Hoy no voy a hablar de jardinería.
Voy a hablar del plantón.
Este fin de semana fue el de las grandes plantas. No he visto a nadie.
El plantón que peor me ha sentado es el que ha venido de una amiga que decía que odiaba a la gente que llegaba tarde. Sobre todo cuando además de llegar tarde, 5 min después de la hora, te mandan un sms diciéndote que llegan tarde.
Pues hoy no llegaste tarde. Sí, mandaste un sms diciendo que no venías sin tener la certeza de que lo hubiese leido. Malditos los móviles. Y encima la culpa es mía por no haber leido el sms.
Me voy para casa. Llamo a alguna otra amistad que me tenga algo de respeto. Pero no consigo hablar con nadie. Porca miseria.
Voy a dar un paseo corto. A tomar el aire. Ver caras nuevas y andar por calles por las que nunca he ido.
Menos mal que siempre me tendré a mi.
Una playa como cofete vale para perderse en soledad, bien acompañado y para pensar.
domingo, 14 de noviembre de 2010
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Pues sí.
Pues sí, pues sí. El jueves preguntarán los fariseos qué dónde está el Reino de Dios. Hoy algunos se preguntan incluso que donde está Dios. Dios no existe, por favor.
El otro día me enviaban un diálogo curioso entre un barbero y su cliente. El barbero era cristiano mientras que el cliente un ateo de tomo y lomo. Este le decía al barbero que Dios no podía existir porque permitia las maldades del mundo, con su injusticia. Si Dios existe ¿por qué no hace nada al respecto?
El barbero, mudo, mientras le iba dando el masaje tras el afeitado, mirando por la ventana veía a varias personas cruzar por la calle, unos melenudos y otros con barba. Y se le ocurre contestar al cliente:
Pues los barberos tampoco existen -mientras le señalaba a los transeuntes a través del cristal-porque si existieran, no habría melenudos ni barbudos por la calle.
El ateo le contesta: "es que eso no funciona así. Si quieren, pueden acudir al barbero, nadie les obliga"
A lo que el barbero le contesta. "con Dios funciona de igual forma. Hay que acudir a él".
Era algo parecido, pero supongo que la idea se capta fácilmente ¿verdad?
No preguntaré quién ha ido a la caza de Dios, pero ¿quién va a la caza de un amigo?
Normalmente tenemos nuestros amigos. Y parece que eso nos basta. Entonces, ¿por que siempre tengo sed de nuevos amigos?
Tengo una amiga que hace bromas en plan celosa cuando hablo de mis amigos de Girona, o nuevos amigos de Girona, como dice ella. Y es que me gusta hablar de ellos porque me gustaría que los amigos que ya tengo les conocieran. Y como no tienen por que ser mis amigos, amigos de mis otros amigos (digo tanto amigo que es como repetir cacahuete mil veces, la palabra acaba sonando ridícula, jajaja) decía que no puedo obligarles a que simpaticen, pero sí a que conozcan que otras personas forman parte de mi vida. Y me gusta fomentar nuevas amistades.
Voy a la caza!!!
El otro día me enviaban un diálogo curioso entre un barbero y su cliente. El barbero era cristiano mientras que el cliente un ateo de tomo y lomo. Este le decía al barbero que Dios no podía existir porque permitia las maldades del mundo, con su injusticia. Si Dios existe ¿por qué no hace nada al respecto?
El barbero, mudo, mientras le iba dando el masaje tras el afeitado, mirando por la ventana veía a varias personas cruzar por la calle, unos melenudos y otros con barba. Y se le ocurre contestar al cliente:
Pues los barberos tampoco existen -mientras le señalaba a los transeuntes a través del cristal-porque si existieran, no habría melenudos ni barbudos por la calle.
El ateo le contesta: "es que eso no funciona así. Si quieren, pueden acudir al barbero, nadie les obliga"
A lo que el barbero le contesta. "con Dios funciona de igual forma. Hay que acudir a él".
Era algo parecido, pero supongo que la idea se capta fácilmente ¿verdad?
No preguntaré quién ha ido a la caza de Dios, pero ¿quién va a la caza de un amigo?
Normalmente tenemos nuestros amigos. Y parece que eso nos basta. Entonces, ¿por que siempre tengo sed de nuevos amigos?
Tengo una amiga que hace bromas en plan celosa cuando hablo de mis amigos de Girona, o nuevos amigos de Girona, como dice ella. Y es que me gusta hablar de ellos porque me gustaría que los amigos que ya tengo les conocieran. Y como no tienen por que ser mis amigos, amigos de mis otros amigos (digo tanto amigo que es como repetir cacahuete mil veces, la palabra acaba sonando ridícula, jajaja) decía que no puedo obligarles a que simpaticen, pero sí a que conozcan que otras personas forman parte de mi vida. Y me gusta fomentar nuevas amistades.
Voy a la caza!!!
jueves, 4 de noviembre de 2010
Nuevos ambientes
Estoy rodeado de nuevos ambientes. Nuevas personas. Nuevas alegrías y nuevos disgustos. Estos aún no han llegado. Suelen llegar cuando esperas algo de las personas que luego defraudan. Y cuando eso sucede te hieren el orgullo. Llegas a creer que has sido demasiado bueno con ellos.
