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martes, 9 de julio de 2013

Carne y piedra



Después de varios meses con mucho trabajo y con el blog bastante olvidado retomo la tarea de nuevo, con la intención de no volver a estar tanto tiempo ausente...espero que sea así.

Tomo prestado para esta entrada el título del libro de Richard Sennet, para referirme al trabajo de un coreógrafo y performer, Willi Dorner, al que no conocía y del que he visto recientemente algunas imágenes que me han llamado la atención. Dorner crea coreografías en las que enfrenta el cuerpo humano a la arquitectura, ya sea en espacios interiores o  urbanos. De hecho su último trabajo se llama así, Bodies in urban spaces.  En palabras de su autor estas performances pretenden que los paseantes urbanos se sorprendan y reflexionen y experiementen de forma diferente su ciudad.



Sus composiciones interactúan con las arquitecturas contraponiendo la flexibilidad y fragilidad del cuerpo con la dureza y la frialdad de la piedra, el metal o el vidrio, los grupos de figuras crean esculturas humanas que exploran y se acoplan a los huecos y los intersticios creando composiciones visuales muy llamativas apoyadas por el color. En su web hay una buena documentación de su trabajo con una gran cantidad de vídeos e imágenes de sus trabajos.

Cuando lo he visto además de las referencias a artistas de performance de los años 70, me han venido a la cabeza unas imágenes del artista chino Zhang Huan.





También, cómo no, me remiten al parkour, siendo estas imágenes una especie de parkour estático o congelado en el tiempo, pero transmitiendo de otra forma, esa misma sensación de tensión cuerpo-arquitectura que se pone en juego en el parkour.

No he revisado todavía en profundidad el trabajo de Dorner, pero su propuesta me parece estéticamente muy interesante, pienso que puede ser inspiradora para propuestas artísticas-educativas que combinen el trabajo con el cuerpo, lo performativo y lo visual.

Añado algunos vídeos vistos en un programa de Metrópolis, que tratan la relación espacio urbano y cuerpo mediante la danza y la performance:

Leticia Nabuco y Marcelo Stroppa en Río de Janeiro




Sue Haley, coreógrafa australiana con su vídeo Will Time Tell?

Will Time Tell? from Sue Healey on Vimeo.


Y Bórrame Mucho, de Gemma Graells y Mercè Moreno:

Bórrame mucho from Mercè Moreno on Vimeo.



viernes, 7 de diciembre de 2012

Mi encuentro con David Harding: conversaciones sobre arte, espacio público y cambio social

Con David Harding en su escultura: Heritage (1976). Fotos: Alfredo Palacios


Tenía pendiente un post sobre mi encuentro este verano en Glasgow con el artista David Harding. Después de varios intentos e intercambios de correos, finalmente en agosto pude reunirme con él. Tras años en los que he estado investigando sobre las relaciones entre el arte y las ciudades, ha sido una inmensa suerte poder hablar en persona con David Harding y más aún tenerlo como guía de excepción en una visita a Glenrothes, la ciudad en la que desarrolló su trabajo como artista en los años 70. Quiero plasmar aquí, aunque sea de forma resumida algunas de las ideas sobre las que conversamos y que definen su trayectoria como artista y como persona.

David Harding nació en año 1937, estudió arte en Edimburgo y tras graduarse y ejercer un par de años como profesor decidió marcharse a Nigeria en el año 1963. Allí estuvo 4 años dando clase a los que serían futuros maestros. La experiencia en África fue crucial en él para el desarrollo de una visión del arte con un fuerte compromiso social y en la idea del respeto por las manifestaciones culturales locales, en Nigeria se encontró con un departamento de arte en el que se copiaban a modo de cliché, obras de la tradición moderna occidental a lo cual él respondió con la idea del arte como expresión personal y con la recuperación de la cultura autóctona. A la vuelta a Escocia buscó trabajo como escultor en Glenrothes, una de las "new towns" que habían surgido en el Reino Unido tras la segunda Guerra Mundial.

