sábado, 30 de junio de 2007
POESIA: Luis Fernando Chueca
Primera muerte
“Entra”, me dicen. El cuarto luce pulcro, el Cristo colgado en la pared, las cortinas cerradas. En la cama está mi abuelo. Imagino –a falta de precisión en el recuerdo- sus ojos cerrados. Los míos también porque he comenzado a llorar. Me abrazo a su cuerpo, lo acaricio, beso su rostro. Rezo: que no sea él el muerto sino yo. Pero suena en mis oídos la ley que ordena que los hijos entierren a sus padres y a los padres de sus padres. No puedo imaginar cuántas veces tendré que ver quebrado este principio.
Mi abuela sigue de pie junto a la cama. No dice nada pero sus manos tiemblan como si hubiera sostenido un peso mayor que el de sus fuerzas. Alguien habla con la agencia funeraria.
Salgo de la habitación con una marca que tambalea mis doce años. El desfile ha comenzado.
*Poema de LUIS FERNANDO CHUECA que aparece en el libro Contemplación de los cuerpos (Estruendomudo, 2005)
** Con este poema inicio una sección dedicada a compartir con los esporádicos visitantes de este blog mi apasionada afición por aquella poesía que uno no se cansa de releer. ¿Por qué este poema para empezar? Bueno, porque en los últimos diez años -por lo menos- la lectura de un poema no me había estremecido tanto como en este caso. Y es que, más allá de las virtudes poéticas de Luis Fernando, los versos de este poema, con el que se inicia el estupendo libro Contemplación de los cuerpos, me transportaron a una escena similar que, a pesar de algunos años transcurridos, aún no he podido asimilar del todo.
jueves, 28 de junio de 2007
Censura ilustrada
La muestra “Dibujos en prensa 1990-2007”, de Piero Quijano, que se empezaba a exhibir en la Casa Museo José Carlos Mariátegui la semana pasada, fue retirada por el artista debido a objeciones de funcionarios del INC a algunos de sus trabajos. Este trance incluso ha terminado con la renuncia de Armando Williams, director de esta Casa Museo y también curador de la exposición. En esta entrevista ambos dan su versión.
Entrevistan MANUEL ERÁUSQUIN y CARLOS M. SOTOMAYOR
Todo empieza con una carta que llega al INC...
Armando Williams: Claro, parte de una carta del Ejército protestando por la publicación del afiche de la muestra, basado en un dibujo que ya ha sido previamente publicado.
¿Cómo te enteras de la carta?
AW: Quien me informa del espíritu de la carta es un funcionario del INC, el director de Gestión, Javier Ugaz.
Luego recibes una llamada de la directora del INC.
AW: Conforme van transcurriendo las horas, a eso de las 2:00 p.m., recibo una llamada de la directora nacional mencionándome que había recibido una queja del ministro de Defensa. Esta es una conversación telefónica, no existen documentos escritos.
¿En qué momento te conminan a retirar los dibujos?
AW: Ese mismo día, una de las directoras del Instituto, Soledad Mujica, y la directora de Información, Carina Moreno, llegan a la Casa Mariátegui un poco como a inspeccionar el contenido faltando poco para la inauguración.
¿Y qué sucedió?
AW: Revisan la exhibición y piden que el dibujo en que se basa el afiche sea retirado. Y luego objetan otro de los trabajos que tiene que ver con Machu Picchu.
¿Ellos no habían visto el afiche con anterioridad?
AW: Claro, como todo afiche de difusión. Pero parece que no le prestaron atención, porque esto se ha dejado en Difusión. A mí me ha llamado la directora de Difusión y yo le he dicho que el afiche ya se le había entregado. Además, se hicieron los trámites usuales, que es llevar el disco a Logística para que ellos vean un proveedor y ver quién lo imprime, y si Logística no se lo pasa a Difusión…
¿Cómo reaccionaron en ese momento, a pocas horas de la inauguración?
Piero Quijano: Ese día nos pareció que salía a cuenta. Es decir, quitaron dos cuadros, pero se prefería que la muestra continuara porque pensamos que la cosa quedaba ahí. Pero al día siguiente Armando me dice que le habían dicho que había que sacar uno más. Y ya parecía como que la cosa iba a seguir avanzando. El fin de semana conversamos con Armando y decidimos desmontar la muestra. Y es una pena, porque a la gente que asistió a la inauguración le gustaron los dibujos.
El dibujo del afiche ya había sido publicado en un diario...
