Recientemente
hemos visto en la asignatura de CMC una película sobre el tema de Salud y
Enfermedad que estamos tratando.
La película,
titulada Despertares, de 1990 está basada en la autobiografía del neurólogo
Oliver Saks, encarnado en la película por Robin Williams bajo el nombre de
Malcom Sayer.
La película nos
narra la historia de un médico que entra a trabajar en un hospital psiquiátrico
de Nueva York.
Allí hay una
paciente, Lucy, que sufre encefalitis letárgica, que le llama la atención y de
cuya enfermedad comienza a investigar.
Lucy y los demás
enfermos de encefalitis letárgica del hospital se encuentran en estado
catatónico, pero reaccionan a diferentes estímulos como oír su nombre, un
determinado tipo de música o el lanzamiento de una pelota (la que cogen al
vuelo, demostrando unos increíbles reflejos).
Tras asistir a
una charla sobre una nueva droga, la L-dopa, como tratamiento del Parkinson, a
Sayer se le ocurre utilizarla para los enfermos de su hospital, pero le costará
conseguir la autorización y la financiación necesarias.
Una vez recibido
el consentimiento de la madre, Sayer comienza su ensayo clínico suministrando
la L-dopa a un paciente llamado Leonard, interpretado por Robert De Niro. El
paciente comienza a realizar alguna respuesta a estímulos, pero no mejora, por
lo que Sayer decide saltarse el protocolo y administrarle más L-dopa de la
permitida, convencido de que así funcionaría. Y estaba en lo cierto. Pronto
Leonard comienza a despertar. No solo se mueve, come e incluso habla, si no que
en poco tiempo llega a alcanzar un estado de lucidez comparable al de una
persona sana.
Ante tal éxito
Sayer suministra el mismo tratamiento al resto de pacientes, obteniendo los
mismo resultados milagrosos.
El mundo ha
cambiado mucho desde que todas estas personas se durmieron. Leonard por ejemplo
se quedo catatónico en la niñez. Sayer le enseña el nuevo mundo en el que ahora
vive y forja con él una fuerte amistad.
Leonard se
siente lleno de vida y se rebela contra los médicos por no dejarse salir cuando
le plazca del hospital, lo que produce su aislamiento con los enfermos más
peligrosos. Pero Sayer se da cuenta de algo que le preocupa. Su amigo presenta
un tic que se va agravando con el tiempo.
Leonard cada vez
está peor hasta que se produce el final más amargo que podíamos esperar para la
película. Poco a poco Leonard y los demás pacientes quedan paralizados hasta
que vuelven a dormir para siempre.
Esta impactante
película, que sin duda deja marca en quién la ve, nos muestra el primera
instancia el caso de personas que apenas pueden moverse, que no pueden hablar,
que no pueden apenas vivir. Esto debería hacernos replantearnos cómo podemos
quejarnos de nuestros problemas del día a día, cuando al compararlos con los de
personas como estas son al cosa más insignificante.
No quiero ni
imaginar lo duro que debe ser padecer una de estas enfermedades, o tener un ser
querido que la padezca. Esta película nos enseña a disfrutar de la vida.
Otros temas, ya
más específicos, que trata la película y que posteriormente hemos tratado
nosotros en clase, son los protocolos o la relación médico-paciente.
Sobre lo
primero. Hay en un momento de la película, ya relatado antes, en el que el doctor
Sayer decide saltarse el protocolo y todo le sale bien (en principio claro).
Pero esto podría no haber sido así. Como expusimos en clase, los protocolos están
para algo, están para controlar y proteger al paciente que se somete al ensayo
clínico. Saltárselo podría
perjudicar al paciente y además toda la responsabilidad iría para el médico. En
mi opinión no deben tomarse a la ligera y deben ser respetados y cumplidos.
En cuanto a la
relación médico-paciente, en la película se muestra claramente como el protagonista
forja un fuerte vínculo de amistad con Leonard.
Una buena relación
de amistad y confianza puede ser beneficiosa para la recuperación del paciente,
especialmente en el ámbito psicológico. Aunque tal vez, una relación tan
estrecha que llegue a crear una especie de dependencia emocional puede traer
problemas, en el momento en el que el paciente empeore sobretodo.