Las "nuevas ciudades" son una experiencia urbanística singular. Fueron ciudades diseñadas de la nada, siguiendo el modelo de la ciudad jardín, para dar cabida a las necesidades del sector industrial  de acoger a grandes masas de trabajadores que se despazaban para trabajar en zonas mineras o de nueva creación de industrias. En este caso, Glenrothes fue la segunda "new town" en Escocia y se diseñó para los trabajadores de una gran mina de carbón que se inauguró oficialmente en el año 1958. Sin embargo en el año 1962 la mina cerró y fueron industrias eléctricas las que ocuparon su lugar.

Uno de los problemas de estas nuevas ciudades era su falta de referencias simbólicas, de elementos arquitectónicos o artísticos significativos que pudieran proporcionar a sus habitantes una conexión con el lugar, que pudieran suplir su falta de historia. Para solventar en parte esta situación las autoridades decidieron que en los equipos de arquitectos y urbanistas hubiese un artista que se encargaría de trabajar en coordinación con estos aportando su visión estética de la ciudad y dotando a las mismas de un patrimonio de arte público que pudiera facilitar esos mecanismos de identificación y que hiciese más amable en entorno. Uno de los artistas más conocidos que trabajó en las "new towns" fue el pintor Victor Pasmore, uno de los pintores abstractos más importantes de Inglaterra y que desarrolló su trabajo en la new town de Peterlee.

Apollo Pavilion, diseñado por Victor Pasmore en Peterlee en 1970. Foto: http://www.victorpasmore.com/html/peterlee.htm
A diferencia del trabajo de Pasmore, más influenciado por la claves estéticas e ideales del modernismo, Harding dió a su obra en Glenrothes un enfoque más centrado en las personas y por ello se convirtió en una referencia posterior en el arte público y comunitario. David Harding se planteó sus obras a partir de las necesidades de los habitantes de Glenrothes. En este sentido Harding ha definido siempre su trabajo como una "práctica contextual"y sus ideas conectaron con las de artistas como el Artists Placement Group, los grupos activistas de los 70 y los trabajos "site-specific". Según sus propias palabras, en aquellos años: " individualismo, autoexpresión y arte por el arte, comienzan a ser reemplazados por colaboraición, relevancias social y proceso."

Su posición para poder desarrollar ese trabajo fue privilegiada, ya que entró a formar parte del departamento de urbanismo de la ciudad y no solo eso, si no que a los dos años de estar allí, se dispuso como normativa que el artista debía ser consultado en todo momento del proceso de planificación. Esto le permitió trabajar mano a mano, no solo con los arquitectos sino con los ingenieros y paisajistas. Una relación que el define como fluida, sobre todo con los ingenieros, a pesar de las dificultades que implicaba.

Resulta difícil de creer desde un tiempo como el nuestro, de voracidad especulativa y teniendo en el beneficio económico casi el único criterio para los nuevos desarrollos urbanos, que en esos años se hubiese desarrollado esa sensibilidad por la integración del arte en la ciudad para la mejora de la calidad de vida de las personas. No solo eso, Glenrothes se convirtió en una especie de ciudad de las artes, en la había estudiantes de arte en prácticas trabajando con Harding y estudios y viviendas que el ayuntamiento ponía a disposición de escritores, músicos y otros artistas interesados en vivir en la ciudad.
Creando murales cerámicos con los niños de Glenrothes, año 1970. Foto, tomada de: http://www.davidharding.net/?page_id=37

Destaca su trabajo como muralista en las calles de Glenrothes, para el que contaba normalmente con la participación de diversos grupos de población, desde niños y adolescentes hasta adultos. Harding siempre ha defendido el muralismo como una forma artística ideal para el trabajo colaborativo y su trayectoria en Glenrothes y posterior recoge un gran número de experiencias asociadas al trabajo con adolescentes en riesgo de exclusión.*

Su interés por el muralismo le llevó a viajar a finales de los setenta a EEUU y a contactar con los representantes de ese movimiento en ciudades como Los Ángeles, San Francisco o Chicago. De esos años también deriva su gran interés por la cultura latina y su expresión en el muralismo y su significado político y social, interés que ha seguido manteniendo hasta la actualidad y que le ha llevado a mantener durante años colaboraciones con grupos activistas como The Border Art Workshop, en Tijuana.