PQ: Lo hice para ilustrar una columna de Gustavo Gorriti en la época del debate sobre la Comisión de la Verdad. Y el director del medio no dijo nada. Todos los dibujos ya han sido publicados, no he sacado nada debajo de la manga. Para mí fue una sorpresa que fuese censurada. No ha sido una muestra pensada para provocar escándalo.
De pronto los miembros del Ejército han sido demasiado susceptibles y no han tomado en cuenta el contexto en que fue publicado.
AW: Claro, puede ser que se hayan sentido susceptibles, pero yo creo que el INC, como ente que protege la libertad creativa y de expresión, debió decir bueno, espérate un momento, esto está en un ámbito cultural. Esto no está subvirtiendo el orden, no está llamando a las masas, esto no es una cuestión subversiva. Esto ha sido ya publicado bajo un contexto legal. Y si tú retrocedes, estás diciendo que acá hay algo o ilegal o censurable. Y esa es la única forma de llamarlo.
¿Cómo definirían la actitud del INC?
AW: Yo creo que es un montón de pacatería por parte de funcionarios del INC. Se debió haber defendido la expresión artística, y no retroceder y darles la razón a intituciones que no tienen nada que ver en el asunto.
PQ: Primero sentí sorpresa. El INC ha cedido ante una presión y ahora quiere lavarse las manos y con argumentos patéticos.
*Fotografía de PAVEL UGAZ.
miércoles, 27 de junio de 2007
AMOS OZ: Premio Príncipe de Asturias de las Letras
Mis dos favoritos, Belli y Marakami, quedaron relegados y ni siquiera entraron en la recta final. Aficionado por las encuestas literarias, desde un punto de vista lúdico, voté por uno de estos dos autores en la encuesta de Moleskine. Me abstengo de revelar por quién.
Amos Oz
La incertidumbre terminó hace unas horas. El escritor Amos Oz (Jerusalén, 1939) fue declarado ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Letras. El jurado, presidido por el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, justificó la decisión señalando que se trata de un autor que “ha contribuido a hacer de la lengua hebrea un brillante instrumento para el arte literario y para la revelación certera de las realidades más acuciantes y universales de nuestro tiempo".
Se trata de un escritor que conozco -literariamente hablando, claro- desde hace muy poco. Confieso que apenas he leído No digas noche (DeBolsillo, 2006), una novela en la que a través de sus dos personajes protagónicos: Teo y Noa, el autor indaga sobre aquello que rodea a la condición humana como la amistad o el amor. Y también, creo yo, el silencio.
Cuando obtuvo en 1998 el Premio Nacional de su país, Oz señaló en una entrevista en España lo siguiente: “Fue algo estupendo para mi ego, pero los premios literarios son algo extraño porque se reciben por algo que yo haría de todas formas. Yo inclusive hubiese pagado por escribir. No es un premio por haber rescatado a una mujer de las llamas de un incendio; es como si me hubiesen dado un premio por el mero hecho de respirar. Pero está muy bien, me siento autocomplacido. Además no está nada mal para mi cuenta bancaria...”.
Sin duda se trata de alguien para quien la literatura, como para muchos, es algo vital. En otra entrevista concedida al diario El País, hace algunos años, confesó que no se había criado en parques o campos, “sino en un sótano como si fuese un submarino lleno de libros. El paisaje de mi infancia son cuatro paredes repletas de libros en lenguas que no pude leer. El mundo de los libros para mí fue más real y más sensual que el mundo exterior”.
*Fotografía tomada de www.svd.se
martes, 26 de junio de 2007
JAVIER BAYLY y su debut como novelista
Escribe CARLOS M. SOTOMAYOR
La aparición de un nuevo alumno, émulo de Fonzie –casaca de cuero y patillas sesenteras–, derrochando matonería a granel desconcierta, en un primer momento, a todos los demás estudiantes; narrador incluido. Aunque claro, hasta que el Rata, matón reconocido y sacramentado de aquella escuela secundaria, lo arrastra de golpe a su verdadera condición. Así marca su aparición el Tetas, uno de los personajes principales que transita, entre anécdotas jocosas e inesperadas, por la novela Los buenos tiempos (Norma, 2007), ópera prima de Javier Bayly.
Novela de aprendizaje, como diría la crítica especializada, Los buenos tiempos narra todo el proceso de maduración de un grupo de adolescentes. “Yo lo veo como una especie de homenaje a los amigos, a la amistad –precisa Javier– a través de un lenguaje propio de esa edad, a través de escenarios que la gente de mi generación frecuentaba. Y también es un homenaje a los lugares bonitos que tiene el Perú”.
