jueves, mayo 26, 2011

Dueños de nadie...



Sumidos bajo las sábanas blancas, al amparo de la luz de la moribunda tarde…
entregados a la efímera pasión que nos brinda el momento.
Solos, abrazados en el ahogo del calor de la noche naciente,
derribados como cuerpos inertes…
en la habitación que en este instante es nuestro mundo, nuestro universo.
Bajo estas cuatro paredes nada más existe, nada es ajeno a nosotros…
dueños el uno del otro, y a la vez dueño de nadie.

Tu piel se funde en mi cuerpo y tus manos abrigan mi soledad…
yacemos en el abandono de esta habitación,
ajenos del resto, perdidos en esta locura, en el deseo.
Mientras el mundo continúa su curso
nos situamos aquí, olvidados de todo.

Somos perfectos desconocidos,
que sin saber el porqué estamos aquí …
inconscientes de la vida…
miserables infelices, tratando de buscar este sentimiento inexistente,
insistiendo en opacar la soledad
y manipularla a nuestro antojo.

Un pacto de confianza, un acto de complicidad
no es necesario deliberar… estamos aquí, porque queremos estarlo.
Ya es de noche… la ciudad permanece en silencio…
te abandono mientras duermes,
un adiós tierno y silencioso , me esfumo de este lugar.
Adiós cariño, pronto volveré... para tenerte en mis brazos.

By Vissnasjäl

martes, mayo 24, 2011

Sangre de mi sangre...

Te miro y me veo a mí
cuando los años aún eran sonrientes.
Te miro y no sé por qué
ya no deseo que el tiempo vuelva atrás.
El aire ya no canta
cada vez que nuestras horas se enlazan.
Las nubes ya no vuelan
cada vez que nuestros pasos se abrazan.

Un eclipse
asesino
fúnebre
rasga la luz
escalando sobre mí.
Un beso
lejano
ficticio
desaparece gris
con lo que alguna vez fuimos.

Una melodía
entristecida
pálida
acaricia el odio
que en silencio vive.
Una promesa
nonata
mortecina
vomitó miedos,
traiciones, desdén, ira.

Lo que queda de los juegos infantiles
sólo es un recuerdo de sangres hermanas.
Estás sentado, en silencio a mi lado,
y un día más muere tras la ventana.

by Arkänus

lunes, mayo 16, 2011

As I Fall

Two steps from the edge,
I don't hear the voices of consciousness.
Only one long deep breath,
and your pale face is now a thin whisper.

Time holds on the air,
waiting for the last drop of my decision.
Once they were childish tears,
today they're the echoes of this, my story.

Questions end here now,
but I couldn't ask you why did you leave.
My dreams were stolen,
when you refused to live them running away.

Buildings are fading,
the dark street approaching my sad head.
Hours will be gone soon,
the wind wraps my bones in a last tremble.

Can't look back. Can´t say no.
The abysmal tomb swallows my flesh.

And I sing your name
as my eyes close for good.
No more pain at night,
no more tears for the moon.
If people ask for a reason,
don't confess it was you.

Let my heart stop,
let my lips die.
If there is no you,
then there is no life.

by Arkänus

Frágil

Tu garganta en mis manos,
eres tan frágil ahora.
Tus ojos entumecidos
rogando piedad lloran.
Alma regalada a mí,
soy poseedor de todo.
Un día me diste tu piel,
hoy la tengo a mi modo.

Tu boca perdió el sabor
dulce de tu aliento vivo.
Expele ahora tu sangre,
cada beso sabe a vino.
Una voz desgarrada
surge de tu cuello gris,
presiono aun más fuerte,
tu cuerpo es sólo de mí.

Tus labios azules, fríos, envejecidos
han dejado, vacíos, de besar los míos.
Un viscoso río de ligeros rojos hilos
camina tras tu cabeza, un nido perdido.
Has dejado tus gemidos, tu carne y mente.
Sólo con hastío oigo tu manos inertes.
Te amo, te odio, muere, no quiero verte.
Me diste tu vida, yo te regalo la muerte.

Grita, grita, grita, estás muerta.
Grita, grita, ya no hay más respuestas.

by Arkänus

jueves, mayo 05, 2011

Camino...



