GRACIAS por compartirlo.
domingo, 31 de mayo de 2009
Instantes de serenidad
Enciende los altavoces y disfruta con este archivo enviado por la familia de Adrián.
Martes 26 de mayo
La emoción de la primera noche ha hecho mella en nosotros y algunos hemos dormido un poquito menos que otros. Pero al fin llegaban las ocho de la mañana y parecía que ya nos habían dado cuerda porque no nos ha costado nada levantarnos e impacientes esperábamos a que se terminaran de poner las mesas para el desayuno.
A las diez ya estábamos empezando el taller de la mañana. Unos empezábamos con fauna, aprendiendo todo sobre los rastros de los animales de la zona. Otros conocíamos los misterios de las cuevas de Ojo Guareña, subiendo luego a la cueva de la Pantarra para poner en práctica todo lo aprendido. A los que nos tocaba hidrología descubríamos a nuestros vecinos animales y nos adentrábamos en el universo acuático del Trema. Y los que hacíamos deportivo dábamos un bonito paseo en bici por los alrededores de Butrera para terminar en el canal con las ¡canoas!
A las diez ya estábamos empezando el taller de la mañana. Unos empezábamos con fauna, aprendiendo todo sobre los rastros de los animales de la zona. Otros conocíamos los misterios de las cuevas de Ojo Guareña, subiendo luego a la cueva de la Pantarra para poner en práctica todo lo aprendido. A los que nos tocaba hidrología descubríamos a nuestros vecinos animales y nos adentrábamos en el universo acuático del Trema. Y los que hacíamos deportivo dábamos un bonito paseo en bici por los alrededores de Butrera para terminar en el canal con las ¡canoas!
Después de comer un rato de tiempo libre… aunque muchos no nos hemos pensado dos veces el ir a echar una mano a la huerta. Así que hemos puesto algunos pimientos, tomates y ¡hemos sacado los puerros!, lo mejor de las labores de la huerta, ¡la cosecha!
Y aunque el día se ha mantenido con nubes y claros, al final nos hemos mantenido secos toda la jornada y por la tarde todos los grupos hemos podido rotar por los talleres que nos tocaban.
Las emociones de estos días hacen que sigamos tan nerviosos como el primer día, ¡ni siquiera el cansancio acumulado parece aplacar nuestra energía! En la velada de hoy, terminábamos el día con unos cuantos juegos con nuestras linternas en la campa, y al fin ha llegado el momento menos esperado del día… ¡cada mochuelo a su olivo! ¡A descansar!
Las emociones de estos días hacen que sigamos tan nerviosos como el primer día, ¡ni siquiera el cansancio acumulado parece aplacar nuestra energía! En la velada de hoy, terminábamos el día con unos cuantos juegos con nuestras linternas en la campa, y al fin ha llegado el momento menos esperado del día… ¡cada mochuelo a su olivo! ¡A descansar!
sábado, 30 de mayo de 2009
Los monitor@s del Molino de Butrera nos dan la bienvenida
Ya hemos vuelto de aulas de la naturaleza y os queremos contar lo bien que nos lo hemos pasado.
Aunque el cielo encapotado cubría el valle de Sotoscueva los alumnos del Padre Manjón hacíamos caso omiso de las amenazas de lluvia y bajábamos entusiasmados del autobús para conocer al fin el Molino de Butrera.
El equipo de monitores nos ha dado la bienvenida y a continuación, hemos pasado a alojarnos, nerviosos y con gran curiosidad por conocer nuestros aposentos para estos días. Algunos han conocido entonces sus habitaciones en el Molino, que les han encantado, otros deshacían sus maletas entusiasmados porque les tocaban las cabañas. Una vez instalados, las nubes nos han respetado pasando sobre nosotros sin descargar y hemos podido hacer unos cuantos juegos de presentación y luego organizarnos en grupos, cada uno con el nombre de una Merindad, Sotoscueva, Espinosa, Montija y Valdeporres.
Mientras estábamos comiendo, hemos tenido una importante visita: Jana Metalizaitor, que venía a pedirnos ayuda para salvar a su pueblo de los enormes animales y plantas mutantes tan peligrosos que viven en el futuro. Para ello, hoy nos ha propuesto idear unas peculiares esculturas haciendo volar nuestra imaginación.
