Está claro que los ríos españoles ya no están como hace 20 años y nuestro Guadiana no iba a ser menos. El agua ya no baja igual de limpia y con la llegada de las mal paradas especies exóticas, nuestros peces autóctonos han cambiado totalmente su comportamiento. Recuerdo hace unos 15 -20 años, a nuestros queridos barbos comizos deambulando tranquilamente por las orillas someras comiendo en tan sólo dos palmos de agua, enseñándonos su aleta caudal en su afán por encontrar cualquier bichejo rebuscando entre las piedras del fondo.
Su pesca era hasta fácil, pues la localización estaba clara y no había más que dejarle caer una pequeña ninfa por delante de los morros para llamar su atención y que se la zamparan!
Y si hablamos de la especie becero apaga y vámonos, el rey de la "seca", jornadas de pescar 20 peces sin apenas andar 300 metros de orilla.
Hoy todo esto ha desaparecido, la abundancia de alburnos y gatos ha sido la culpable de tanto cambio en su hábitat, prohibiéndonos disfrutar de la pesca a mosca en el que fue llamado "el río de los Barbos"
Afortunadamente, aun quedan algunos escenarios donde los podemos pescar de esta manera, pero claro, ya no es ni la décima parte de lo que vivimos algunos..
Aún así os sigo buscando!