karl blossfeld, fotógrafo

mis plantas son así? tan retorcidas, barrocas, estilizadas, estéticas, pretenciosas,
rebuscadas, exóticas, raras, extáticas, inexpresivas, estáticas, cursis, ambiguas, extraordinarias?

si, aunque mi mirada no sea la de Karl Blossfeld, todo esto, y mucho más, está allí, al alcance del ojo y de la mano, en las domésticas plantas de mi casa.

hay otros mundos, pero están en éste.
que la mirada sea penetrante y curiosa para ayudarme a descubrirlos.

animartes

Imagínate hormiga…
Joder, qué mala cosa
recorriendo espacios siderales
para poder llevarte algo a la boca
arrastrando cadáveres congéneres
hasta la cueva oscura
donde toda la familia espera,
hambrienta, para comerse al Tiorlando
y unos vecinos famélicos se impacientan
por saborear los restos de la Primaelbita
esa que murió aplastada
cuando intentaba atravesar sin casco
la pista de una disco suburbana.
Imagínate gato de albañal
cucaracha de pobre
gaviota de secano
animal doméstico sin amo
y dime después
en qué no te pareces
a ellos, cabrón desesperado. (photo : william wegmann)

lunes incómodo

te levantas en medio de la noche con los pies tibios, y de pronto, nada más entrar al cuarto de baño, uno de ellos se encuentra con un charco de agua fría... no es un tsunami, no; tampoco yo soy el loser flotando con los pies de plomo: el piso es antiguo y las cañerías revelan su senilidad perdiendo aguas...
(photo : avedon)

en blanco

Escribió divagar, naufragio, golondrina
y el poema se negó a cuajar
Puso éxtasis, llovizna, melancólico
y el silencio cayó sobre el papel
helándolo hasta los mismos tuétanos
Intentó catártico, perentorio, rítmico
y el ángel que lo miraba hacer
cambió de rama, se mudó de sitio
con un solo y presto movimiento de alas

(photo : misha gordin)

Lecho paterno

La cama de mis padres era un mar de sangre satinada
en el que solía zambullirme como un pez que escapa
del anzuelo para caer en la red

(photo : Bruno Barbey)

amorimas (el poema)

ahora que el amor ya no es trajinar sobre las sábanas
temer el abandono
correr tras una cita
oficiar de émbolo
de zahorí o de espeleólogo
esperar a que pasen los ardores para volver a arder
sudor sobre sudor
carne con carne
ahora que los momentos se hacen largos
y la vida pasa como un tren expreso
que expirará al llegar
sin posible retorno
a su destino
tus manos asoman en un detalle cualquiera
y la ternura se hace un hueco muy preciso en cualquier impreciso lugar de mi esqueleto