Arquitecto de profesión, el menor de los Bayly intenta, en un amague de arqueología literaria, dar con aquellas primigenias lecturas en donde se ocultaría el origen de esta afición por las letras: “Empiezo con la lectura de libros clásicos de corte infantil que todo colegial suele recibir como recomendación. Recuerdo unos libros de Hitchcock que mi madre nos regaló y que daban vueltas por la casa. Eran historias que tenían una dosis de suspenso, enfocadas a un grupo juvenil, pero interesantes”.
Años después descubriría el gusto por la escritura en el intercambio de correos electrónicos con su hermano Jaime. “A través de una comunicación por mails con uno de mis hermanos, Jaime, que vivía en Estados Unidos, me empecé a dar cuenta de que sí tenía cierto encanto escribir mails o contar alguna historia”, confiesa.
¿Qué sueles leer?, pregunto. “Busco leer buenos libros, pero esos buenos libros pueden llegar de cualquier lugar y de cualquier autor”, responde. “¿Un libro que haya leído últimamente? (piensa). En mi última etapa estuve leyendo bastante a Bryce. He disfrutado sus libros, me parece un gran escritor. A Jaime también lo leo, no te voy a decir que he leído todo, pero sí varios de sus libros. Le he dicho que cuando nos veamos tiene que pasarme un ejemplar de Y de repente, un ángel, la última novela que ha sacado”, añade.
Javier es consciente de que el vínculo con Jaime podría jugar en su contra. Sabe que ya está expuesto y que las críticas pueden venir de cualquier parte, y con inimaginable calibre. Y sabe, consciente o no, que su libro será lo único que lo podrá defender.
*Fotografía de KEYKO MONTEBLANCO.
domingo, 24 de junio de 2007
MARIO VARGAS LLOSA en El Dominical
El Dominical ha adquirido la estupenda y celebradísima costumbre de dedicar ediciones completas a determinado autor. Empezaron con ediciones dedicadas a la vida y obra de José María Arguedas y Julio Ramón Ribeyro (de colección). Ahora es el turno de Mario Vargas Llosa en una edición especial de 24 páginas. Podemos disfrutar de los estupendos textos de Alonso Cueto (Las claves de la narrativa de MVLL), Gustavo Faverón (MVLL como crítico literario), Ricardo González Vigil (Lo oral y teatral en la obra de MVLL), Guillermo Niño de Guzmán –de quien extraño sus brillantes perfiles literarios- (El impacto del sétimo arte en MVLL), entre otros. Sin embargo, lo más destacable es la entrevista de Jeremías Gamboa y Alonso Rabí do Carmo (responsable de que El Dominical esté cada vez más interesante) a Mario Vargas Llosa. Imperdible.
*Fotografìa de ALFAGUARA.
JOSE MIGUEL OVIEDO sobre MVLL
José Miguel Oviedo, uno de nuestro más reconocidos críticos literarios, ha publicado Dossier Vargas Llosa, libro en el que reúne un conjunto de textos –publicados antes en diarios, revistas y libros; además de un texto inédito- que giran en torno a la producción creativa e intelectual de nuestro más importante novelista. Adjunto una estupenda entrevista de Manuel Eráusquin publicada en el diario Correo.
RADIOGRAFÍA A UN NOVELISTA
Entrevista MANUEL ERÁUSQUIN
Uno de los rasgos más evidentes en la obra de Vargas Llosa es su vocación por la experimentación narrativa.
Sí, pero al mismo tiempo él es muy experimentador al jugar con las técnicas y al crear estructuras narrativas muy complejas. Hay algo que tiene muy en claro y no abandona: la novela siempre debe contar una historia que sea interesante. En consecuencia, él no experimenta por experimentar, experimenta para que la historia cobre vida.
Desde el punto de vista estructural, ¿Conversación en la Catedral vendría a ser la novela más innovadora de Vargas Llosa?
Sí, desde el punto de vista estructural esa novela es una de las más complejas de Vargas Llosa y de las más innovadoras, y de las más difíciles para desentrañar sus mecanismos. Y esto tiene su razón en el juego continuo del espacio y el tiempo, que nos lleva de un lugar a otro simultáneamente. Una especie de fusión de tiempo y espacio que llega a ser por momentos enormemente compleja. Por ejemplo, hay un instante donde uno descubre que existen diecisiete personas hablando simultáneamente, a través del tiempo y en diferentes espacios.
Pero además, Conversación en la Catedral es la novela que perfila la voz política del autor.
