A las 11, después de un largo viaje lleno de curvas y algún que otro “mareillo”, llegábamos a la entrada del Molino de Butrera, el grupo de 6º del colegio Padre Manjón. Qué camino tan bonito con el cañón del Ebro lleno de árboles de diferentes verdes que dejaban entrever las rocas del encañonado río.
El primer día ha sido muy emocionante: elegir nuestras literas, colocar toda nuestra ropa... A algunos nos costaba ubicarnos en la finca, aunque nos habían explicado muchas veces a qué lugares ir en cada momento.
Por la tarde comenzó un gran reto: una carrera de orientación por el bosque ayudándonos de un mapa topográfico y una brújula. Menos mal que algunos también seguíamos las indicaciones de un PR (pequeño recorrido) y que los monitores estaban escondidos por el bosque, porque en algún grupo nos emocionamos tanto que terminamos buscando un campo de fútbol imaginario.
Después de un rico bocata en el pueblo de Torme jugábamos como lo hacían nuestros abuelos: rayuela, herradura, pulso merino... Después de la cena jugamos en la velada descubriendo un tesoro en la finca y más tarde nos fuimos a dormir (algunos más que otros).
¡Qué bien nos lo hemos pasado! A ver cómo será mañana...