... viene de El policía de la esquina (IV) ...
Abrí la ultima carta que mi tía había enviado y la comparé con la carta que encontré. Hay un cierto parecido y no sé mucho de estas cosas pero no parecía la misma letra. Quizás es porque ya mi tía estaba vieja y su letra había cambiado con el tiempo. Entonces empecé a rebuscar, sus primeras cartas, abrí la que parecía ser la carta mas vieja, volví a comparar, esta vez las letras se parecían mucho. Entonces encontré la foto de mi tía, era una preciosa niña de ojos muy claros, era la muchacha de mis sueños, estaba completamente segura. De todas maneras para estar segura pregunté al servicio se habían olvidado una carta en el cuarto de mi tía, pero nadie sabia nada y poco les intereso mi pregunta, así que llegue a la conclusión que no podía ser mas que de mi tía.
En la tarde Fredo me visitó, estaba tan interesado en todo lo que me había pasado como yo. Le enseñé la carta, las miro y me dijo "Estoy casi seguro que es la misma letra, pero concuerdo contigo que la ultima carta no tiene mucho de parecido con la letra." Se quedo pensando un rato "Puede que alguien estuviera escribiendo las ultimas cartas por ella, alguien del servicio".
- De que murió tu tía? - pregunto Fredo como tratando de atar cabos.
- Pues no estoy muy segura.
- Que edad tenia?
- Por mis cálculos creo que unos 60 anos.
- Era joven - se sorprendió Fredo - no sabia que era tan joven.
En esos momentos entro Ursula al cuarto de la tía.
- Perdonen, pensé que no había nadie e iba a sacudir un poco los muebles.
- No Ursula, no te preocupes - le dije sonriendo - Sabes, ya que estas aquí, te puedo hacer unas preguntas de la tía?
- Si claro - respondió Ursula que le encantaba conversar.
- Tu debes saber de que murió la tía Ursula.
- Bueno, le dio una isquemia hija, estaba bastante viejita ya.
Fredo y yo nos miramos.
- Viejita? - pregunte yo - Que edad tenia la tía cuando murió?
- Pues no se hija, ella nunca dijo su edad pero parecía tener mas de 80 anos.
- De veras? - pregunte asombrada.
- Padecía de algo? - esta vez fue Fredo quien pregunto.
- No, era una mujer muy saludable.
- Pero.. - dije mientras le daba vueltas en mi cabeza a aquella cosa absurda - mi tía tendría 60 anos cuando murió.
- Bueno, yo no sabia la edad de su tendría pero le puedo garantizar que no tenia 60, de eso estoy segura.
- Tiene fotos de ella Ursula? - pregunto Fredo nuevamente.
- Creo que hay una foto que se ve ella de casualidad, cuando me celebraron mis 50 anos en una fiesta sorpresa aquí. A la señora no le gustaban las fotos, creo que no sabia de la existencia de esa foto.
- Me la podrías traer Ursula? - le dije casi en un ruego.
- Claro hija, primero la tengo que encontrar, de eso hace casi 10 anos y debe estar en alguno de mis múltiples álbumes.
La voz de mi mama se oyó desde abajo llamando a Ursula, se fue en un instante y Fredo y yo quedamos sumamente intrigados con todo el asunto.
domingo, 16 de marzo de 2008
sábado, 26 de enero de 2008
El policía de la esquina (IV)
... viene de El policía de la esquina (III) ...
- Creo que es mi tía - le dije a Fredo mientras lo miraba pensativa.
- Tu tía? - pregunto Fredo.
- Si, te acuerdas el día que estuvimos conversando en el cuarto de mi tía y a tí se te quedo el móvil - pregunte esperando por la respuesta de Fredo.
- Si, me acuerdo.
- Pues, ese día mientras buscaba tu móvil encontré una carta vieja envuelta en una cinta toda manchada, aparentemente cayó desde la parte de abajo de la cama.
- Anja, me acuerdo que comentaste algo de eso - asintió Fredo.
- Pues yo la puse debajo de mi almohada y solo al otro día la volví a ver. Es la misma carta que la persona de mis sueños escribía. Esa muchacha no puede ser otra que mi tía, esa carta debe pertenecer a ella, no crees?
- Bueno, puede ser, puedes saberlo por la letra no? - contestó Fredo.
- Si la comparo con la letra de las cartas que le enviaba a mi abuela lo puedo saber.
- Esa es una buena idea, puede pertenecerle a una empleada del servicio tambien. - aclaro Fredo un poco dudoso. - pero no creo.
- Qué edad tenia la muchacha? - pregunto Fredo.
- Unos dieciseis años mas o menos.
- No tienes fotos de tu tia con esa edad?
- Solo una foto de cuando tenia cinco o seis años. - contesté - pero sabes qué?. La muchacha de mis sueños tenia los ojos muy claros, muy azules. La foto es en blanco y negro pero puedo mirarla nuevamente, si es ella, estoy segura que me acordare.
- Vaya, todo esto esta muy extraño - comentó Fredo. - Puede que la carta te haya dejado impresionada y creastes todo un sueño a partir de eso.
- Y el policía? - insistí. - Eso no fue un sueño, lo viví Fredo, se que no me vas a creer, pero lo estaba viviendo como esa otra persona.
Estuvimos conversando un rato mas hasta que mi mama me llamó al celular. Me fui de pocas ganas, la conversación había tomado un rumbo de fantasmas, visiones y todo tipo de sensaciones extra sensoriales. Llegue a la casa cansada, no le conté nada a nadie pues no quería que se preocuparan pensando que no andaba bien de la cabeza. Me acosté temprano y no tuve ningún sueño extraño, me asegure de poner la carta lejos de mi almohada esta vez. Al otro día aprovechando que era fin de semana me fui al desván, al baúl de mi abuela que había fallecido hacia ocho años ya. En el yo guardaba cosas que mi abuela compartió conmigo y que a mi mama no le interesaban. Ahí, entre tantas otras cosas, estaban las cartas que mi tía había escrito a mi abuela por muchos años cuando se fue de la casa con quince años para casarse con un hombre de negocios muy acaudalado. Mi tía nunca mas había vuelto a visitar a mi abuela y escribía cartas muy esporádicamente, llenas de aventuras de los diferentes lugares que había visitado con su esposo. Mi mama nunca conoció a mi tía, pues ella nació un mes después de mi tía haberse casado y marchado de la casa para siempre. Mi abuela me leía las cartas muy ilusionada cuando la visitábamos, mi mama no le decía nada a mi abuela para no herirla, pero una vez en la nuestra casa despotricaba en contra de ella - "Mi supuesta hermana es una mala hija y sin corazón, mira que no visitar a su madre nunca mas, le manda una carta cuando se acuerda, que no es muy a menudo y ya acabo". Pero para mi era diferente, mi abuela me hacia historias muy bonitas acerca de mi tía, para mi era una muchacha llena de belleza e inteligencia, con un alma aventurera como mi abuelo. Recuerdo que cuando mi abuela murió recibimos una carta de mi tía contando otra aventura encantadora, mi madre quería votar la carta pero yo la guarde y le escribí contándole de la muerte de la abuela. No me contesto la carta y nunca mas recibimos noticias de ella hasta que un día recibimos la llamada de un abogado para decirnos que mi tía había muerto y me había declarado heredera universal de su fortuna.
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