Yo creo que es una de las más importantes en ese aspecto, aunque no es la única. Sin embargo, es la más emblemática. Pero ahí tiene que ver otra vez una experiencia que lo marcó: su padre lo forzó a entrar a trabajar en el diario La Crónica. Ahí trabajó como reportero, y reportero de última fila, pues era de Policiales. Entonces, en esa atmósfera descubriría ese mundo que escribiría en Conversación en la Catedral.
Curiosamente, en esa misma novela, un personaje como Cayo Bermúdez, inspirado en Esparza Zañartu, esbirro de Odría, nos prefigura la imagen de Montesinos.
Sí, es algo interesante, y es que las prefiguraciones existen, y esta es una de ellas. Luego hay otra prefiguración en la obra de Vargas Llosa que ocurre con La guerra del fin del mundo, novela que se publicó a principios de los ochenta, época donde el mundo árabe no era una fuerza que pusiera en jaque al tablero mundial, y en ese sentido la obra examina las sociedades donde coexisten diversas formas de pensamiento: los que están pegados a la tradición y los que buscan la modernización. Ese es el dilema que ha conseguido que los árabes surjan como una fuerza fundamentalista. Es una especie de regreso al pasado, a las viejas tradiciones, una renuncia al Occidente modernizador.
Usted que ha seguido desde mucho tiempo su obra, ¿por qué cree que el Nobel le es esquivo?
En principio, el Nobel es un premio literario y a la buena conducta. Hay que recordar que este premio fue establecido con el dinero de Alfred Nobel, que quiso limpiar su memoria para siempre y desligarla de la relación que él tuvo con el mundo de los explosivos. Nobel subrayó que el premio se le daría a un gran escritor que además defendiera ciertas causas sociales, y eso en Suecia se entendía como una defensa del humanismo socialista. Por eso con gran frecuencia la Academia obedece a esos lineamientos. Ahora, también hay que tomar en cuenta que Vargas Llosa es un provocador; a él no le interesa ser políticamente correcto. Lo que expresa nunca es por oportunismo o conveniencia. En todo caso, que le otorgen el Nobel igual me parece posible.
Cuando se refieren a la obra referencial de García Márquez se habla de Cien años de soledad. ¿Para usted cuál es la obra emblemática de Vargas Llosa?
Para mí son tres las emblemáticas: Conversación en la Catedral, La casa verde y La guerra del fin del mundo.
La figura del autoritarismo paterno es una de las referencias cruciales dentro de su visión narrativa. Es quizás la energía que lo llevó a escribir como una urgencia.
Sin duda, esa figura está muy presente, pero también hay otras, y de forma muy dominante en su narrativa, como es la rebeldía contra toda forma de organización jerarquizada, de la cual es un paradigma la organización militar. Asimismo, hay dentro de su obra órdenes cerrados, que exponen una gama de diversos problemas. Por ejemplo, en La casa verde tenemos el convento y el burdel. Ambos son órdenes cerrados, pero a la vez existe una asociación muy fuerte entre estos dos lugares.
*Fotografía de KEYKO MONTEBLANCO.
CARLOS GERMAN BELLI candidato al Príncipe de Asturias
viernes, 22 de junio de 2007
Homenaje a OSWALDO REYNOSO
El enorme arraigo que Oswaldo Reynoso despierta entre los lectores, especialmente entre los jóvenes, es indiscutible, sin ninguna duda. Igual de indiscutible como la calidad literaria desplegada en cada uno de sus libros. Basta citar algunos, como por ejemplo, Los inocentes, Los eunucos inmortales, El escarabajo y el hombre, hasta el más reciente El goce de la piel, para refrendar lo dicho. Es por ello que el Centro Cultural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos le ha preparado para hoy un merecido homenaje. En el evento, que se realizará en la célebre Casona, participarán Anibal Portocarrero y Miguel Angel Cavero, ambos amigos del escritor: el primero, poeta y compañero de épocas universitarias; y el segundo, alumno de cuando el autor de Los inocentes dictaba clases en la Universidad Villarreal. Además, el escritor y periodista Beto Ortiz se encargará de entrevistar en vivo a Reynoso, en un diálogo que se vislumbra de antología. El fin de fiesta lo pondrá la música de Margot Palomino. Para no perdérselo.
MAS DATOS
La Casona de San Marcos
(Av. Nicolás de Piérola, 1222).
Hoy (18.30 horas)
* Fotografía de PAVEL UGAZ.
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Reseña de JAVIER AGREDA (libro de CARMEN OLLÉ)
Hace algunos días, el crítico literario Javier Agreda -sin duda, el de mayor longevidad en la crítica en medios impresos- publicó una reseña sobre el último libro de la escritora Carmen Ollé en el diario La República. Dicho artículo pueden leerlo en el blog de Javier.
