sábado, 24 de julio de 2021

5. SOBRE MONSTRUOS Y CASTILLOS. De Morgana M

 

 

Fieles esbirros de la luna, los murciélagos

vuelan en círculos desaprobando a la muchedumbre

que avanza hacia el castillo con teas ardiendo

Enemigos de todo lo distinto

 vociferan de odio y hastío

Gritan furibundos su condena

llevando en mano picos y rastrillos

Mientras algo teje una sombra que palpita y crece

para defenderse del miedo y los prejuicios

-pero no es el monstruo-

el monstruo en el fondo se siente acorralado

y tiembla por la injusticia que busca encadenarlo

-se aísla porque no quiere que le teman-

¿Tocarán la puerta? Claro que no.

Querrán derribarla, es un hecho.

Y es en este desprecio que nuestro dolor se asemeja

es en esta profunda soledad que la angustia nos hermana

ya puestos en el infortunio, verdugo y condenado

se sienten de la misma manera

Ninguno de los dos ganará esta batalla

Los muros del castillo no son infranqueables

y aunque brillen las estrellas allá afuera

aquí dentro no encontrarás lo que sueñas

no entrará el primer rayo de sol a este recinto

jamás un pequeño gesto de cariño,

nunca el amor y mucho menos el deseo

ahora que lo sabes

espalda con espalda,

luchemos

Quizás se propague el fuego, quizás la muerte llegue primero

y si tenemos suerte tal vez, sólo tal vez…

aceptemos desafiantes nuestro destino.

Seudónimo: Morgana M

 

domingo, 18 de julio de 2021

32. EL CUENTO DE LA BODA. De Neo

 

 

Él estaba nervioso como todo buen novio. Ella con el clásico retraso de la novia. Los periodistas convertidos en una jauría amenazaban con romper las puertas de la iglesia. Afuera la multitud contemplaba la boda en pantallas gigantes. Todo un suceso. Era el primer matrimonio legal entre un hombre y una ginoide. Al fin llegó la novia, lucía radiante con su vaporoso vestido blanco. Venía del brazo de su diseñador. La multitud suspiró a una sola voz cuando entró. Las mujeres rabiaron de envidia por su belleza sobria. Los hombres volvían la cabeza al ver sus curvas. Tras la ceremonia de rigor el sacerdote dijo: «Pueden besarse» y se desataron los aplausos de los asistentes.

No podía ser de otro modo. Habían sorteado muchos obstáculos para llegar a la boda: una sociedad dividida por el debate, una profunda reforma legislativa y la desaprobación inicial de la Iglesia. Sin contar los desafíos tecnológicos. Un éxito del amor y la ciencia. El mundo siguió su curso y se apagaron las noticias, pero solo hasta que el matrimonio anunció el nacimiento de su primer hijo. De nuevo la noticia fue tendencia en las redes sociales. «Es una mujer-robot, no fue diseñada para concebir hijos. Va contra la naturaleza y contra Dios», declararon los escépticos. Mi abuela sonreía cuando escuchaba los comentarios y repetía: «La vida es un flujo indetenible».

La abuela ya no está conmigo, murió hace mucho tiempo. Me encantaba su forma dulce de hablar. Pese a que soy un hombre añoro sus historias antes de dormir. De todas, siempre preferí el cuento de la boda de papá y mamá.

Seudónimo: Neo