És exagerado decir que anduve moviéndome en el agua como un péz ... quizás como un pato ... pero tampoco porque los patos en el agua se mueven en su medio, fuera de ella si son patosos como yo lo puedo ser dentro del líquido elemento donde no hace mucho pude experimentar la fotografía desde un "hidrohide" o aguardo acuático que puede verse en la anterior entrada del blog . Hasta ahora solo he podido realizar cuatro sesiones, dós de mañana y dós de tarde y si hiciese falta un carnet para usar el artilúgio creo que estaría en condiciones de poder examinarme pués cada sesión fué diferente y las tuvimos de todos los colores .
La primera mañana amanecía con una fuerte tormenta con aparato eléctrico incluido que nos tuvo a la espera para poder entrar al agua y en cuanto vimos que desaparecían las negras nubes nos metimos en el agua pese a que quedó tapado y la luz era muy pobre pero sirvió para ir haciendo las primeras prácticas . A la tarde ya había mejor luz y ya se pudieron hacer algunas fotos más decentes de diferentes especies y a esta Garcilla cangrejera ( Ardeola ralloides ) que vimos llegar al cañaveral a lo lejos y que nos fuimos acercando hasta ponernos a escasos trés metros de ella sin que se inmutase lo más mínimo . Aprovechando las últimas luces no nos dimos cuenta que estábamos en la zona más lejana al lugar por donde debíamos salir del agua y para colmo empezó a soplar un fuerte viento en dirección contraria provocando un molesto oleaje que nos complicó el retorno y casi salimos de noche .
El segundo día amaneció con buena luz pero ventoso y en esas condiciones se produce un gran oleaje en la laguna que dificulta muchísimo el poder encuadrar a las aves pués las ondulaciones del agua provocan un gran movimiento del hidrohide . En esta imagen de Somormujo lavanco ( Podiceps cristatus ) se puede apreciar el movimiento del agua que no impedía al ave acicalarse como si tal cosa pero a mí me costaba muchísimo hacerla entrar en el fotograma sin cortarla por algún lado .
Por la tarde cambiamos a otra laguna que previamente habíamos estudiado y comprobado que la máxima profundidad era de unos treinta y cinco centímetros y que además de lodo en el fondo había muchos escombros ... cuando la inteligencia humana no dá para más, se hacen cosas así .
En el centro de la laguna había un numeroso grupo de Flamencos ( Phoenicopterus ruber ) hasta que algún gracioso lanzó un escandaloso petardo que provocó que se alejaran hasta el final de la laguna .
Al quedarse vacía de aves la zona donde estábamos, tuve que aventurarme por otras zonas que no habíamos examinado previamente y ello me llevó a que me quedase practicamente atascado en una zona de lodos ... el hidrohide se quedaba clavado como si fuera una ventosa y moverse unos centímetros con los casi cuarenta grados era un verdadero infierno ... como decía antes, nos pasó un poquito de todo pero disfrutamos como niños y sintiéndonos como peces en el agua .