* Fotografía de El Peruano.
jueves, 21 de junio de 2007
Estruendomudo presenta
PRESENTACIÓN
No es una antología. Paisaje real de una ficción vivida
(Estruendomudo, 2007)
Día: viernes 22 de junio
Hora: 7:30 p.m.
Lugar: C.C. Antares
(Paseo de la República 5864, Miraflores)
Los comentarios estarán a cargo de: Angelo Agüero (Perú), Enrique Planas (Perú), Jeannine Diego (México) Conrado Tostado (México) y, por supuesto, Alvaro Lasso (Perú)
Entrevista a CARLOS THORNE
La generación del 50 y el periodismo (Escuela de C.C. de la UPSMP, 2007) es el libro en donde Carlos Thorne, novelista y miembro de dicha generación, nos ofrece una selección de textos que resaltan la presencia de una serie de ilustres personajes –entre los que destacan Vargas Llosa, Ribeyro, Salazar Bondy– en la prensa peruana.
Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR
La generación del 50 constituyó todo un hito en nuestro país...
La generación del 50 es una generación histórica, que ha dejado huella, en estos últimos cincuenta años. Es la que empezó a dejar su impronta en la vida nacional a partir de los años cincuenta. Es una generación representativa de la cultura peruana.
Fue muy importante, por ejemplo, en el campo literario.
En el campo de la narrativa ha superado al indigenismo social en la novela peruana del siglo XX con la novela urbana, la novela cosmopolita y la novela histórica, que yo he cultivado, y se ha abierto nuevos espacios. Estábamos todos encerrados en una visión indigenista. El logro de la novela urbana es que a través de la vida del ciudadano, del mestizo que vive en la ciudad, del campesino en la ciudad, del criollo que sueña con Europa, nos da una visión integral; cosa que no había antes. Y, además, con nivel técnico.
Por supuesto, se empezaron a utilizar las técnicas narrativas modernas.
Claro, con recursos literarios a la altura de nuestro tiempo, a la par que las grandes literaturas europeas.
En este libro que acaba de publicar, hace hincapié en la actividad periodística de muchos miembros de esa generación.
Unos han incursionado ocasionalmente como Javier Sologuren, Washington Delgado o Julio Ramón Ribeyro. Y otros cotidianamente como Carlos Germán Belli, Sebastián Salazar Bondy, Mario Vargas Llosa, por ejemplo. Seguían pues algo que ya había hecho la generación anterior, como Ventura García Calderón o Abraham Valdelomar.
El periodismo ha estado siempre muy cercano a la literatura ¿no?
El escritor siempre ha oficiado de periodista, sino veamos el caso de Rubén Darío. El periodismo lo ayudaba a sobrevivir. También ha hecho periodismo Borges, y otros escritores de renombre. Es un oficio cuasi-paralelo. Lo que diferencia al periodismo de la literatura es que el periodismo busca informar sobre hechos de la realidad. Pero ambos manejan la lengua. Ambos tienen la misma preocupación por hacer de la lengua un instrumento eficaz de comunicación. Eso es lo que une y, de alguna manera, entrelaza ambas profesiones.
En su libro rescata un poco la figura de Felipe Buendía.
He rescatado el nombre de Felipe Buendía, cuentista que cultivó la literatura fantástica, amante de la Lima cuadrada, esa Lima cuyo pasado colonial y republicano había que rescatarlo; sus costumbres, su arquitectura, sus calles. El buscó retratar eso en sus crónicas del diario Expreso, bajo el título de “La ciudad de los balcones en el aire”.
No sólo narradores incursionaron en la prensa. El pintor Fernando de Szyszlo también lo hizo.
Fernado de Szyszlo es pintor pero también escribe, es una persona culta. En el libro recojo un artículo suyo sobre Goethe publicado en el suplemento El Dominical de El Comercio, en 1982.
*Fotografía de PAVEL UGAZ.
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miércoles, 20 de junio de 2007
CASTAÑEDA presenta nuevo libro
ENRIQUE PROCHAZKA en España
Enrique Prochazka intentaba explicar la poca difusión de su obra literaria escribiendo en el blog Puente aéreo de Gustavo Faverón lo siguiente: “Abrigo la teoría de que uno tiene éxito porque se agita como loco, o logra que los demás se agiten como locos por uno, o bien los demás lo obligan a uno a agitarse como loco. Según esta noción a mis textos les sucede lo que les sucede porque yo no me agito”.
