recorrido por la poesía argentina desde el grupo “La
Carpa” hasta el Sur. Tuve el placer de compartir una extensa charla y una cena
en la ciudad de Salta con el poeta Raúl Aráoz Anzoátegui, el último de aquel
grupo de la generación del ‘40. Otros talleres fueron: “Poetas de las dos orillas”: las voces femeninas de Uruguay y
Argentina desde el siglo XIX hasta el XXI,“Poetas
del Egeo-Una selección de poesía griega contemporánea” y “Palabras originarias”, adquiridos por
la Editorial Mandioca, la cual editó 14.000 ejemplares. En co-autoría con
Gerardo Balverde he escrito para la Editorial Llongseller “Pensar la lengua y la literatura”(manuales de literatura para 4º y
5º año del secundario). Compilé “Antología
latinoamericana de teatro de títeres”, además de manuales para escuela
primaria (área literatura de la Edición del Árbol). Participé en el Foro
Internacional de Mempo Giardinelli, dictando talleres de poesía surrealista y
así compartí encuentros con Gustavo Roldán, Carlos Noguera, director de Monte
Ávila, Liliana Bodoc, Eduardo Saccheri.
Gentile con Horacio Peler, Abel Robino... |
9 — Y ahora,
Grecia.
AG —En 2015 presenté“Diáspora
griega en América” de Editorial Hespérides, donde reuní las historias de
inmigrantes o descendientes que fueron un modelo a seguir por su labor, edición muy cuidada por
mi agente literario Marcela Hammerly. El libro cuenta con un prólogo realizado
por Héctor Arrese Igor y la inclusión destacada de autores de la región y el
extranjero como Ernesto Sierra, diplomado en Estudios Amerindios, perteneciente
al Centro de Estudios Hispanoamericanos de la Habana. Organizar la
versión definitiva me insumió doce años de elaboración. Pertenezco al grupo “Ser
Griegos” y junto a Rosario Curti formamos una asociación civil para la difusión
del helenismo; y participo en la adaptación de las obras para el grupo de
teatro leído: “Edipo rey”, “Conversaciones con Homero”, “Hécuba, las distancias
del odio” y este año “Las Euménides”; además de ciclos de
cine griego, organizamos conferencias y muestras fotográficas y pictóricas.
Estudio griego moderno y bailo danzas griegas. La Editorial Ocelotos, de
Atenas, publicó este año “Los pies de
Ulises” en edición bilingüe (griego-español), con la traducción del
Charalampos Dimou.
10
— En la Escuela Superior de Arte de Berisso, en la carrera de Canto Lírico,
dictás Dicción y Fonética, nos contabas. ¿Cómo se imparte esa materia?
AG —
Tiene una parte
teórica que se basa en el alfabeto internacional fonético (AFI), con símbolos
que ayudan a reconocer sonidos para alcanzar una pronunciación correcta en los
textos de las óperas, más la gramática italiana básica. Trabajamos además obras
como “Orfeo” de Alessandro Striggio como libretista y Claudio Monteverdi como
músico; “Didone abbandonata” de Pietro Metastasio hasta las más populares, como
“Aida” de Antonio Ghislanzoni y Giuseppe Verdi, “Nabucco” (Temistocle
Solera-Verdi), “La traviata” (Francesco Maria Piave-Verdi), “Il barbieredi
Siviglia” (Cesare Sterbini-Gioachino Rossini) o “Madama Butterfly” (Giuseppe
Giacosa-Luigi Illica-Giacomo Puccini), entre otras. Se leen en italiano
respetando el texto del momento en el cual se crearon, se analizan los
argumentos, se escuchan distintas interpretaciones con apoyatura de videos y/o
audio directamente.
*
Ángela Gentile selecciona dos poemas de su “Escenografías” para
acompañar esta entrevista:
II
El archivero continúa la
historia.
Clasifica guerras.
Vigila el devenir de los océanos.
Acumula mundos con su índice
y alimenta la belleza.
Quita el polvo y respira,
rescata para sí un epitafio
y lo sella en sus labios.
Suma el infinito
y dispara su aliento sobre los
continentes.
Guarda en su bolsillo una luna
medieval,
junto a una antigua comarca de
pájaros
y recuerda a los hombres, a los
hambrientos
perseguidores del ocaso.
*
V
Después de los
grandes incendios
mi sombra vigila el
cielo.
Recuerdo el paladar
de los navegantes.
Desde siempre en la
rueca del ocaso,
observo mis
desparejos pies
cruzando el
horizonte.
Doy silencio al
resplandor de los moribundos
y tejo las pesadillas
del éxodo
entonando la canción
del ausente.
Celebro la mujer de
tulipán
que viaja en mi
mirada.
*
Entrevista
realizada a través del correo electrónico: en las ciudades de La Plata y Buenos
Aires, distantes entre sí unos sesenta kilómetros, Ángela Gentile y Rolando
Revagliatti, diciembre 2016.