Diversas imágenes de la obra: Industria, pasado y presente, del año 1971. Fotos: Alfredo Palacios

Otras ideas sobre las que trabajó fueron las esculturas para el juego, con las que los niños podían interactuar libremente y estaban concebidas como pequeños "playgrounds" o la consulta a las personas de Glenrothes ante pequeñas intervenciones arquitectónicas o urbanísticas. Me contó por ejemplo que ante la idea del ayuntamiento de pintar todas las puertas de un barrio de un determinado color, él recorrió todas las casas de la zona con una carta de colores, preguntando a los vecinos qué color preferían para sus ventanas y puertas y que cada uno tuvo finalmente el color que quiso.

Igualmemente a la hora de realizar caminos pavimentados por las zonas verdes se ocupaba de estudiar primero aquellas líneas creadas espontáneamente por las personas cuando atraviesan los parques y que el llama "desire lines" para que la intervención se ajustase a las necesidades reales de las personas. Uno de estos proyectos es el llamado Path Poem, ilustrado debajo y realizado en colaboración con el poeta Alan Bold. Pequeños detalles que contribuían a humanizar la arquitectura y la ciudad. Durante esos años, además de gran cantidad de esculturas y murales, diseñó espacios como parques de juegos, colaboró con los ingenieros y arquitectos en multitud de intervenciones y trabajó con los obreros sugiriendo ideas para mejorar creativamente su trabajo en un hecho tan simple como levantar un muro de ladrillo.

Las dos imágenes de arriba corresponden a la obra Path Poem, realizada con el poeta escocés Alan Bold en 1976. Foto: David Harding, tomada de: http://www.davidharding.net/?page_id=37


Con David Harding en su obra The Henge. Una escultura plagada de simbolismo, citas y referencias culturales a los 70, en la que David plasmó gran parte de sus inquietudes. Fotos: Alfredo Palacios

Tras el trabajo en Glenrothes, David Harding fue profesor en el Dartintong College of Art, una escuela de arte que llevó como máxima la idea de enlazar el arte con el contexto social y emplazaba a sus estudiantes a hacer prácticas en todo tipo de lugares, desde colegios hasta empresas e instituciones de todo tipo convencida del poder del pensamiento del artista para poder transformar creativamente la sociedad. De aquí saldría la idea posteriormente muy extendida del "artist in residence". Más tarde trabajó en la prestigiosa Glasgow School of Art, en la que fue durante muchos años director del Departamento de Escultura Medioambiental y donde la fuerza de sus ideas sobre un arte que tiene en cuenta y actúa sobre su contexto, tuvieron una gran influencia en toda una generación de artistas que fueron sus alumnos y que pusieron a Glasgow en la primera página del arte contemporáneo europeo y mundial en los 90, ganando varios de ellos el prestigioso Premio Turner.

Su preocupación en aquellos años setenta fue la de dotar a Glenrothes de elementos simbólicos, de hitos significativos a la vez que hacer la ciudad un lugar mejor para sus habitantes. Tras él otros artistas ocuparon su puesto. Recientemente se ha creado una web por la entidad Historic Scotland, que reivindica el patrimonio artístico de Glenrothes y donde existe una interesante información sobre la historia de su arte público.

Conocer a David Harding ha sido una gran suerte, entiende el arte desde un fuerte compromiso social y habla de aquellas vivencias en Glenrothes con la misma pasión que debió sentir en esos años y que aún mantiene. Actualmente sigue, según sus propias palabras: "still working to make the arts available to more people, and making them part of the priorities of the new Scotland." (Sigo trabajando para hacer que las artes sean accesibles para más personas y hacer de ellas una parte de las prioridades de la nueva Escocia). En sus palabras y en sus textos hay una reivindicación del espíritu de los setenta, de aquella libertad y ambiente de experimentación y transgresión del que hoy día todavía podemos y debemos seguir aprendiendo. Dejo para el final una de sus frases favoritas, tomada del poeta escocés Alasdair Gray: Work as if you live in the early days of a better society! 
(¡Trabaja como si estuvieras en los primeros días de una sociedad mejor!)



