Sólo hablamos de sus anteriores relaciones y volvió a ofrecerme quedarnos en su casa “tu amiga y tú podeís dormir en mi habitación y yo en el sofá o en otra casa q tengo, no os preocupéis por eso”. Yo insistía en q no viajaba sola, q me parecía buena idea, pero q mi amiga era un poco “especial” y no dependía sólo de mí.
Oímos un ruido en el salón, un golpe en la ventana, me asomé y era mi amiga besándose con su amigo. Entonces entendí pq me había “invitado” a ayudarle a cocinar, para dejarlos solos a ellos. Seguimos hablando como si de dos viejos amigos se tratara, cuando en realidad acabamos de conocernos. Comimos los spaghetti en el salón y cuando terminamos mi amiga y yo nos preguntamos q hacer, “nos vamos?, sí, nos vamos”. Fui a lavarme las manos. Para ir al baño había q pasar por su habitación o por la cocina, su habitación era el camino más corto. Cuando salí del baño él estaba en la habitación “espera, creo q tu amiga y mi amigo necesitan intimidad”, y cerró la puerta q daba al salón.
-Q hago yo ahora???, tengo sueño, si los espero me dormiré.
- Pues te quedas aquí, conmigo – Me dijo tirando de mí hacia la cama.
Pasamos la madrugada entre caricias, besos y suspiros. Volvió a repetirme:
- Bella, quédate mañana, cuando nos levantemos yo os llevo a Siena y por la noche os llevo a un sitio muy bonito a cenar y luego a otra discoteca más bonita q la de anoche, te va a gustar, quédate, de verdad. Y el martes os llevo a Sanchio Miniano, q es más bonito q Siena.
Yo lo miraba emocionada, pero sólo podía decirle lo q ya sabía: - no depende sólo de mí y mi amiga es un poco especial.
Al tiempo q le decía esto tenía una doble sensación, por un lado como si nunca fuera a volver a verlo y por otro, como si nunca me fuera a ir de allí.
A la mañana siguiente teníamos q ir a por las maletas al hostal, pq para cambiar el coche de sitio ya era tarde, tenía el cepo puesto.
-Q vais ha hacer???, no te vayas….
-Te dejo mi número de telefono y luego me llamas para decirte q hacemos. Ahora vamos a recoger las maletas ya ver lo q nos queda de Florencia, quizá vayamos a Siena. Podemos venir a ducharnos???
-Claro Bella, te espero aquí.
Nos dimos un beso y salí de su casa. Mi amiga esperaba ya en el zaguán. Andamos un rato en silencio, hasta q pregunte : Bueno que???
-Q de q??? Nada
-Nada??? No me lo puedo creer!!!!
-Creeteló. Espero q no le hayas dicho a Máximo q esta noche quedábamos, pq no pienso cargar con el amigo toda la noche.
-No tranquila, le dije q tenía q hablarlo contigo, q no viajaba sola. Pero no nos dejaran ducharnos en el hostal, podemos ir a su casa.
-Si hombre!!! Está muy lejos, no, mejor vamos yendo a Siena.
Siempre me quedará el recuerdo de aquella noche en la q me sentí princesa, princesa de verdad. A veces pienso en volver e intentar encontrarlo, pero otras… no sé si guardarlo en el recuerdo como algo bonito e inolvidable o intentar quitarle la divinidad y hacerlo real y verdadero. Sueño o realidad????
Oímos un ruido en el salón, un golpe en la ventana, me asomé y era mi amiga besándose con su amigo. Entonces entendí pq me había “invitado” a ayudarle a cocinar, para dejarlos solos a ellos. Seguimos hablando como si de dos viejos amigos se tratara, cuando en realidad acabamos de conocernos. Comimos los spaghetti en el salón y cuando terminamos mi amiga y yo nos preguntamos q hacer, “nos vamos?, sí, nos vamos”. Fui a lavarme las manos. Para ir al baño había q pasar por su habitación o por la cocina, su habitación era el camino más corto. Cuando salí del baño él estaba en la habitación “espera, creo q tu amiga y mi amigo necesitan intimidad”, y cerró la puerta q daba al salón.
-Q hago yo ahora???, tengo sueño, si los espero me dormiré.
- Pues te quedas aquí, conmigo – Me dijo tirando de mí hacia la cama.
Pasamos la madrugada entre caricias, besos y suspiros. Volvió a repetirme:
- Bella, quédate mañana, cuando nos levantemos yo os llevo a Siena y por la noche os llevo a un sitio muy bonito a cenar y luego a otra discoteca más bonita q la de anoche, te va a gustar, quédate, de verdad. Y el martes os llevo a Sanchio Miniano, q es más bonito q Siena.
Yo lo miraba emocionada, pero sólo podía decirle lo q ya sabía: - no depende sólo de mí y mi amiga es un poco especial.
Al tiempo q le decía esto tenía una doble sensación, por un lado como si nunca fuera a volver a verlo y por otro, como si nunca me fuera a ir de allí.
A la mañana siguiente teníamos q ir a por las maletas al hostal, pq para cambiar el coche de sitio ya era tarde, tenía el cepo puesto.
-Q vais ha hacer???, no te vayas….
-Te dejo mi número de telefono y luego me llamas para decirte q hacemos. Ahora vamos a recoger las maletas ya ver lo q nos queda de Florencia, quizá vayamos a Siena. Podemos venir a ducharnos???
-Claro Bella, te espero aquí.
Nos dimos un beso y salí de su casa. Mi amiga esperaba ya en el zaguán. Andamos un rato en silencio, hasta q pregunte : Bueno que???
-Q de q??? Nada
-Nada??? No me lo puedo creer!!!!
-Creeteló. Espero q no le hayas dicho a Máximo q esta noche quedábamos, pq no pienso cargar con el amigo toda la noche.
-No tranquila, le dije q tenía q hablarlo contigo, q no viajaba sola. Pero no nos dejaran ducharnos en el hostal, podemos ir a su casa.
-Si hombre!!! Está muy lejos, no, mejor vamos yendo a Siena.
Siempre me quedará el recuerdo de aquella noche en la q me sentí princesa, princesa de verdad. A veces pienso en volver e intentar encontrarlo, pero otras… no sé si guardarlo en el recuerdo como algo bonito e inolvidable o intentar quitarle la divinidad y hacerlo real y verdadero. Sueño o realidad????