Un camino desvanecido y melodioso
bajo la tutela del helado ahogo
de una luna demacrada y silenciosa.
Una luz tenue, casi imperceptible
reclama la dirección que debo seguir
sin preguntar ni decir nada.

Tras las orillas tu cara aparece de repente,
como si la muerte jugara con un fantasma.

No oigo paso alguno detrás de mí
en la muda estela de mis llantos
confesos tantas veces con lástima.
La noche llueve en la calle desnuda
de gente, de personas, de niños
que sonríen ajenos a la vida.

Cada brisa es la reencarnación de tu voz fría,
como si tú hubieses nacido de la tristeza.

El tiempo se perdió en tu recuerdo,
a la vez en el tiempo yo me pierdo.
De la noche por ahora soy un infiel amante,
en la fría espera de llegar a cualquier parte.

By Arkänus

miércoles, mayo 04, 2011

SINFONÍA MALEVOLENTE



Sumida en la inmensidad de fantasía infinita,
amparando la soledad bajo su regazo.
Misteriosa flor, que vive en un campo de espinas.
Melodía silenciosa, que permaneces suspendida en mi mente,
cuyos cánticos etéreos danzan en mi pensamiento
convirtiendo su presencia en perverso fervor que desgarra el alma muerta,
revive los azotes de furia que este cadáver putrefacto
siente por aquel que fue amado.

Un concierto patético, cuya
sinfonía relata el agravio hecho…
las notas suaves y armónicas relatan
recuerdos rezagados bajo el frío calor de esos labios,
que aún tocan mi cordura hasta hacerme caer.
Conciencia desechada, mente confusa…
invocan la nostalgia,
olvidada bajo lágrimas derramadas ya evaporadas.

Santa y siniestra pasión efímera
que ha descuartizado todo sentimiento de afecto.
Eres insoluble sinfonía en el recuerdo casi olvidado,
existe nostalgia, perdura mi odio…

Las notas se alzan y se vuelven estridentes,
la melodía celestial se ha esfumado.
El concierto es pesadilla eterna…
el lóbrego autor de esta locura permanece
sentado frente a mí,
él es el ejecutor de la obra,
el demonio hecho hombre.
La melodía danza, se eleva y chilla lastimosamente
hasta que los espectadores ensordecen.

Les presento la sinfonía de la malevolencia,
cuyos cánticos etéreos deambulan en mi mente,
quien es la culpable de mi locura,
la causante de mi suicidio.

domingo, abril 24, 2011

CULPAS INCONFESAS


CAPÍTULO I

Transcurrían los minutos y yo seguía observando aquella hoja, sin saber qué demonios escribir: si trazar algún dibujo o rasguear un poema, tal vez simplemente nada. He pasado días enteros contemplando una página en blanco, admirando su pureza y olvidando lo que pretendí plasmar suavemente con mi lápiz. Una página en blanco. Ya no es una hoja blanca, pulcra e inmaculada. Poco a poco corrompo su inocencia con el suave goteo de tinta que derrama mi lapicera. Se salpica de tinta negra, igual que mi espíritu corrompido por las consecuencias de mis actos.
No me creo una blanca paloma, tampoco un ente ruin. Sin embargo, debo decir que he hecho cosas estúpidas, carentes de sentido que han llenado mi cabeza de confusiones y en más de alguna ocasión me han conducido a la rabia y el rencor. Por culpa del miserable orgullo he alejado a personas importantes, e incluso, de mí misma. Dentro de mi hermetismo aún existe aquella persona que necesita de la luz para vivir, que necesita del llanto y la risa para seguir adelante… que requiere de la confianza del resto para desenvolverse sin miedo. Necesito despertar y ahogar la angustia en agua con sal o veneno si fuera necesario, necesito caer bajo un cálido abrazo de un cuerpo ajeno y no saber de nada ni de nadie, no quiero saber de realidad ni del mundo. Quiero escapar de lo que me rodea, pero a la vez quiero despertar de este sopor que me aturde.
¡Llámenme desquiciada, presa de mi cordura esquizofrémica, como quieran! no me afecta, debo reconocer que sí, estoy loca, o tal vez sea más cuerda que aquellas personas que creen tener un sano juicio. Puedo estar simplemente trastornada o quizás no, ¡quién sabe y a quien le importa! Como dicen por ahí, para hacer cambios hay que estar loco, para crear hay que estar chiflado, para pensar también. De lo contrario, seríamos unos malditos zombies que vagaríamos por la vida sin saber qué demonios hacer, ni cómo actuar, ahí ni siquiera contarían las estupideces que cometemos, especialmente las idioteces que yo he cometido.
Debo decir que esta página es como una vista a mi deplorable alma, la que inevitablemente, como esta hoja, se ha ido manchando. Ahora no es más que un trozo de papel arrugado y desecho por el autor que garabateó vagamente sus palabras en el libreto de la vida, cuya marioneta yace aquí escribiendo esta nota. Justamente, así me siento. No diré que me siento así porque quizás he sido una víctima de mi destino nefasto, pues no lo soy. Confesaré que yo lo he querido: inconscientemente me hago daño a mí misma, y no me doy cuenta hasta despertar de golpe y verme a punto de caer al fondo del abismo.

