domingo, 29 de enero de 2017

Potaje de alubias pintas y coliflor.




¿Quién puede resistirse a este plato de cuchara, sabroso, completo y muy apetecible, sobre todo en estos días invernales? 


Con sus alubias pintas tiernas y suaves y con sus verduras, bien calentito… es un plato de “cinco cucharas” (no sé si existe esta clasificación pero si no la hay la inventamos).

Necesitamos:
Alubias pintas de buena calidad, 60/70g por ración.
Una cebolla y una zanahoria.
Una hoja de laurel seca.
Aceite y sal.
Además necesitamos:
Coliflor, 40/50 g por ración.
½ cebolla, unos dientes de ajo, 2 zanahorias y ½ pimiento verde (o rojo, a tu gusto).
Una ramita de romero fresco.
Caldo vegetal o agua.


Empezamos la noche antes lavando y poniendo en remojo (agua fría) las alubias para que se hidraten.

Cuando las vayamos a cocinar las escurrimos, las ponemos en una pota, más bien alta, con un chorro de aceite; revolvemos para que se unten todas y agregamos la cebolla partida en dos trozos, la zanahoria pelada y entera y la hoja de laurel.

Cubrimos con agua fría y ponemos al fuego.

Cortamos la cocción añadiendo un poco de agua fría en dos o tres ocasiones. 

Es conveniente que las alubias tengan un hervor suave y constante para evitar que se suelte la piel.

Cuando estén tiernas salamos y apagamos. Sacamos la cebolla y la zanahoria.

Mientras en otra cazuela ponemos dos o tres cucharadas de aceite, unos dientes de ajo picados, ½ cebolla partida menuda, el pimiento también picado menudo, las zanahorias peladas y partidas y la ramita de romero. Sofreímos.


Cuando todo está blandito añadimos una pizca de pimentón dulce y la coliflor partida en ramitos pequeños, cubrimos con agua (o caldo vegetal) y ponemos a cocer. 





A media  cocción juntamos con el guiso de alubias y ya todo junto lo dejamos cocer despacio hasta que todo está en su punto, aproximadamente 10 minutos.

Dejamos reposar y servimos.



Algunos consejos:
Si no queréis cocer la legumbre podéis usar de bote (yo nunca las he utilizado pero creo que las habrá de calidad).
Si cocéis las alubias aprovechad para hacer el doble de lo que necesitéis y congelad unas raciones para otro día.
Se pueden cambiar las alubias pintas por cualquier otra variedad o por garbanzos.
Cuando juntéis las dos preparaciones tened cuidado con la cantidad de caldo que añadís para que el potaje quede espesito. También se puede espesar el caldo triturando la cebolla y la zanahoria, que sacamos de cocer las alubias y añadirlo al guiso.
El romero en esta receta no es un tema menor: da un perfume magnífico al potaje (si no os gusta pues prescindir de él o poner laurel).



Esta receta está inspirada en una de la web recetas italianas. Com.






jueves, 26 de enero de 2017

Codillo de cerdo asado.





El codillo de cerdo o pernil es una parte del cerdo, ubicado entre la unión de los dos huesos de la pata donde se forma el codo. El codillo tiene un sabor fuerte, es muy aromático, contiene abundante grasa.

Necesitamos:
Dos codillos.
Patatas, las suficientes para cubrir la fuente del horno.
Unas ramitas de romero.
Un vaso de caldo de verdura o de carne.
Sal, pimienta y aceite.

Paciencia, ingrediente necesario, imprescindible. El codillo necesita tiempo de horno, no es un plato para hacer con prisas. 
Os contaré que puse dos codillos a asar, probé, comprobé y pensé que ya estaban hechos así que… fotos y a comer. Comer comimos uno, no estaba mal pero le faltaba “un poco”. 
Al día siguiente otra vez el codillo al horno, una horita más y…perfecto. Mucho más sabroso, más meloso, mucho mejor: a la mesa directamente, esta vez sin fotos.



