Seguramente en alguna ocasión cuando os encontrabais tranquilamente pescando habréis podido observar uno de los acontecimientos mas esperados por todo pescador, ese periodo en el que los peces se alimentan como locos en superficie.
La pesca superficial es de las mas impactantes que existen, sin menospreciar claro está otras que se centran en batir capas de aguas mas profundas. Y es que en realidad para pescar en superficie no hace falta que los peces se hallen cerca de ella (aunque ello ayuda), tiene tal potencial que es capaz de hacer subir a un depredador desde varios metros de profundidad, por lo que podemos afirmar que no esta limitada a momentos de alto frenesí alimenticio.
Como se puede suponer hay momentos mas propicios para pescar que otros, y hacerlo en superficie no iba a ser la excepción, estos no son ningun secreto, nos referimos al amanecer y al atardecer. La baja luminosidad de esos periodos facilita el camuflaje de los depredadores con el medio y por lo tanto una mayor probabilidad de que las presas no se den cuenta de lo que se les viene encima. Cuando el sol esta alto, también es posible pescar en superficie, claro que la probabilidad de capturar un gran ejemplar se ve reducida mucho si hablamos de lubinas, y en menor medida de nuestro amigo el bass. Llega el momento entonces de cambiar a una técnica algo mas fina, reducir tallas de los artificiales, afinar las lineas y si puede ser colocar flurocarbonos en los bajos, esto mejora considerablemente la presentacion y a buen seguro que nos hara "raspar" alguna captura si la cosa esta realmente difícil.
En ocasiones incluso especies que no son depredadoras creen que lo son por un momento y deciden atacar a un pececillo que se mueve con dificultad como esta doradita (izquierda) que a pesar de su tamaño no pudo resistirse al zigzagueante movimiento de un paseante.
Observación y muchos cañazos son los ingredientes más importantes de cualquier pesca pero cuando forzamos una técnica, y la utilizamos en momentos en los que los cánones "prohiben" utilizarla, aun lo son mas si queremos dejar a la suerte un poco al lado.
Ahora solo nos queda ir a pescar, observar el entorno y elegir uno u otro señuelo, teniendo el convencimiento de que lo que estamos haciendo esta bien, al fin y al cabo el señuelo que mas pesca es el que mas tiempo pasa en el agua.
un saludo!