Vissnasjäl.-





CAPÍTULO II

Transcurrieron los días, luego de abandonar este escrito he decidido continuar escribiendo en este trozo de papel, que por cierto, no dudé en tirarlo a la basura. Quizás no continuaré con el mismo ímpetu que comencé, haré lo posible por seguir el rumbo. Es jueves 20 de abril del año 2011. Es pasada media noche (12.12 am. para ser más específica). Como es costumbre, aún permanezco despierta. Es una noche lluviosa, el rosal del jardín rasguea mi ventana a causa del temporal que se levanta y debo decir que me agrada. Estoy escuchando una banda de folk experimental chilena, Bauda. Aunque suene bastante extraño, el folk metal ayuda a concentrarme y a escupir todos los miserables sentimientos de culpa, rencor, frustración y miedo que siento; dejándome la sensación de tranquilidad, nostalgia y vacío que me hace sentir mejor. Siento que mi alma danza, al oír aquella armoniosa melodía que acaricia mis oídos. No quiero que acabe este momento de tranquilidad, pero nada es eterno.
Culpas inconfesas. Es el nombre que he puesto a esta especie de… lo que sea. Sí, me siento culpable… de tantas cosas, en primer lugar, soy la persona más contradictoria que tal vez hasta ahora ha pisado este suelo; cambio de opinión cada cinco minutos y nadie entiende mi retorcido genio, ni mucho menos mi sentido del humor. Algunas veces siento que no encajo en esta sociedad y reconozco que ésta no hará nada para que yo me sienta cómoda en ella, lo cual es justo. Segundo, soy aquella mujer profunda, misteriosa y sentimental que mantiene sus verdaderas emociones muy ocultas, bondadosas en exceso y crueles a la vez. Como anteriormente dije, soy la persona más contradictoria que tal vez jamás ha existido en este pedazo de mundo, muy distinta en cuanto a mis características, pero a la vez, no diferente. Es más, ni siquiera en estos años de existencia he logrado entenderme, y dudo que alguien me entienda. No busco nada ni a nadie. No busco un amor; no busco esperanzas; sólo persigo la felicidad, si es que de alguna forma existe, y sólo persigo el propósito de no perder mi identidad. No deseo comprensión, no quiero lástima, no pido nada más que eso.
Tal vez esto no es lo mejor que he escrito, pero tengo la certeza de que expulsar mis pensamientos me quitará un peso de encima, y espero que si una distraída e indiferente alma leyera esto, ojalá coincida con mi extraño punto de vista. No pretendo redactar esto a modo de biografía, porque simplemente no me interesa. Sólo quiero escribir y eliminar tanta opresión que me tiene el pecho a punto de estallar. Quisiera componer un poema, pero dentro de mi cabeza existe un descomunal amasijo de ideas y pensamientos que no tienen conexión entre sí. Es por eso que trato de escribir en esta forma, ya que es una manera más libre para escribir y me resulta más fácil mantener un cierto equilibrio para combinar cada pensamiento.
Me he visto obligada a enmascarar mis verdaderos sentimientos, debo fingir paciencia y lamentablemente, no la tengo. No existe solución en cuanto a esto y siento que poco a poco estoy olvidando quién realmente soy. Muchas veces no recuerdo cómo era hace seis o siete años, he olvidado aquellos días en que todo era mucho más sencillo y creías que todo estaba al alcance de tus manos, cuando mirábamos hacia el futuro con ilusión y grandes expectativas. Me decepciona saber que no he logrado lo que quise, me desilusiona darme cuenta que he abandonado la lucha, el darme cuenta que ya no soy fuerte como antes, soy una mísera criatura débil y eso me defrauda. Me cuesta admitirlo, pero tengo miedo. Me siento como una niña asustada, que juega a ser mujer. Me aterroriza cometer un error o ilusionarme frente a cosas que no son reales.
