Una de las cosas que más me gusta hacer en verano, por raro que parezca a los que me conocen, es ver el
Tour de Francia. Me aficioné al ciclismo hace pocos años gracias a una pelÃcula de animación japonesa, no especialmente buena, llamada
Andalusia no natsu. La temática, nada habitual entre los nipones, se basaba en la Vuelta Ciclista a España, donde un ciclista profesional, bastante mediocre, debÃa demostrar su valÃa como corredor para no ser despedido de su equipo. De esta manera, los interesantes sprints finales, las subidas a la cima de las montañas y el esfuerzo por conseguir el maillot amarillo fueron los principales incentivos para que me aficionara, las tardes de julio, a ver las diversas etapas del
Tour de Francia. Pero otra de las buenas razones, que hace aún más interesante esta competición deportiva, son los paisajes y los monumentos que se alzan a lo largo de todo el recorrido, y que la televisión nos muestra, a ratos, como si de un documental se tratara. Por esto, he pensado que serÃa interesante ir recopilando aquellas iglesias, castillos, palacios o catedrales que han ido apareciendo este año por los diversos territorios escogidos por los organizadores.
* Etapa 1: Mónaco - Mónaco (15,5 km): La contrarreloj de la primera etapa empezó en una de las ciudades más glamurosas del Mediterráneo,
Mónaco. A pesar de su fama, la ciudad conserva diversos monumentos antiguos y modernos restaurados que son dignos de mención. Uno de ellos es el
Palacio del PrÃncipe de Mónaco, construido por los genoveses a inicios del siglo XIII como fortaleza defensiva. El dominio de la familia Grimaldi, que se apoderó del castillo a finales del siglo XIII, hizo de la fortaleza su castillo, y más adelante su palacio, para establecer su señorÃo y preponderancia en un territorio costero y muy bien situado comercialmente. Actualmente se puede observar la restauración llevada a cabo en el siglo XIX, en la que sobresale y destaca la zona de la torre del reloj, de estilo medieval.
La catedral de Mónaco es otro de los atractivos de la ciudad. Construida en 1875 sobre los cimientos de una antigua iglesia medieval dedicada a San Nicolás, el edificio se levantó con piedra blanca de una localidad próxima, La Turbie. Es de especial interés el retablo de la piedad, del siglo XVI, pintado por el italiano
Ludovico Brea; y el trono episcopal realizado con mármol blanco de las famosas canteras de Carrara. Finalmente, el
Casino de Mónaco fue construido en 1878 por
Charles Garnier, el mismo arquitecto que diseñó años antes el edificio de la
Ópera de ParÃs. El interior, decorado con bajos relieves, esculturas y frescos, posee una riqueza extraordinaria, tal y como se transmite ya desde la fachada exterior, simétrica y regular.
Palacio del prÃncipe de Mónaco
La catedral de Mónaco
Casino de Monte Carlo
* Etapa 2: Monaco - Brignoles (187 km): La población de
Brignoles, también en la región de Provenza, alberga un famoso palacio medieval, del siglo XIII, fundado por los condes de Provenza como residencia. El condado de Provenza perduró hasta el siglo XV, en tiempos de Luis XI, cuando fue integrado por éste al reino de Francia. El palacio, actualmente, acoge un museo dedicado al arte sacro paleocristiano, con sarcófagos y altares de los siglos III a VI d.C.
* Etapa 3: Marseille - La Grande-Motte (196,5 km): El lugar de inicio de la tercera etapa fue la
Massalia focea, situada muy cerca de la localidad de
L'
Estaque -uno de los lugares favoritos de
Cézanne y de los pintores post-impresionistas, por su luminosidad y color-. Tan sólo seleccionaré algunos de sus monumentos más caracterÃsticos, pues Marsella posee una riqueza artÃstica de gran magnitud, imposible de reflejar ahora aquÃ.
Empecemos, por ejemplo, con tres castillos espectaculares: el primero, el
Castillo de Saint-Jean, fue una fortaleza defensiva ubicada próxima al mar, en la zona norte de la ciudad. Construido en época medieval, fue lugar de residencia de la
Orden Hospitalaria de San Juan, de la cual tomó prestado su nombre, y ampliada y reformada por Luis XIV de Francia en el siglo XVII. Su compañero defensivo en la orilla sur fue el
Castillo de Saint Nicolás, construido también por orden del Rey Sol para controlar y vigilar la ciudad desde su imponente ubicación.
El tercer castillo más importante, sin ninguna duda, se encuentra situado en
la isla de If. Construido bajo el mandato del rey Francisco I, como fortaleza y prisión, fue inmortalizado por Alejandro Dumas en su novela
"El conde de Montecristo". Edmond Dantès tan sólo serÃa una anécdota ante los centenares de prisioneros reales que pasarÃan años entre sus muros. Finalmente, terminaremos en
Marseille con la
basÃlica de Santa MarÃa la Mayor. Se construyó a finales del siglo XIX con una mezcla de estilos variados. Las cúpulas recuerdan a las iglesias bizantinas y la estructura al románico y gótico italiano.
Fort Saint-Jean
Palais Longchamp
Château d'If
La basÃlica de Sainte-Marie-Majeure
La abadÃa de Saint-Victor
La tercera etapa del Tour también pasó por la localidad de
Arlés, famosa por su anfiteatro romano y por atraer a diversos pintores postimpresionistas, como
Paul Gauguin y
Vincent van Gogh. Allà pintó su famosa
Noche Estrellada.
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