La gente amaga con entrar, se da cuenta,se disculpa, o no, y se va al estanco que está en el local de al lado.
Hemos visto, en este casi año de vida de nuestro negocio, una evolución notable en la gente que se confunde de puerta:
-Los que al comenzar a abrir la puerta miran y se dan cuenta enseguida, se sonríen, mascullan algo para sus adentros y buscan la puerta de al lado.
Hemos visto, en este casi año de vida de nuestro negocio, una evolución notable en la gente que se confunde de puerta:
-Los que al comenzar a abrir la puerta miran y se dan cuenta enseguida, se sonríen, mascullan algo para sus adentros y buscan la puerta de al lado.
-Luego están los que con paso decidido entran hasta la mitad del local y al darse cuenta del error dan media vuelta y se van, la mayoría sin decir nada, pero nada de nada. ¡Viva la educación!...
Pero no creíamos que veríamos nunca lo que pasó este día:
Un hombre abrió la puerta, yo estaba en el mostrador, me miró y, aunque vio que no era la "tabaquera" habitual,entró. Buscaba en su cartera mientras se acercaba y volvió a mirarme, pero pese a que el local es notablemente más grande que el estanco, que el mostrador está ubicado de manera diferente y el pequeño detalle de que las estanterías estás llenas de cosas que no son tabaco, el buen hombre llegó a sacar su billetito y a pedirme: "2 de ñqisdnasik".Yo, porsia le dije amablemente:"perdón cómo dice?. Y él me repitió. "2 de fhfbakaj". A lo que le contesté que no vendíamos tabaco, que si iba a la tienda de al lado le servirían gustosamente, y él, todo contrariado, comenzó a mirar a su alrededor, primero hacia arriba (no sé lo que quería encontrar en el techo, lo tengo bastante limpio), luego hacia un lado, después hacia el otro, se llevó la mano a la cabeza, dijo:-perdón, me he equivocado- , dió media vuelta y se fué.
Desde entonces mi hermano y yo nos estamos planteando poner un estanco que, aunque está al lado del otro, seguro que da para los dos.