Sigo apostando por las nuevas personas. Y por las viejas. No soy demasiado orgulloso. Nunca puedo ser demasiado bueno con alguien.
A veces me junto con los malos. Y soy reprendido por los buenos. Aléjate de ellos -me aconsejan.
Y cuando marco distancias... lo agradezco, porque descanso. Pero eso es dar la espalda, y no me sienta del todo bien. Me agobia cuando doy la espalda a alguien, incluso a sabiendas. Incluso agradeciendo ese "tiempo" de paz conquistada.
Ahora estoy en una fase rara (pero habitual en mi naturaleza). Necesito intimar con alguien. Ya sea antiguo o nuevo conocido. Descubrir un nuevo corazón o quitarle el polvo a corazón conocido.
¿Qué piensas? ¿Qué sientes? ¿Me quieres? Te quiero. No cuesta tanto decirlo. Me siento a gusto dicíendolo. Incluso si llego a incomodar por expresar lo que siento.
Y esto me lleva a otra idea. Decir te quiero (vaya, hoy tenía ganas de escribir mis nachadas) es increible que pueda llegar a incomodar. Los menos sensibles al oir estas palabras seguro que le dan a la razón.
"No sé por qué me dice eso";
"Es demasiado pronto para esto";
"No nos conocemos el tiempo suficiente";
"Me violento, ¿qué respondo? ¿gracias?";
"imposible que sienta lo que dice";
"..."
Supongo que al final, para uno, decir "te quiero" le sienta al alma como a los pulmones escupir esa flema que no les deja hincharse a gusto.
Al alma se llega por el cuerpo, decía el cura y no sin razón.
Sigo apostando por las nuevas personas. Y por las viejas. No soy demasiado orgulloso. Nunca puedo ser demasiado bueno con alguien.
A veces me junto con los malos. Y soy reprendido por los buenos. Aléjate de ellos -me aconsejan.
Y cuando marco distancias... lo agradezco, porque descanso. Pero eso es dar la espalda, y no me sienta del todo bien. Me agobia cuando doy la espalda a alguien, incluso a sabiendas. Incluso agradeciendo ese "tiempo" de paz conquistada.
Ahora estoy en una fase rara (pero habitual en mi naturaleza). Necesito intimar con alguien. Ya sea antiguo o nuevo conocido. Descubrir un nuevo corazón o quitarle el polvo a corazón conocido.
¿Qué piensas? ¿Qué sientes? ¿Me quieres? Te quiero. No cuesta tanto decirlo. Me siento a gusto dicíendolo. Incluso si llego a incomodar por expresar lo que siento.
Y esto me lleva a otra idea. Decir te quiero (vaya, hoy tenía ganas de escribir mis nachadas) es increible que pueda llegar a incomodar. Los menos sensibles al oir estas palabras seguro que le dan a la razón.
"No sé por qué me dice eso";
"Es demasiado pronto para esto";
"No nos conocemos el tiempo suficiente";
"Me violento, ¿qué respondo? ¿gracias?";
"imposible que sienta lo que dice";
"..."
Supongo que al final, para uno, decir "te quiero" le sienta al alma como a los pulmones escupir esa flema que no les deja hincharse a gusto.
Al alma se llega por el cuerpo, decía el cura y no sin razón.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
El ciclo de Dreyer.
Ayer estaba cansado. Y cuando estoy cansado, me entra sueño.
¿Parezco redundante?
Es la tónica habitual de mi día a día. Y en esa tónica soy incapaz de ver la TV sin quedarme dormido.
Ayer echaron en La 2 "El ciclo de Dreyer". Tenía mala crítica. Era de las lentas. Vamos, lo tenía todo para no aguantar ni el primer asalto.
PERO ME GUSTÓ. La sensación que me transmitió fue la misma que me transmiten esas peliculas que empiezan a las tantas de la madrugada, lentas pero muy interesantes... nostálgicas...pensantes...reflexivas...profundas...interiores...de sentir la vida... lo bueno... lo malo...
Los diálogos me parecieron fascinantes. El guionista tiene que ser una persona que le da muchas vueltas a la cabeza y que examina muy adentro de su corazón. Compartí muchas cosas.
En un foro de cine de peliculas de Dreyer (director de cine sueco, como no) los protagonistas analizaban la película que veían como una explicación a la vida. Y la última frase del último cinefórum fue redonda. No recuerdo muy bien pero venía algo así como a que "no sabemos si tenemos derecho a ser perdonados, pero lo que sí es seguro es que merecemos la resurrección para poder decir que sabemos como vivir la vida que se nos vuelve a presentar por delante."
Lo podemos haber hecho muy mal en el pasado, pero el hecho de seguir estando vivos nos dice que hemos resucitado, pero no para morir de nuevo, sino para sentirla de pleno y aprovecharla para amar, que para odiar el mundo ya tiene personas suficientes.
Ilustro mi entrada con esta foto. Un momento feliz de mi vida.
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