* Existe un interesante libro sobre la colaboración entre artistas y niños, en el que se encuentra un capítulo escrito por D. Harding, el libro es: Harding, A (ed.) (2005). Magic Moments. Collaboration between artists and young people. Black Dog Publishing.
Los textos de D. Harding pueden ser consultados en su blog: www.davidharding.net




martes, 31 de julio de 2012

Próximo encuentro con David Harding, pionero del arte comunitario

Dentro de unos días vuelo hacia Glasgow, allí me voy a encontrar con David Harding, artista y profesor de arte escocés, nacido en el año 1937, que es, sin duda, una de las personas más importantes en la historia del arte publico y comunitario en Europa. Es mundialmente conocido por su trabajo como "town artist" en la ciudad de Glenrothes entre 1968 y 1978. Allí fue contratado para trabajar en colaboración con los arquitectos y urbanistas para aportar su visión creativa en el desarrollo de las nuevas ciudades. Además comenzó a implicar a los habitantes en la realización de las obras de arte público, sentando las bases de lo que se dió en llamar "community art". Es una persona que ha mostrado toda su vida un fuerte compromiso social a través del arte.

Estoy deseando conocerle. A la vuelta subiré más información sobre nuestro encuentro y su trabajo. De momento, para los que os interese el tema (y leáis inglés) os dejo su web, con un montón de textos interesantes escritos por él y otras personas sobre arte comunitario, arte público y transformación social.

Escribí un artículo hace unos años sobre arte comunitario donde comentaba su aportación en el desarrollo histórico de las prácticas artísticas colaborativas.

sábado, 19 de mayo de 2012

Instalaciones artísticas en espacios educativos: una experiencia

Inicio hoy en el blog un nuevo tipo de entradas para mostrar trabajos realizado por mis alumnos en alguna de las asignaturas que imparto. En este caso, quiero referirme al trabajo realizado por el grupo de 3º de Magisterio de Educación Primaria del Centro Universitario Cardenal Cisneros en la asignatura cuatrimestral Educación Artística y su Didáctica (curso 2011-12). Pienso que tanto el resultado como el proceso de trabajo y todo lo que aprendimos en él justifican el interés por compartir esta experiencia.

La propuesta, enmarcada en el trabajo-proyecto final de la asignatura, se basó en diseñar una instalación para llevar a cabo en cualquiera de los espacios de nuestro centro. La premisa era que esa instalación debería tratar de algún problema o asunto relacionado con la vivencia del espacio educativo, es decir, que deberíamos reflexionar, a través del arte, sobre el sentido, las experiencias, la memoria, los usos o los significados que estos espacios tenían para nosotros o para cualquiera de las personas que los usaban. Partimos del estudio de artistas contemporáneos que trabajan la instalación para después generar propuestas personales aplicadas a nuestro contexto.

Creo que la instalación puede ser un excelente medio para pensar de forma crítica y creativa sobre el significado de los espacios escolares y también un medio para actuar sobre ellos y transformarlos.

Las diferentes propuestas recogieron diversos enfoques, algunos más críticos, otros más participativos, más sensoriales o más intimistas que paso detallar:

El trabajo de Sergio Álvarez, Maribel Martín, Carlos y Alberto Santa-Daría, consistió en plasmar visualmente las emociones que distintos lugares como el aula habitual, la cafetería, la biblioteca, la entrada, generaban en los estudiantes. Crearon un pequeño cuestionario basado en cinco emociones: alegría, tristeza, aburrimiento, sopresa y enfado y preguntaron a sus compañeros. Para la representación visual de las emociones utilizaron un recurso simbólico como el emoticón y pegatinas para adherirlos al suelo. El número de respuestas dadas por los alumnos se trasladó proporcionalmente al tamaño de cada símbolo y éstos se situaron en el suelo de las entradas a estos espacios.




La propuesta de Gloria Madrigal, Estefanía Martín, Mª José Machuca, Gema García y Victoria Luque consistió en preguntar a los estudiantes de la Escuela por un recuerdo especial asociado a los espacios del centro. Cada respuesta se escribió en una tira de papel, tiras que fueron introducidas en globos de helio. El conjunto de los globos, cada uno de ellos con una experiencia o recuerdo en su interior se situó en un pasillo, a diferente altura, creando un espacio lúdico y una metáfora de la memoria compartida al mismo tiempo. Simultáneamente se presentaron escritas todas las ideas plasmadas en uno de los paneles informativos.