Aún no terminaba la universidad cuando hallé, sin proponérmelo, un libro de cuentos de Prochazka. Me encontraba en Casa Mariátegui y, mientras esperaba a unos amigos (con los que íbamos a dar vida a la revista El túnel –que apenas respiró durante dos números–), me entretuve revisando los libros que vendían en aquella pequeñísima librería llamada, si mal no recuerdo, El rincón rojo. Me llamó la atención un libro de cubierta verde que ostentaba en la carátula una pintura de un desierto. Se trataba de Un único desierto (Australis, 1997) de Enrique Prochazka. (Acabo de reparar que se cumple una década de esa publicación). Además de la erudición que insuflaban sus páginas, me fascinó aquella preocupación extrema por el lenguaje y la impronta Borgeana que yo creía ver en varios de los relatos que conforman el libro. Enrique me comentaría, muchos años después, cuando lo conocí, que en realidad la influencia es de aquellos autores que influenciaron al autor de Ficciones. “Nadie me ha creído”, me dijo, esbozando una sonrisa.
Años después, luego de una infructuosa búsqueda del editor de Lluvia para conseguir una entrevista con Prochazka, que había publicado Casa con su sello, encontré el libro en uno de los anaqueles de la librería El Virrey. Su lectura fue tan apasionante –y por momentos igual de desquiciante como debe haber sido la búsqueda del arquitecto hal por recuperar su memoria, perdida a causa de un golpe, y desentrañar los misterios de su casa–. Recuerdo que ni bien terminé de leer la última página –o ni bien terminó de cerrarse el portón de aquella vivienda inexpugnable, ya no lo sé muy bien–, aventuré algunas apreciaciones en mi blog. Me había encantado la novela, aunque el final me dejó algo insatisfecho. Comentario que Enrique me recordó milimétricamente el día que lo conocí.
¿Cómo lo conocí? Cómo casi siempre me pasa, entrevistándolo. En esa oportunidad, por la publicación de Cuarenta sílabas, catorce palabras (Lluvia, 2005), libro donde aparece esa estupenda nouvelle Test de Turing.Así, confeso admirador de la obra de Prochazka, resulta una grata noticia enterarme, gracias al Moleskine de Iván Thays, de la publicación en España de la novela Casa. Si Enrique, dado su temperamento, no va agitarse, habrá que agitarnos por él. En España ya lo están haciendo, y uno de ellos es nada menos que el escritor Enrique Vila-Matas, quien escribió un interesante artículo en El País a propósito de la publicacióin bajo el sello 451 Ediciones.
domingo, 17 de junio de 2007
Concierto de diatribas
Si a alguien le pareció altisonante la denominada polémica Andinos Vs. Criollos, le recomiendo leer el artículo que el poeta Kike Sánchez ha publicado en El Dominical. Se titula La poética de la injuria y nos ofrece un abanico de ataques, rajes y otras perlas intercambiadas, como un fuego cruzado, entre respetabilísimos escritores. Figura, por ejemplo, la conocida expresión de Clemente Palma sobre un debutante César Vallejo: “Usted cree señor Vallejo que colocar una imbecilidad encima de otra es hacer poesía”. Como para desanimar a cualquiera, ¿no? (discrepo cuando Kike señala que las obras de Palma son de menor recordación recordación que sus invectivas). Otro misil es el que le mandó T.S. Eliot a Henry James: “(James) tenía una mente tan perfecta que ninguna idea podía profanarla”.
CARMEN OLLÉ a propósito de una reseña de Marcel Velázquez
Noches de adrenalina podría decirse que es su libro emblemático. No sólo es motivo de estudios académicos sino que, además, ya cuenta con tres ediciones –en el 2006, incluso, se celebraron los 25 años de su publicación, con una emotiva ceremonia en la Feria del Libro–. Sin embargo, de su obra literaria, hay una novela que, como pocas, me remeció la primera vez que la leí: ¿Por qué hacen tanto ruido? Mi ejemplar (la edición que tengo es una de la editorial San Marcos) está atiborrado de frases subrayadas. Y claro, pertenece a la lista de libros que me niego a prestar. Alberto Fuguet me dijo una vez en Lima que los libros subrayados revelan más de aquel lector que del propio autor. ¿Por qué hacen tanto ruido? fue, además, la primera obra narrativa que leí de Ollé. Y fue la detonante para que, como siempre me ocurre, inicie la incesante búsqueda de sus demás libros. Hasta el momento he llegado a leer Las dos caras del deseo (Peisa, 1999), Una muchacha bajo su paraguas (santo Oficio, 2002) –ese año, por ese libro en particular, la entrevisté por primera vez– y, por supuesto Retrato de mujer sin familia ante una copa (Peisa, 2007) –tercera entrevista; la segunda, a raíz de la tercera edición de Noches...–. Precisamente sobre este libro inclasificable, que se vale de la ficción, la biografía y el ensayo, el crítico Marcel Velásquez escribe un estupendo artículo en El Dominical de El Comercio. Retrato de mujer sin familia frente a una copa, señala Marcel, “confirma la valía de una escritora que ha convertido la subversión en su estilo literario”. No lo dudamos.
