
Hoy, la lluvia cae, lentamente. Como me gustaría ser lluvia o cualquier otra cosa.
Mi cuerpo pesado se mueve, arrastrando los piés en su camino de penitencia. Dicen que soy joven y se dejan engañar por este cabello largo y castaño, por este rostro que parece no estar aún muy arrugado, por todo este físico que se viste de juventud. Pero, no: soy vieja. Poco a poco, voy encajando las piezas del puzzle, voy creyendo entender y desvelando, a marchas forzadas, este gran misterio que es el todo. Voy por partes, construyendo el castillo de la realidad, mi realidad. A menudo me equivoco y tengo que derrumbar algún trocito de pared, en un intento inútil de poseer una construcción más perfecta. Luego, me estaciono frente a mi obra "maestra", retengo en mi retina los resultados y hoy siento que no me gustan.
- ¡Eres bellísima!- dices y quizás me guiñes un ojito. Paso y tú prosigues- ¿Cómo puedes ser tan indiferente? A mí, si me alabaran, me subiría el ánimo y me sentiría super contento.
Tú no lo entiendes pero, tampoco tengo por qué explicártelo. Te crees que me puedes engañar con una cara bobalicona y unas palabritas tiernas y bonitas, quizás eso fuera antes pero, ya no. No te das cuenta que yo sé, siento y huelo la mentira, en todos los ámbitos y casi siempre y que crezco a cada instante, a todas horas. Me aburres. Y casi todo me cansa. Sí, soy vieja. Y ahora me río de mí misma: le conté a alguien que aquí en España uno se recataba más en tener sexo a secas y ahora, lo dudo.
- No fumas, no bebes, no f.....(no quiero decir esa palabra tan fea y vulgar, mejor digo tener sexo). Entonces ¿qué haces?- es lo que ya algunos suelen decirte por ahí, preguntándotelo sin ningún recato ni vergüenza ¿Acaso no hay suficiente con vivir?
Ayudas y buscas ayuda y pocos son los que te la dan de buen corazón.
Llamas por teléfono para informarte sobre algo: te dicen una cosa y otro día te dicen otra diferente. Si insistes pueden contestarte:
- Oiga, déjeme ya en paz - o quizás, por no entender bien, alzan la voz.
¿Qué les importa a ellos que una persona salga perjudicada por su culpa? Ellos están ahí, calentando una silla, ganando un sueldo y eso es suficiente. Luego, serán ellos los que esperen ayuda de terceros de buen grado y si el trato no es el que se esperaban dirán:
- ¡Jolín! ¡Qué tío más estúpido!
Una vez, también supe de esa niña infeliz. Su abuelito la llevaba cogida de la mano a la escuela.
- Abuelito ¿dónde está mi papá?
El abuelo, se encoge de hombros ¿Cómo podría explicárselo a la niña? ¿Cómo podría contarle que su padre un día dijo' estoy harto de esta vida de casado: me gustaba más ser soltero ¡ Me voy!'?
La universitaria le pidió a su compañera los apuntes días justo antes del examen. Ella vivía lejos y como no había ya tiempo, pretendía llevárselos, sin importarle en lo más mínimo que la otra pudiera necesitarlos o no.
Y ¿qué estoy diciendo? Desvarío en ejemplos, ahora tengo tanta tristeza por todo y por nada, tanto no sé qué que pierdo la cohesión del texto, lo desordeno. Siento que podría seguir y que no pararía nunca.
La masa amorfa se mueve por las calles, inunda el mundo. No sabe mirar hacia los lados: dirigen su mirada al frente. Machacan, atropellan, destrozan, pisotean pero, no pasa nada. Ellos se sienten bien y con eso es suficiente. Es mejor colocarse una cinta negra sobre los ojos y ¡a vivir la vida! Da igual matar que sanar.
Los espejos emiten sus reflejos plateados frente al sol. No quiero mirarme directamente, no sea que me asuste lo que vea, aunque yo creo que...
Y este mundo ficticio, sigue girando. Como siempre, un nuevo día abrirá su telón y dirá:
- Vamos a contar mentiras, otra vez.
Por eso, como dije, a veces prefiero estar en la luna.