Álvaro Roche, Marta Gil, Juan Manuel Obispo y Alba Navarro, propusieron una reflexión sobre la profesión docente centrándose en el espacio del aula como lugar en el que se piensa sobre el significado de la misma y en el que se transmiten valores, ideas, roles y métodos. Su instalación consistió en una mezcla de sonido e imagen. Mientras por los altavoces del aula sonaba el sonido real de un patio escolar de primaria durante un recreo, sobre la mesa del profesor se proyectaban frases alusivas a la educación de distinto tipo, algunas provocadoras otras con una intención más de despertar la actitud crítica, pero destinadas a generar la reflexión en el espectador. El contraste entre el sonido del patio, el aula y los textos, resultaba bastante inspirador.


Susana Castro, Ana I. Mercado, Carmen Mora y Rosa Delfín propusieron una reflexión sobre el ámbito de lo privado y lo público y sus interacciones en el espacio cotidiano. Para ello introdujeron una cama real, una mesilla de noche y una serie de objetos personales en uno de los pasillos. Los objetos hacían referencia a aspectos de la vida del estudiante, mientras que se enlazaba la idea del sueño con las diferentes significados de esta palabra en relación al futuro y sus incertidumbre laborales o a las ilusiones puestas en los estudios.



Silvia Luque, Alexandra Mesa y Roberto Ramos  eligieron los pasillos como metáforas de la interacción entre los estudiantes. Mediante un lenguaje de flechas de colores, combinadas con huellas, se trató de plasmar los itinerarios y recorridos en las aulas y el pasillo del claustro central para, de forma simbólica, dejar constancia del paso del tiempo y de esa susperposición de relatos que son las experiencias de todos los que han pasado por estos lugares.




Laura Cristóbal y Cristina Lorenzana plasmaron simbólicamente, usando fotos personales, la transición que suponía el proceso de cambio de estudiante a profesor, representado metafóricamente por el uso de dos sillas, una de aula de infantil y otra una silla de la mesa del profesor de nuestro centro, en ese recorrido las fotos con elementos significativos de esa vida estudiantil eran enlazadas mediante hilos entre los dos extremos.


Finalmente, Alba de Miguel, Silvana Jado, Paula Pérez de Eulate y Marta Sánchez, propusieron una experiencia sensorial diferente de un espacio como la escalera de subida al primer piso. Las hojas con las que cubrieron los peldaños, además de proporcinar una experiencia muy diferente de un lugar habitual, se referían simbólicamente a la metamorfosis que supone para los estudiantes estos años de formación, uniendo así el objeto escalera con su valor metafórico a esta idea plasmada por las hojas


Se recogieron por escrito las impresiones del público sobre cada una de las obras, que en general fueron muy satisfactorias y que nos sirvieron como una herramienta importante para la evaluación y valoración posterior de la experiencia. El público destacó la transformación creativa, sensorial o lúdica del espacio habitual, la idea de usarlo como elemento educativo, la posibilidad de dar cabida a los sentimientos, a la crítica, a los recuerdos o las ideas de los estudiantes por medio del arte, etc.






martes, 25 de octubre de 2011

Muralismo latino en San Francisco





Casa de las mujeres del barrio de The Mission, obra: Maestrapeace (1993). LLevada a cabo por Susan Kelk Cervantes, Juana Alicia, Miranda Bergman, Edythe Boone, Meera Desai, Yvonne Littleton y Irene Pérez*

Este verano en San Francisco tuve la suerte de recorrer, acompañado por una amiga, la artista Paz de la Calzada, el barrio de The Mission. Se trata del barrio latino de la ciudad y en él se encuentra la mayor concentración de murales comunitarios de San Francisco, y probablemente, una de las mayores de todo Estados Unidos. El nombre del barrio hace referencia a las antiguas misiones religiosas españolas que se instalaron en la zona en el siglo XVIII y a partir de las cuales se crearon los asentamientos urbanos que dieron nombre a la zona.

