Ingredientes:
-Una lamina de hojaldre (el tamaño depende de lo grande que sea vuestro costillo)
-Un marido (cada una el suyo)
-Perejil (el suficiente para amordazarlo)
Se sienta al marido en el sofa y se le coje la mano (a ser posible con cariño).Le decimos lo mucho que le queremos,lo importante que es en nuestra vida y el servicio tan util que nos ha prestado durante años.Sobre todo cuando le dices "quita la mesa" y descubres que su concepto de "quitar la mesa" es ponerlo todo en el mismo orden,pero encima de la bancada de la cocina.O cuando tiene que ponerla,y una vez sentada para comer te toca a ti levantarte a por el pan,las servilletas y tu vaso.También podemos reconocerle que nos impresiona su capacidad para seguir tirando basura en el cubo a pesar de que la bolsa rebosa 2 palmos por encima de su tope (no se como consigue que las latas de coca cola se queden ahi,de pie,sobre montones y montones de basura,las debe de pegar con algo).
A todo esto NUNCA hay que soltarles la mano,porque corremos el riesgo de que se huelan el percal y escapen.
Cuando tengamos al marido entregado a la causa nos acercamos y le damos un besito en el cuello,de la que se queda medio lelo le arreamos un garrotazo con lo primero que pillemos.Recordar que no hay que matarlo (la carne se queda gomosa),solo hay que dejarlo incosciente.Una vez tengamos al marido incosciente reservamos y preparamos la lamina de hojaldre.
Ponemos al marido encima de la lamina y envolvemos,este paso hacerlo como podais,eso si,no pidais ayuda a nadie,los testigos no son de ayuda para estos menesteres.
A estas alturas de la receta vuestro marido empieza a recobrar el conocimiento,es hora de usar el perejil.Lo lavamos y se lo ponemos a nuestro ingrediente principal en la boca,para evitar suplicas de última hora.Si sois generosas podeis dejarle que diga sus últimas palabras,no fué mi caso,me dolia la cabeza.
Cuando tengamos al marido hojaldrado el horno ya debe de estar caliente.Lo metemos a unos 200 grados,y el tiempo que la pieza de carne requiera,en mi caso,15 horas de horno.
Sacamos,nos ponemos la mesa con todo lo necesario,no como la ponia el marido.Emplatamos el hojaldre y a comer!!!!.No pude hacer foto del resultado,pero la hice justo antes de meterlo al horno,ya consciente y sabiendose cadaver...angelico.
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La Lupi,nuestra perra (ahora solo mia),fué testigo y a la postre comensal del hojaldre de marido.Si participa es complice,"asin" de claro.No hay pruebas,no hay testigos,ni movil,ni arma homicida.Si alguien os pregunta por vuestro marido decir que ha ido a por tabaco,eso siempre funciona,pero jamás digais que está en casa limpiando,porque la gente empezaria a sospechar.
Espero que os guste,a mi me encantó....a él no tanto.