Conociendo un poco a la lubina
La lubina es un pez astuto como pocos por lo que, en general, tendremos que cuidar los detalles al máximo
para conseguir resultados, no obstante cuando los
robalos y, en general, la mayoría de los depredadores entran en un período de actividad frenética para cazar, los detalles pasan a un segundo plano y lo importante para ellos es embuchar cuanto puedan en el menor tiempo posible. Como buen depredador es oportunista y si tiene la ocasión de comer en un determinado momento lo hará sin dudarlo, no sin antes comprobar que lo que se va a llevar a la boca es seguro, ahí esta nuestro trabajo, en hacerla creer que nuestro engaño es un bocado seguro. Es un pez muy territorial por lo que en muchas ocasiones no ataca a nuestros señuelos por hambre si no para defender su terreno.
Su forma es estilizada, con una aleta caudal ancha, el color de sus escamas plateado o plateado-negruzco, dependiendo del lugar donde habite normalmente. Su boca no tiene dientes sino algo parecido a una lija, que es suficiente para que la presas no escapen, y no se suelen escapar, ya que tiene una auténtica tragadera que nos hace recordar al black bass de agua dulce. El tamaño máximo que alcanza esta alrededor de 12kg, aunque lo normal son ejemplares bastantes mas pequeños. El período de freza o cría tiene lugar en pleno invierno, desde diciembre a febrero, cuando no hay mas depredadores en nuestras aguas, característica clara de adaptación al medio por parte de este pez.
¿Y los grandes róbalos?
Por otro lado, la mayoría de las capturas de grandes róbalos hechas por mí y mis compañeros siempre suelen coincidir con el amanecer, esas primeras luces hacen que los peces se confíen bastante mas que con el sol arriba. El amanecer puede "alargarse" bastante con días nublados en los que sigue habiendo poca luz, aún siendo bastante tarde.
Hablando de mareas hay que destacar el reparo de bajamar y pleamar, ese momento en el que deja de haber corrientes y el mar queda quieto, es un buen momento para pescar lubinas. El señuelo que emplearemos será acorde con la profundidad que haya en el lugar. Si es poca, los paseantes, poppers y minnows de babero corto serán nuestras herramientas y, si hay varios metros de agua, los jigs serán nuestros mejores aliados. En zonas de enganches utilizaremos vinilos plomados.
Una zona que fue "robalera" lo seguirá siendo siempre que no haya medios que impidan la entrada de los peces a la zona, como las redes y trasmallos ilegales que pueblan hoy nuestras aguas. Con lo primero quiero decir que si sabemos de la existencia de una piedra que alguna vez se dieron lubinas grandes no esta de mas realizar algunos lances en esta, quizás suene la flauta.
Los vientos que mejor me han ido son los que soplan flojos o con fuerza media(25km/h) independientemente de la componente que tengan, gustándome mucho el levante y norte flojos pues el mar permanece calmo y las aguas claras, esto ultimo puede convertirse en un arma de doble filo pues los peces que sigan nuestros artificiales hasta la orilla nos descubrirán a las primeras de cambio. Un mar algo picado con rompientes es buena opción en playas de arena donde el único medio para camuflarse con que cuenta la lubina es la espuma. Los vientos que producen rompientes suelen ser bastante fuertes haciéndonos muy difícil lanzar si este sopla en contra nuestra, de este modo para planear mis salidas me adapto al viento que vaya a hacer y me dirijo a un lugar en el cual este sea un aliado para ganar metros de lance.
Por ultimo decir que es importante para la conservación de esta especie que respetemos la talla mínima, que para el Atlántico es de 36cm. No es raro ver en los cubos de muchos pescadores lubinas que no dan la talla y que luego se quejan porque no hay pescado grande, es normal no los dejamos crecer. Es verdad que muchos ejemplares inmaduros acaban en el cubo pero la lubina ha aprendido con los años a pasar desapercibida y a evadirse como pocos peces.
un saludo