El fenómeno del muralismo latino comunitario surgió a finales de los 60 y principios de los 70 en Estados Unidos y el barrio de la Misión de San Francisco fue uno de los puntos de referencia de este movimiento. Indudablemente poseía una gran influencia formal y conceptual de los grandes muralistas mexicanos como Rivera o Siqueiros pero digamos que se planteó en los márgenes del mundo del arte institucionalizado, a una escala más local y desde un planteamiento social más participativo. En esas décadas se vio potenciado por la relevancia de los planteamientos de arte activista y comunitario y por la necesidad social de que el artista se implicase en los problemas de la comunidad, dando voz y visibilidad a los colectivos que no la tenían y tratando de mejorar la calidad de vida de entornos urbanos desfavorecidos. Con la realización de estos murales, los vecinos veían reflejada una parte de su historia en su paisaje urbano, creándose de esta manera, mayores vínculos con el territorio. Hay que decir que este movimiento ha estado desde sus inicios poco considerado desde el ámbito de la crítica de arte si bien en los últimos años, desde la perspectiva del auge del street art y el arte público de nuevo género, esta fenómeno se ha revisado desde otra óptica. No obstante hay que decir que en EEUU han existido desde los años setenta, a diferencia de lo que ocurre en nuestro país, programas y apoyos al arte público desde las autoridades locales y nacionales, lo que ha contribuido en parte a mantener estas prácticas.



Estos murales se realizan por artistas de la localidad, que trabajan generalmente en colaboración con los vecinos y residentes del barrio que participan en la realización de la pintura. Se tratan normalmente temáticas en relación con la identidad latina, con la reivindicación de su cultura y su historia. En algunos casos utilizando una iconografía propia de la mitología o la religión latina, en otros, mediante la narración de historias comunes, como las derivadas de la inmigración y sus consecuencias. En otros casos los murales relatan hechos acaecidos en el barrio o la ciudad o reivindican la memoria de algún residente. Como ejemplo podemos hablar de Maestrapeace, la obra que está representada al inicio de esta entrada, en ella trabajaron las siete artistas citadas y más de 70 voluntarios en difíciles condiciones debido a la altura del edificio. El mural supone un tributo a la mujer y a la lucha por sus derechos desde una perspectiva multicultural plagada de referencias históricas (entre ellas la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú). Esta obra está considerada Monumento Público Nacional.


Maestrapeace

Es muy interesante comprobar la variedad estilística y conceptual de los murales en un abanico de registros que incluye desde los estilos más realistas y cercanos a una "estética popular" hasta una estética más cercana al graffiti o street art, con el uso de stencils, tags, fotografías, etc. En cualquier caso la variedad es tal que no se puede establecer un único patrón y constituye un paisaje urbano visual de extraordinaria riqueza.



Fragmento del mural " 500 años de Resistencia" 30 X 8 mts. Iglesia San pedro, San Francisco California, 1992. De Isaías Mata.

Sirron Norris, Victorion: el defensor de la misiónEsta imagen y las dos de debajo pertenecen al mural: Five Sacred Colors of corn, de Susan Kelk Cervantes y Mia González




El corazón de este movimiento es el Precita Eyes Muralist. Se trata de una asociación creada en 1977 por el matrimonio Luis y Susan Kelk Cervantes, destinada a promover el arte del mural en el barrio, desde el principio con una clara intencionalidad pedagógica y de implicación social y comunitaria. Esta organización, promueve y apoya la creación de murales, realiza tours por el barrio, desarrolla talleres y actividades educativas y es a la vez un archivo de toda la historia de este fenómeno en el barrio.



Para las personas interesadas en esta temática, recomiendo un libro que se llama Street Art San Francisco. Mission Muralismo. Se puede encontrar en Amazon, está muy bien documentado visual y textualmente.

