Soy polvo y viento,
polvo de ciudad.
El sol de la tarde
es un fósforo que se consume lentamente.
Rostros extraños me observan
paso lento, palabras mudas.
Camino de norte a sur, sin rumbo
con las manos en los bolsillos,
la pesadez en mis hombros,
la memoria colmada de Rock.
Me pongo a tejer una mirada colectiva,
soy una mas de está ciudad,
soy parte de un transitar interminable.
Espero llegar a casa antes de la puesta de sol,
el cielo está en llamas,
fuego en las pupilas.
¿Que es la calma?
Algarabía en las últimas horas de la tarde,
me gusta la ciudad desde mi ventana,
esperando sin esperar nada.
En su abandono, la noche aguarda la quietud
mientras alcobas compartidas gritan, gimen, cantan,sueñan y descansan.
