DESDE UN DESIERTO
Siento que cada rayo de sol
me hunde más en la arena.
Es la pena de buscar algo mejor
en una árida extensión de tierra.
Es inutil levantar la vista,
pues no hay nada que contemplar.
La tristeza está viva
con sólo respirar.
El día es infinito.
La luz tan penetrante,
que me entierra en lo profundo.
En una eterna melancolía,
en una pesada agonía,
imposible de soportar.
Cada pisada cae tan despacio,
hacia un vacío sin fin.
Y la lluvia de luz viene mojando
las huellas invisibles de mis pasos.
Voy a apagar la luz de las sombras,
y abrir los ojos en la noche oscura.
Que descanse mi alma.
Que la tristeza se evapore de la piel,
para que el silencio abra las puertas
hacia un nuevo amanecer.
QUISIERA
Quisiera ser una estrella fugaz,
y desaparecer en el cielo.
Quisiera ser viento
y no dejar de volar.
Quisiera ser agua de mar
que besa la playa, y se va.
Quisiera ser un espíritu
a quien nadie pueda atrapar.
Quisiera en éste momento
poder ser, todo lo que mi
alma anhela ser.