Esta página es la de una muralista de San Francisco que hace un trabajo realmente interesante: www.monacaron.com

Una muy buena web dedicada al street art, ya no únicamente de San Francisco sino de cualquier parte es esta: http://www.stencilarchive.org/


* Todas las fotos de este post han sido tomadas por Alfredo Palacios



jueves, 29 de septiembre de 2011

Arte e Inclusión social. Prácticas en América

Telas pintadas en el taller de JAMAC
Los días 15 y 16 de septiembre asistí al seminario Arte e inclusión social. Prácticas en América, organizado por el Museo Picasso de Málaga. Creo que fue un evento realmente interesante y con unas ponencias seleccionadas con muy buen criterio. La idea del seminario era dar a conocer proyectos artísticos de referencia en el contexto de América del Sur, que tuviesen una intencionalidad de intervención social y de integración en el contexto. Las propuestas seleccionadas por Paulo Portela, coordinador del seminario y educador jefe del Museo de Arte de Sao Paulo (MASP), proponían también una reflexión sobre el papel de las instituciones culturales como agentes de inclusión social.

Dentro del enfoque museístico y desde el papel de las instituciones culturales, Paulo Portela abrió el seminario relatando unas interesantes experiencias educativas del MASP que tiene un programa de trabajo con los policías militares de Sao Paulo, con vistas a reducir el estrés que les produce su trabajo y que utiliza el arte como un medio para expresar sus emociones, miedos, ideas y a reflexionar sobre su vida y su trabajo.

El brasileño Celio Turino realizó una interesante reflexión sobre el concepto de cultura y expuso el programa del gobierno brasileño de creación de Puntos de Cultura.

Mª Carmen González, explicó el programa educativo Think Art, de la Fundación Cisneros, que lleva el arte a las escuelas de muchos barrios desfavorecidos de ciudades de América del Sur mediante estrategias para desarrollar habilidades de pensamiento crítico y creativo en línea de la educación para la comprensión.

Paulina Guarnieri, expuso el trabajo de la Fundación Proa de Buenos Aires, centro de arte contemporáneo que busca una fuerte presencia en su entorno social. Entre sus iniciativas, el centro cultural Nómade, que lleva a cabo talleres en el espacio público del barrio: http://centroculturalnomade.blogspot.com/

Una de las intervenciones que más me gustó fue la de Mónica Nador, artista brasileña que lleva años viviendo en un barrio de favelas de Sao Paulo (Jardim Miriam) y trabajando con estas comunidades a través de JAMAC, un punto de cultura creado por ella misma, a través del cual ha desarrollado proyectos comunitarios como el "parque para brincar e pensar", un espacio de juego y encuentro creado en lo que era un espacio residual de la favela, o su proyecto Paredes Pintura mediante el cual a través de la técnica del stencil, los vecinos decoran sus casas con los diseños que ellos mismos desarrollan a través de un taller de estampación:






El trabajo de JAMAC puede seguirse a través del blog:
http://jamacarteclube.wordpress.com/projetos/

La fotógrafa chilena Andrea Jösh expuso el resultado de su taller de fotografía desarrollado con las comunidades mapuche de Chile (taller Aiwin), en el marco de la Trienal de Arte de Chile de 2009. Inspirado en el proyeto TAFOS, de Perú, en una línea de etnofotografía contemporánea, en este proyecto las comunidades mapuche fueron invitadas a retratarse a ellos y a su entorno, con unos resultados realmente interesantes que se pueden ver en el Blog del taller:
http://talleraiwin.blogspot.com/

Imagen tomada del Blog del taller Airwin


Franklin Aguirre relató la histora de la Bienal de Venecia en Bogotá. Una inciativa crítica surgida de un colectivo de estudiantes de la Escuela de Artes Visuales en la capital Colombiana en el año 1994, en el barrio de Venecia, para generar un espacio alternativo para la creación de obras de arte público y comunitario, desde una perspectiva relacional y contextual. Las obras de la bienal deben estar realizadas a partir de la realidad del barrio y tomar como temática ese contexto concreto, en ella participan artistas locales, emergentes, profesionales e internacionales. Parte de la historia de esta bienal puede seguirse en el blog:
http://www.bienal-venecia-bogota.blogspot.com/


El seminario fue cerrado por el profesor de la Universidad de Málaga, Manuel López Melero, con una conferencia sobre el significado de la inclusión social, abordando el punto de vista de las personas con discapacidad, temática que, ciertamente, se echó en falta que no fuese tratada desde el punto de vista del arte y los museos en el conjunto de la programación del seminario.