*Imagen tomada del blog Libros de Javier Agreda.
sábado, 16 de junio de 2007
RUBEM FONSECA
Hace varios años (cómo vuela el tiempo, inexorable), mientras recorría el stand que la editorial Norma tenía en una Feria Internacional del Libro, di con un libro cuyo título me deslumbró. Se trataba de la novela Y de este mundo prostituto y vano sólo quise un cigarro entre mi mano del brasileño Rubem Fonseca. Título insuflado de un lirismo y un desencanto estremecedor. Del autor ya tenía algunas referencias gracias a que Iván Thays recomendó su lectura en una de las emisiones de Vano Oficio. Recuerdo que no dudé en comprarme aquel libro. Y recuerdo también, haber regresado tres días después, luego de una intensa lectura (conocí por primera vez a Mandrake), para adquirir otro libro más. Uno de cuentos, para apreciar su talento también en el relato corto. Y fue Historias de amor, publicado también por la editorial Norma.
Muchos meses después, el brasileño obtuvo el Premio Internacional Juan Rulfo y su nombre empezó a sonar más en Lima –y en otras ciudades latinoamericanas, también, supongo–. Emocionado como si el reconocimiento se los hubieran endilgado a un apreciado amigo (Washington Delgado siempre me decía que los autores a quiénes leemos con placer son como fraternales amigos nuestros), escribí un articulillo sobre Fonseca en el diario Liberación. Con la intención de motivar su lectura, expuse algunas características que me habían seducido de algunos cuentos que conforman Historias de amor.
Hace poco más de un mes, la editorial Norma me envío Mandrake, la Biblia y el bastón, el último libro de Fonseca traducido al español. Libro que he disfrutado como quien se reencuentra con alguien apreciado. En este caso, por partida doble: Fonseca, el autor; y Mandrake, el personaje.
Leyendo justamente un artículo de Luis Fernando Afanador, en Semana.com, descubro –lo confieso– la génesis de aquel seductor abogado criminalista. Apareció, por primera vez, según Afanador, en un cuento del libro El cobrador (1979), antes de protagonizar la novela El gran arte (1983). Luego vendría Y de este mundo prostituto... Y ahora, claro, La Biblia y el bastón. HBO emitió una miniserie sobre este notable personaje. A diferencia de Afanador, no considero que haya sido algo fallido, me pareció un poco más que aceptable y no me perdí de ningún capítulo (la transmitían, recuerdo, inmediatamente después de Roma).
Iván Thays se pregunta, en Moleskine, cuándo lo traerán los amigos de Norma. Yo me aúno a esta interrogante que es en realidad un pedido. ¿La Feria Internacional del Libro no sería una oportunidad de traerlo? Aunque me desanima un dato que Afanador menciona al final de su artículo, y es la enfermedad que aqueja al gran Rubem Fonseca.
*Fotografía de EFE.
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domingo, 3 de junio de 2007
Entrevista a CARMEN OLLÉ
Carmen Ollé ha logrado edificar un libro en el que confluyen, con peculiar naturalidad, géneros aparentemente disímiles como el ensayo, la biografía y la ficción. Retrato de mujer sin familia ante una copa (PEISA, 2007) es, finalmente, una apuesta literaria desenfadada y honesta, un libro que elude todo intento por ser etiquetado.
Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR
En sus novelas anteriores siempre estaba presente el tono reflexivo. En este libro la reflexión linda con el ensayo. ¿Fue una necesidad expresiva?
Creo que sí, fue una necesidad, pensar un poco en la ficción, en la vida, en nuestro mundo tan difícil de sobrellevar. El ensayo es un género que puede ser muy intenso literariamente hablando, y no sólo el ensayo literario, también el filosófico, el político, el que se ocupa de las artes plásticas, el ensayo sobre el origen de la vida. Soy lectora de ensayos, de memorias, de biografías, tanto como de novelas.
En sus novelas se percibe una impronta autobiográfica. ¿Tiene que ver con asumir la literatura como una manera de enfrentar el mundo?