Como una hoja de papel utilizada como borrador para un escrito o un ensayo, así me siento. Imagino que en cualquier momento, seré desechada por el maldito escritor que aún rasguea las palabras que finalmente serán las líneas para el guión de mi vida, el aborrecido sujeto de quien he estado a su merced durante toda mi existencia, siento que dependo de él. Nuestra conciencia es el sustento, nuestro “dios”. Ella es el escritor que relata nuestras deliberaciones, el “destino” es la consecuencia de las decisiones que consideramos al momento de decidir algo, y lo podemos cambiar. Tengo el defecto de derribar los cimientos de mis creencias, y adoptar nuevas ideas para complementar una nueva teoría, esto es tan confuso que finalmente no sé en qué creer, por ejemplo: no soy socialista, tampoco conservadora. No me interesa la política, no me interesa la religión. Sin embargo, si debiera considerarme dentro de una categoría de acuerdo a mis “creencias”, creo que soy agnóstica, pero tengo cosas más importantes en qué preocuparme que política o religión. Ninguna de las dos cosas me ayudará a sobrevivir, no son necesarias en mi vida.
Volviendo a la realidad, es viernes. Es una noche del día 21 de abril, donde el tiempo ha marchado rápidamente. Son las 1:30 de la madrugada. La lluvia ha terminado, sólo oigo el ensordecedor ruido del silencio. El disco de Manowar que escuchaba acabó, como todos los momentos y etapas importantes de mi vida que han concluido. De aquella pulcra hoja que hace un par de días pendía vulnerablemente de los espirales de mi viejo cuaderno, sólo queda un papel arrugado, opacado por un arsenal de letras y frases tachadas u omitidas, palabras escritas en borrador, que no se resignan a contar su historia una vez registradas en mi computador, con el fin de ser subidas al blog abandonado. Estoy sentada en mi cama, abrigando las desahuciadas esperanzas en la luz de la lámpara que ilumina mi habitación en esta tibia y tranquila noche de abril, invocando el anhelo de que algún día todo acabará. Ya no habrá más espera, más confusiones ni culpas, y ese será el día en que sienta que por fin desperté, y podré decir que por fin soy mujer.

Vissnasjäl.-

martes, marzo 22, 2011

Relato I

Desolado,Es una fria tarde de junio, el sol esta entrando por mi ventana y provoca
un brillo cansino en todas las cosas, en mi corazon,
ya no hay brillo alguno.

La alegria de mi vida se estrello con la muralla de la depresion y en cada ladrillo
esta escrito su nombre maldito, aquel que me perseguira por siempre.AMANDA.
¡Maldición!, cada letra de su nombre aprieta mas el nudo que rodea mi garganta.
Quizas ya se olvido de mi, quiza aun esta con ese tal Vicente,su pareja desde hace 1 año, con el que se caso en abril...
Tuvieron el descaro de invitarme, a mi, que llevabamos ya 2 años juntos, los mejores años de mi vida junto a ella
y durante los que tenia a otra persona a la que amaba.

Estoy divagando, Amanda aun distrae mis pensamientos,como una toxina invade cada centimetro de mi ser.
En este momento creo que su hijo estaria soplando sus velas de cumpleaños, 6 años cumpliria de no tenerlo ahogado en sangre
bajo mis pies.Espero que al verlo se sienta igual como yo me siento ahora, el mismo vacio en su pecho como una brisa helada en su corazón.

