El Benfica ha preparado una multitudinaria fiesta para presentar hoy a su equipo ante el Atlético y como viene siendo habitual el momento cumbre coincidirá con el descenso de la ya famosa águila Vitoria desde la grada. Este ritual tiene nombre y apellido español, el de Juan Bernabé, el cetrero gaditano dueño del magnífico ejemplar de águila canadiense de 9 kilos y 2,10 metros de envergadura que él mismo se encarga de entrenar. "Va a ser muy emotivo también para mí porque cuando viene un equipo español el corazón se me divide", nos explica el cetrero.Vitoria se ha convertido en una seña de identidad del Benfica y de Lisboa, porque sus andanzas van más allá del campo de fútbol. Es el principal reclamo de la ciudad para obras benéficas. "Tenemos las puertas abiertas de todos los hospitales infantiles, Vitoria se ha convertido en un vértice importante de una gran obra social", explica Juan Bernabé, con el que cualquiera que quiera embarcarse en alguna iniciativa benéfica puede contactar en el sitio aguiavitoria@slbenfica.pt.
Recientemente una parte de los fondos que se recaudan con las fotos de los aficionados han servido para costear las operaciones de dos niñas, una de ellas hincha del Sporting, el gran rival del Benfica.
La UEFA dio permiso a Vitoria para sus vuelos
La mejor anécdota de Vitoria tiene que ver con los tiempos de Trappatoni como técnico. "Era muy supersticioso y si Vitoria no aterrizaba justo en el centro para él era sinónimo de un mal partido. Hasta el punto de que durante los tres minutos que suele durar su vuelo, él se recluía en el vestuario para no verlo y después preguntaba. Evidentemente siempre le decíamos que había aterrizado en el centro", narra el cetrero. Para la UEFA tampoco pasó inadvertido este fenómeno social en el que se fue convirtiendo el ritual del Benfica, dio permiso sin problemas para sus vuelos y Vitoria aparece en la promo que sirve la UEFA a las cadenas que emiten la Champions. Vitoria está intentando crear su propia familia y hace poco que le trajeron a un compañero que, curiosamente, se llama Glorioso.
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