Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Esta huía rápido de la feroz predadora pero la serpiente desistía.
La luciérnaga intentó huir de la serpiente durante dos días, pero al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y le dijo a la serpiente:
-“¿Puedo hacerte tres preguntas?”
“No acostumbro dar este precedente a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar”. -contestó la serpiente
- “¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?” -preguntó la luciérnaga.
- “No”, -contestó la serpiente.
- “¿Yo te hice algún mal?” -dijo la luciérnaga.
- “No”, -volvió a responder la serpiente.
- “Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?”
- “¡Porque no soporto verte brillar!”
(necesitaba contármelo. Ánimo Ixcís)
imagen: “firefly.” de birdie94 (http://birdie94.deviantart.com)
Vengo de ver "Pájaros de papel" y también ahí hay alguna que otra serpiente.
ResponderEliminarNo te la pierdas!
Brillante Emilio Aragón!
(aún quedan "luciérnagas!)
Un animoso abrazo.
lo has clavao!!
ResponderEliminarUf!!, a veces la sinceridad llega de la forma más inesperada y funesta, aunque desde luego, en mi caso siempre la prefiero a ella. Seamos luciérnagas... que de serpientes ya tenemos bastante cada uno.
ResponderEliminarUn abrazo con luz.
Me ha encantado la fábula. Lástima que existan tantas serpientes hoy en día, que por el simple hecho de ser distinto quieran acabar contigo. Un beso
ResponderEliminarSara
Pues hay "Luciérnagas" que brillan con luz propia al igual que las estrellas del cielo, que me iluminan en la noche y me ayudan a que no me de tanto miedo la oscuridad. Malditas "Serpientes"!!
ResponderEliminarno habia escuchado nunca una historia parecida... gracias!! me ha venido muy bien!!!
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