Pincelada rosa, entre vistas

viernes, 15 de enero de 2010

El salvador

La sombra del árbol dibuja sus alas,
su ancho pecho delicado cantor,
su fuerte pico lleno de sueños,
su pluma sencilla llenita de amor.

Se coló por la ventana el pajarito.
Voló..., voló..., voló..., por el salón,
suavemente se posó sobre el sillón,
un armónico canto inundó su corazón.

El viejo piano se alegró de escuchar al jilguero.
Los robles del jardín abrazaron sus nidos.
El sol estiró sus rayos para oírlo.
Cantó..., cantó..., cantó..., el salvador.


© Beatriz Giovanna Ramírez

jueves, 14 de enero de 2010

Mente y mano

Mente y mano.
Imagen y hueso.
Te deseo como sólo se desean los amantes que no se tienen.
Me ducho y me acaricio como haciendo un inventario de mis bienes.
Me necesitas, ya lo sabes, y no has probado mis besos.
Yo te necesito más...
Te necesito en mi día con montañas blancas.
Te quiero en mi noche con senos marchitos.
Mente y mano.
Interacción mágica la del universo.
Ilusión dantesca vernos en este infierno.
Te amo con pasión loca,
con una mirada lúbrica que quiere cuerpo,
quejido y gemido,
sudor y palpitación,
estremecimiento y besos.
Sólo hay silencio, agua caliente.
Mente y mano. 

© Beatriz Giovanna Ramírez



miércoles, 13 de enero de 2010

El ama de casa

¿El ama de casa,
ama la casa?
No ama la casa,
el ama de casa.
La casa no ama.
El ama de casa,
ama en la casa.
El ama de casa,
no ama la casa.
El ama de casa,
se va de la casa.


Beatriz Giovanna Ramírez 

martes, 12 de enero de 2010

El pescador y yo









Eres de los países bajos,
de un  lugar donde cedió el mar,
donde la lluvia llora tristes reflejos
y el gris del cielo suele brillar,
en un barco pesquero
entre cantos de sirena
el mar te arrulla
con sus nocturnas aves,  
vela encendida, mirada en la mar,
gotita de sol, fuente y cuchillo.
Eres cebolla, sopa caliente, pescado y pan.
Tus manos fuertes acarician la malla,
mis manos en madreselvas buscan tomillo,
arenques ya pescados entre agua y sal,
pirata enfurecido que sólo sabe callar.
Cuidado por deidades, vas navegando 
en la mar, sin tener miedo ni al miedo,
y triste en mi casa siembro pepinos
esperando al sol y al tulipán.

© Beatriz Giovanna Ramírez 

lunes, 11 de enero de 2010

Cada vez...


Cada vez que besaba tu boca,
se liberaba la dorada oca
ágil,  feliz con mi latir.
Escuchaba los pájaros dormir,
el largo sueño del vivir,
las hojas del abeto no paraban de rugir.
Cada vez que tocaba tus labios,
acariciaba mil geranios.
Cada vez que besaba tu boca,
los dolores del mundo deje de sentir.

© Beatriz Giovanna Ramírez