El proceso es sencillo.
Pelamos y partimos las patatas de forma irregular. Las ponemos en una fuente de horno; salamos, añadimos un chorro de aceite y unas ramas de romero.

Encima de la cama de patatas ponemos los codillos, sazonados con sal y pimienta, agregamos el caldo y metemos en el horno caliente a 170º / 180º.

De vez en cuando regamos con la salsa, damos un cuarto de vuelta al codillo y dejamos que se haga. El tiempo total en mi caso, contando la segunda parte, fue de 2 horas y media.


Las patatas estaban espectaculares.

domingo, 22 de enero de 2017

Coles de Bruselas con dátiles.


Esta receta tiene una combinación de sabores muy agradable. Puede ser una guarnición o un primer plato dependiendo de las cantidades.







Necesitamos:
Coles de Bruselas, para guarnición yo puse 8 por persona (no sobró ninguna); para primer plato calculad una docena por persona aunque eso depende de cada uno.
Dátiles,para la guarnición pesaban 70 g sin hueso.
Salsa de soja, dos cucharadas.
Una cebolla mediana.
Aceite virgen extra y sal.

Empezamos poniendo agua a hervir con sal; quitamos, si hace falta, alguna hoja exterior y lavamos las coles. Cuando hierva el agua las añadimos y dejamos cocer hasta que estén tiernas. Yo saqué la más grande y la pinché con un palillo para comprobar que estaba cocida.

Mientras picamos la cebolla, con el corte que os guste, yo lo hice en juliana y la ponemos en una sartén con dos cucharadas de aceite virgen hasta que empieza a ablandar. 

En ese momento agregamos los dátiles sin la pepita y partidos en trozos pequeños y la salsa de soja; dejamos un par de minutos y añadimos las coles.

Revolvemos con cuidado para que todo se mezcle y las coles cojan el sabor del sofrito.


¡y listo!


miércoles, 18 de enero de 2017

Sopa de arroz con langostinos.




Hace frío, mucho frío así que empezar la comida con un sabroso y nutritivo plato de sopa es un gran placer.

Podéis convertir fácilmente esta sopa en un plato único añadiendo unos 100g de merluza o de mejillones (peso sin cáscara) por ración.
Tal como está es un fantástico primer plato.
Necesitamos para el caldo de pescado: la cabeza y la espina de una merluza, las cabezas y los caparazones de los langostinos y media cebolla.
Además necesitamos por ración: unos 40 g de arroz, la carne de entre 4 ó 6 langostinos. 
½ cebolla, una cucharadita de pimentón, sal y aceite de oliva virgen extra.
Empezamos haciendo el caldo: en una pota ponemos 2 cucharadas de aceite y sofreímos las cabezas y caparazones de los langostinos para que se tuesten un poco, añadimos la cabeza, la espina y la ½ cebolla y cubrimos con agua. Salamos y dejamos cocer despacio entre 15 y 20 minutos, no hace falta más. Apagamos y colamos.

Ponemos otras dos cucharadas de aceite en una cazuela y sofreímos despacio la otra media cebolla partida en trocitos pequeños; cuando esté blanda y transparente añadimos el arroz y el pimentón, damos unas vueltas y ponemos el caldo caliente. Dejamos cocer unos 15 minutos y agregamos los langostinos partidos del tamaño adecuado para una sopa. Dejamos cocer un par de minutos y apagamos.
 
Sí vais a poner la merluza hacerlo a la vez que los langostinos, partida en trozo pequeños y sin piel ni espinas.
Sí no os gusta el pimentón no lo pongáis, sustituirlo por unas hebras de azafrán tostadas.
Sí tenéis arroz blanco cocido que os haya sobrado de otro plato podéis reciclarlo añadiéndolo al caldo hirviendo y dejándolo calentarse bien.


¡lista para comer!