¡Oh, las playas de Lukannon, si nadie fuera a cazar!


Us recordàveu de la sèrie dels 80' Seabert sobre una foca blanca i uns caçadors de foques?
Avui llegint el relat La foca blanca de Kipling he tingut un flash back. Tracta també d'una foca, Kotick, que a diferència de la resta de la seva camada, és completament blanca. Això sembla ser que és molt rar. Un dia descobreix que els humans es dediquen a caçar foques i matar-les de mala manera per treure'ls la pell i s'horroritza. A partir de llavors es dedicarà en cos i ànima a trobar un lloc per viure en pau on no hi pugui arribar l'amenaça humana.
Us deixo el gran hit de Parchís amb les seves veus infantils corejant "sibert-sibert-sibert-sibert-sibert". Feliç dimarts.


També he pensat que transcriuria la cançó  de Lukannon, del llibre de Kipling. Per acabar de fer un dia de foques com cal:

LUKANNON*

Un día vi a mis amigas (pero ¡ay, qué vieja soy ya!)
donde rugen en verano las olas en su chocar.
Oí su canción a coro, que ahogaba la de la mar.
Eran millones de voces, dos millones, tal vez más.

Canción que canta el buen tiempo en la laguna de sal.
Canción de los escuadrones por las dunas al pasar.
Canción de danzas nocturnas que en llamas convierte el mar.
¡Oh, las playas de Lukannon, si nadie fuera a cazar!

Un día vi a mis amigas (¡ya no las veré jamás!).
La playa se volvió negra, llegaban legiones ya.
Y gritábamos con fuerza sobre la espuma del mar
para dar la bienvenida a cada foca llegar.

¡Oh, las playas de Lukannon...! No existía un trigo igual,
con su musgo humedecido por la niebla de la mar.
La plataforma de juegos se ve a lo lejos brillar.
¡Oh, las playas de Lukannon..., nuestras playas..., nuestro hogar!

Hoy he hallado a mis amigas; tristes, dispersas están.
El cazador nos dispara, nos golpea hasta matar.
Le seguimos como ovejas, y nos trata sin piedad.
¡Oh, las playas de Lukannon, si nadie fuera a cazar!

¡Gira hacia el Sur! ¡Corre y corre, Gooverooska, sin parar!
Cuéntale al virrey marino la historia de nuestro afán.
Vacía como una cáscara que arroja la tempestad,
¡oh, la playa de Lukannon no verá a sus hijos más!


*Extret de El Libro de la Selva Rudyard Kipling (Madrid: Anaya, 1995, p138)