"Ser pobre,fea
y, por añadidura, inteligente, condena en nuestras sociedades a trayectorias
sombrías y desengañadas a la que más vale resignarse lo antes posible. A la
belleza se lo perdona todo, incluso la vulgaridad."
Este era uno de esos libros que tomaba en la librería tentada por su título e historia pero que terminaba devolviéndolo a la estantería por no estar segura de si me iba a gustar, Así que, cuando de casualidad lo vi en la biblioteca de la que soy socia (aún hay gente que saca libros), no dudé en traerlo a casa. Su lectura se me hizo adictiva y lo acabé en pocos días, terminando arrepentida de no haberlo comprado y leído antes.
La novela cuenta la historia de personas, aparentemente incompatibles, que habitan el mismo edificio.
Por un lado, Reneé, la portera del edificio, cincuentona y de fisonomía no acorde a los estándares de belleza, muestra un escudo al exterior, siendo una mujer culta y refinada.
"La señora Michel tiene la elegancia del erizo: por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalitos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes."
Por otro, Paloma, una niña de 11 años que piensa en el suicidio ya que cree que la vida es una farsa.
"Odio esta
falsa lucidez de la edad madura. La verdad es que son como todos los demás:
chiquillos que no entienden qué les ha ocurrido y que van de duros cuando en
realidad tienen ganas de llorar."
El relato está narrado desde el punto de vista de las dos, quienes terminarán estableciendo una amistad, gracias a la aparición de un nuevo personaje en el edificio, el Sr. Ozu, un hombre de origen japonés, rico y amable.
"Pues, por
usted, a partir de ahora buscaré los siempres en los jamases."
Este singular trío, tan dispar en edades y clase social, se descubren unos a otros y se relacionan cambiando sus vidas gracias a ello.
"Porque una
camelia puede cambiar el destino."
Hermosa historia, con muchas frases para enmarcar, aunque haya odiado el final (eso es cuestión de gustos), me encantó y lo recomiendo.
Sé de la existencia de una película francesa basada en el libro, aunque me encuentro resistiéndome por temor a que me arruine la sensación que me dejó la novela.
"Quizá estar
vivo sea esto: perseguir instantes que mueren."