Es un estilo, como dices, una visión de las cosas. Parto de mis experiencias para apartarme del modelo, como digo en el ensayo ¿El gato está vivo o muerto? Lo vivencial tiende a transformarse en el curso del relato en una experiencia transpersonal que la modifica en otra distinta, más literaria, en ficción.
En este libro, cuando habla de la vocación literaria utiliza la metáfora del escalador y en un momento señala: “la cima es una ilusión: cuanto más lejana, más bella, cuanto más inalcanzable, más próxima”. ¿El goce literario se encuentra más en el proceso que en el resultado?
El goce del artista mientras trabaja en su obra es algo pleno cuando no está condicionado por razones extraartísticas como la fama o el mercado, y se da, claro, durante el proceso de darle vida y forma a un objeto o una historia. Pero en esta época donde el mercado es el otro dios, es difícil imaginarse al artista libre y sin presiones frente a su obra.
En una entrevista dice que el escribir este libro fue como encontrarse con la poeta del 70 y despedirse de ella. ¿Es la culminación de una etapa dentro de su corpus literario?
Con el paso de los años, nos damos cuenta de que somos la misma persona, pero diferente: el cuerpo cambia, el rostro no es el mismo, nuestra percepción del tiempo se vuelve más subjetiva. La realidad es más sutil. ¿Cómo poder ser la misma persona de hace veinte años atrás en una ciudad que es otra, en un mundo con otros paradigmas? El proceso de adaptación a estos cambios deja su marca.
¿Qué es lo que recuerda más del Bolaño que conoció?
Su risa, su voz, su voracidad como lector. Lo conocí cuando él tenía apenas 24 años, en Barcelona. Un gran conversador, muy inteligente y disociador por excelencia. Se reía de todo, hasta de sí mismo. Era también tierno, lo recuerdo cuando nos visitaba y jugaba con mi hija pequeña, la levantaba en brazos y se quedaba conversando hasta tarde de literatura.
¿Qué tan importante fue la poesía de Rimbaud para usted?
Como para todo aquel que se iniciaba en la poesía allá por los años sesenta, la poesía y la leyenda de Rimbaud significaron un cambio drástico en la idea romántica del poeta encerrado en su torre de marfil, idealizando el mundo y el amor. Rimbaud es el eterno viajero, el adolescente de las suelas de viento, según Verlaine, un verdadero hippie diríamos ahora. Nunca se casó ni dejó descendencia, solo un puñado de poemas de los que no quiso saber nada más cuando se perdió en Africa. La leyenda es fantástica, nos atrae porque tiene el sello del enigma.
Quienes apreciamos su poesía nos preguntamos ¿por qué ese silencio poético?
No hay ningún silencio, acabo de publicar un libro. La poesía está o no está en lo que uno escribe, no se trata de formatos. Yo no puedo hacer un nudo como Eielson y decir esta es mi poesía porque sería una imitación, pero estoy tentada a hacerlo a mi manera.
¿Qué opinión le suscita el reconocimiento internacional que viene recibiendo Blanca Varela?
A las personas que hemos conocido a Blanca desde hace años, que admiramos su talento y su inteligencia, nos conmueve y alegra su reconocimiento internacional.
* Fotografía de PÁVEL UGAZ.
** La entrevista y la fotografía aparecieron en Correo el 03/06/07.
sábado, 2 de junio de 2007
Homenaje a WATANABE
Viernes 8 de Junio
Hora: 8pm
Lugar: Muncipalidad de Miraflores
(Av. Larco, altura del Parque Kennedy)
Participan:
Dr. Marco Martos
Presidente de la Academia Peruana de le Lengua
Dr. Camilo Fernández Cozman
Catedrático y crítico literario UNMSM
Recital poético en honor a José Watanabe
a cargo de estudiantes de las universidades
de San Marcos (UNMSM) y Villarreal (UNFV)
Moderador:
José Cabrera Alva, Revista de Literatura Ajos & Zafiros
INGRESO LIBRE
Hora: 8pm
Lugar: Muncipalidad de Miraflores
(Av. Larco, altura del Parque Kennedy)
Participan:
Dr. Marco Martos
Presidente de la Academia Peruana de le Lengua
Dr. Camilo Fernández Cozman
Catedrático y crítico literario UNMSM
Recital poético en honor a José Watanabe
a cargo de estudiantes de las universidades
de San Marcos (UNMSM) y Villarreal (UNFV)
Moderador:
José Cabrera Alva, Revista de Literatura Ajos & Zafiros
INGRESO LIBRE
*Fotografía: Centro Cultural Español.
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