Ahora q me acuerdo, hace un año y casi dos meses y medio q salí con 40 Kg metidos en una maleta hacia lo desconocido. Aquel día lo recuerdo con pena y rabia. Perdí lo que quedaba de "una amiga" y me despedí de las q siempre lo serán. Las chicas coyote me acompañaron durante todo el día en el largo viaje hasta S. Javier. Una mezcla de sentimientos tengo en la memoria del momento de la despedida. Una mezcla de miedo, nostalgia, ilusión y al mismo tiempo seguridad de saber q ellas siempre estarían allí. He oido desde entonces muchas veces te echamos de menos, vuelve pronto.
Cuando llegué nadie me esperaba, incertidumbre y aquel maravilloso mensaje diciendome q capturara ese momento. Nunca olvidaré la parada del autobús y el gran reloj de la iglesia del west end. Mis primeros paseos con los pies destrozados. La noche q me perdí, las personas a las q conocí y la de veces q me he dado golpes en la cabeza por el idioma. Me he sentido muy sola, muy acompañada, desesperada, asustada, confiada.... el mix de sensaciones me desborda desde la memoria. Se q nunca voy a olvidar lo dificil q fue aprender inglés, los malos entendidos, q han sido y son muchos, los trabajos cutres, el esfuerzo físico, las pequeñas recompensas, los dolores de cabeza, los constipados infinitos, los dolores de pies y piernas. A veces he pensado "q necesidad tengo yo de todo esto??", entonces recuerdo uno de mis primeros días haciendo camas, mientras estiraba mi espalda al terminar de hacer una cama y miraba por la ventana, sonreí pensando "y como se puede ser tan feliz haciendo tan poco?". Me recordé a mi misma sentada en la oficina delante de mi ordenador, quizá haciendo lo que ahora mismo hago: escribir un post. La situación era distinta, cambié unas botas de piel y un traje chaqueta por un uniforme horroroso y unas zapatillas de deporte. Cambié una silla y un ordenador por un trolley lleno de toallas y sábanas. Y sólo me sentía infeliz cuando llegaba la hora del descanso y nadie hablaba conmigo pq todos eran polacos. Realmente fue mi peor experiencia de trabajo. Y no fue mala por el trabajo en sí, si no por la compañía. El resto.... por cutres y duros q hayan sido tengo un buen recuerdo de cada uno de ellos. Sí ya estoy un poquito harta de tanto dolor de pies, pero cada día hasta ahora ha sido un reto, un largo y duro aprendizaje: entender y ser entendida. Es el reto de la vida entender y ser entendido, a veces por no hablar el mismo idioma, a veces por no escuchar a las personas incluso cuando se habla el mismo idioma. Aquí pasa constantemente y te das cuenta de q a veces no es el idioma si no las personas, q no escuchamos, no nos paramos a oir lo q están diciendo. Pero esto no forma parte del recuerdo si no del día a día. Mi recuerdo de aquellos primeros días está nítido en mi memoria. El personaje con el q viví mi primera semana, el sofoco a la puerta del collegue. Sentir desesperación pq eres incapaz siquiera de pedir algo para comer y llegar a un sitio donde se supone q te van a ayudar y encontrarte con un muro altísimo. En ese momento cualquier pequeño peldaño te supone una escalera de mil metros. Tuve q lidiar con bancos, con Brasileñas psicópatas, etc, etc... y como mi recuerdo ahora es sobre el idioma, tb en él está Maria y nuestras infinitas conversaciones acerca de las expresiones, de los acentos... (no pongo más vinculos, pq me he dado cuenta de q más o menos ya lo conté) Ahora, desde la distancia miro atrás con satisfacción y, aunque no sé q decir cuando me preguntan "pq penar tanto?", me siento orgullosa de lo que he conseguido, aunque todavía me quede mucho más.
pd. Para tí y tu ánimo, tú tb lo conseguirás, no es ninguna hazaña, sólo ganas ;)
Cuando llegué nadie me esperaba, incertidumbre y aquel maravilloso mensaje diciendome q capturara ese momento. Nunca olvidaré la parada del autobús y el gran reloj de la iglesia del west end. Mis primeros paseos con los pies destrozados. La noche q me perdí, las personas a las q conocí y la de veces q me he dado golpes en la cabeza por el idioma. Me he sentido muy sola, muy acompañada, desesperada, asustada, confiada.... el mix de sensaciones me desborda desde la memoria. Se q nunca voy a olvidar lo dificil q fue aprender inglés, los malos entendidos, q han sido y son muchos, los trabajos cutres, el esfuerzo físico, las pequeñas recompensas, los dolores de cabeza, los constipados infinitos, los dolores de pies y piernas. A veces he pensado "q necesidad tengo yo de todo esto??", entonces recuerdo uno de mis primeros días haciendo camas, mientras estiraba mi espalda al terminar de hacer una cama y miraba por la ventana, sonreí pensando "y como se puede ser tan feliz haciendo tan poco?". Me recordé a mi misma sentada en la oficina delante de mi ordenador, quizá haciendo lo que ahora mismo hago: escribir un post. La situación era distinta, cambié unas botas de piel y un traje chaqueta por un uniforme horroroso y unas zapatillas de deporte. Cambié una silla y un ordenador por un trolley lleno de toallas y sábanas. Y sólo me sentía infeliz cuando llegaba la hora del descanso y nadie hablaba conmigo pq todos eran polacos. Realmente fue mi peor experiencia de trabajo. Y no fue mala por el trabajo en sí, si no por la compañía. El resto.... por cutres y duros q hayan sido tengo un buen recuerdo de cada uno de ellos. Sí ya estoy un poquito harta de tanto dolor de pies, pero cada día hasta ahora ha sido un reto, un largo y duro aprendizaje: entender y ser entendida. Es el reto de la vida entender y ser entendido, a veces por no hablar el mismo idioma, a veces por no escuchar a las personas incluso cuando se habla el mismo idioma. Aquí pasa constantemente y te das cuenta de q a veces no es el idioma si no las personas, q no escuchamos, no nos paramos a oir lo q están diciendo. Pero esto no forma parte del recuerdo si no del día a día. Mi recuerdo de aquellos primeros días está nítido en mi memoria. El personaje con el q viví mi primera semana, el sofoco a la puerta del collegue. Sentir desesperación pq eres incapaz siquiera de pedir algo para comer y llegar a un sitio donde se supone q te van a ayudar y encontrarte con un muro altísimo. En ese momento cualquier pequeño peldaño te supone una escalera de mil metros. Tuve q lidiar con bancos, con Brasileñas psicópatas, etc, etc... y como mi recuerdo ahora es sobre el idioma, tb en él está Maria y nuestras infinitas conversaciones acerca de las expresiones, de los acentos... (no pongo más vinculos, pq me he dado cuenta de q más o menos ya lo conté) Ahora, desde la distancia miro atrás con satisfacción y, aunque no sé q decir cuando me preguntan "pq penar tanto?", me siento orgullosa de lo que he conseguido, aunque todavía me quede mucho más.
pd. Para tí y tu ánimo, tú tb lo conseguirás, no es ninguna hazaña, sólo ganas ;)