6:30, ya es hora, la viga es resistente, ahora salto hacia abajo y mi cuello se rompe deliciosamente con un crujido,aun
puedo vivir un par de segundos para ver como el piso alfombrado se llena de mi sangre y
la puerta se repleta de figuras oscuras, junto a ellas, Amanda me mira, me mira a los ojos, eso fue suficiente para quitarme
la vida que me quedaba.


Comentarios por favor

martes, marzo 15, 2011

Manifiesto...


Besando la belleza de la oscuridad que se levanta bajo mis brazos,

la noche ha roto el ruido, y ha cubierto la luz con sus negras sombras;

ha asesinado el silencio del viento, con sus alas de muerte y dolor.

La lluvia cae lentamente en el suelo, mientras me oculto bajo los árboles desnudos que yacen bajo el cielo cubierto de oscuridad.

Soy un alma dispuesta a dar todo ante aquella inmensidad, sin importar el costo por mantener aquel momento de calma, en que todo permanece callado y en silencio...

soy un trozo de cuerpo inerte, que se niega a morir como lo hará esta noche de soledad absoluta...un cadáver necroso y putrefacto que esconde sus miedos frente al vacío de esta amarga noche, frente al silencio y la falsa paz que me brinda este lugar... polvo reducido a cenizas, rosa marchita, amasijo pútrido de carne y huesos que juega a encontrar la felicidad bajo este rincón decadente y mustio de ramas y hojas secas.


Percepción confusa, sentimientos encontrados... emociones enterradas y olvidadas en aquel rincón de hojas marchitas; corazón deshecho, momentos olvidados...tormentos a flor de piel y culpas inconfesas. Todo nace y muere en un abrir y cerrar de ojos, todos mis delirios son un tormento en este infierno terrenal; desde mi llanto, hasta mi hipócrita risa. Todo, absolutamente todo.


Espectro mutilado; sin vida, sin creencias... sin religión profana, ni partido político, sin fe aparente. Diminuta vida que se arrastra vagamente por los rincones del mundo, solitaria y callada...tratando de olvidar inconscientemente lo que fue la expresión y la libertad.


Sigo negándome a la extinción que me acecha... niego a evaporarme, pero no a recuperar lo perdido, lo que tal vez nunca tuve.

Mientras las horas pasen, los días transcurran, los años se hagan eternos...el tiempo dará la salida, el tiempo brindará las respuestas, no Dios... sino la propia sabiduría que nos llega luego de tantos fracasos y puertas golpeadas en vano, luego de corazones marchitos, luego de tener las extremidades amoratadas de tantas caídas.



Vissna.

viernes, febrero 18, 2011

sin edicion... en bruto.

En medio de la sobre aceleración de la ciudad me detengo a respirar por unos segundos... Llevo mucho rato caminando con mis pies sin parar, sin detenerme a oxigenar el cerebro. Justo en el momento en el que me detengo, llegas de golpe a mi mente como siempre y comienzas a correr de un lado para otro dentro de mí. Me desesperan estas sensaciones de tanto extrañar y nada tener... Y en medio de toda esta gente, calle, auto, asfalto y basura.. Comienza a llover sobre mi cabeza y recuerdo como estuvo el viento al verte pasar junto a otras caderas.. Es difícil extrañarte tanto y no querer hacerlo más.. Y ahora con todas estas cosas entre mis ojos comienzo a buscar consuelo entre la gente desconocida... He imaginado millones de veces como sería tenerte cerca y el frío me cala los huesos...
Todo comienza nuevamente a dar vueltas dentro de mis sienes.. Me apreto los dedos y amarro el cabello mojado para continuar el camino a casa.. Todo sigue igual de acelerado y no entiendo aún como tomar el mismo pulso de la ciudad, es como si fuera yo en un película en blanco y negro y todo el resto a color.. No comprendo cómo entrar para pigmentarme de primavera y alentarme para el verano.

Te amo con esa clase de amor que había rezado por sentir cuando era una adolescente y que ahora rezo por no volver a sentir nunca más.