Poco antes de las cuatro de la tarde, cuando nos disponíamos a salir hacia el pueblo de Torme dando un paseo, las nubes no han podido contener más todo el agua que contenían y ha comenzado a diluviar. Así que sin preocuparnos mucho hemos cambiado los planes para realizar diferentes actividades en grupos, y mientras unos realizábamos tiro con arco resguardados de la lluvia, otro grupo hacíamos unos bonitos talleres, de flores y papiroflexia. Después de merendar parecía que escampaba, así que sin miedo nos hemos lanzado hacia Torme, recorriendo el bonito paseo que bordea el río Trema. Y nos ha dado tiempo para conocer un poco la vida de estos pueblos del norte de Burgos, su arquitectura, forma de vida… y entre una cosa y otra incluso de comprar algunas reservas de chuches para la semana. A la vuelta la lluvia ha vuelto a aparecer y aunque hemos conseguido librarnos del gran chaparrón nos hemos mojado un poquito. Pero sin problema porque enseguida llegábamos al molino para cambiarnos de ropa y tomar la sopa calentita que nos esperaba en el comedor.
No podíamos ocultar tantas emociones y tanta novedad y la cena ha sido bastante alborotada. Antes de irnos a dormir, hemos calmado un poco los ánimos con unas cuantas canciones alegres y otras relajantes para por fin prepararnos para ir a la cama. ¡Qué bien se está al fin en el saco después de un día tan intenso! ¡Buenas noches!
El equipo de monitores nos ha dado la bienvenida y a continuación, hemos pasado a alojarnos, nerviosos y con gran curiosidad por conocer nuestros aposentos para estos días. Algunos han conocido entonces sus habitaciones en el Molino, que les han encantado, otros deshacían sus maletas entusiasmados porque les tocaban las cabañas. Una vez instalados, las nubes nos han respetado pasando sobre nosotros sin descargar y hemos podido hacer unos cuantos juegos de presentación y luego organizarnos en grupos, cada uno con el nombre de una Merindad, Sotoscueva, Espinosa, Montija y Valdeporres.
Mientras estábamos comiendo, hemos tenido una importante visita: Jana Metalizaitor, que venía a pedirnos ayuda para salvar a su pueblo de los enormes animales y plantas mutantes tan peligrosos que viven en el futuro. Para ello, hoy nos ha propuesto idear unas peculiares esculturas haciendo volar nuestra imaginación.
Poco antes de las cuatro de la tarde, cuando nos disponíamos a salir hacia el pueblo de Torme dando un paseo, las nubes no han podido contener más todo el agua que contenían y ha comenzado a diluviar. Así que sin preocuparnos mucho hemos cambiado los planes para realizar diferentes actividades en grupos, y mientras unos realizábamos tiro con arco resguardados de la lluvia, otro grupo hacíamos unos bonitos talleres, de flores y papiroflexia. Después de merendar parecía que escampaba, así que sin miedo nos hemos lanzado hacia Torme, recorriendo el bonito paseo que bordea el río Trema. Y nos ha dado tiempo para conocer un poco la vida de estos pueblos del norte de Burgos, su arquitectura, forma de vida… y entre una cosa y otra incluso de comprar algunas reservas de chuches para la semana. A la vuelta la lluvia ha vuelto a aparecer y aunque hemos conseguido librarnos del gran chaparrón nos hemos mojado un poquito. Pero sin problema porque enseguida llegábamos al molino para cambiarnos de ropa y tomar la sopa calentita que nos esperaba en el comedor.
No podíamos ocultar tantas emociones y tanta novedad y la cena ha sido bastante alborotada. Antes de irnos a dormir, hemos calmado un poco los ánimos con unas cuantas canciones alegres y otras relajantes para por fin prepararnos para ir a la cama. ¡Qué bien se está al fin en el saco después de un día tan intenso! ¡Buenas noches!
sábado, 23 de mayo de 2009
Una semana en Butrera
Como habéis trabajado muy bien, unos mejor que otros, nos llega el premio de ir una semana a las aulas de la naturaleza de Butrera, Burgos. Salimos el lunes día 25 a las 9:15 horas.
Es el entorno perfecto para aportar a los alumnos una actividad diferente, que rompa la dinámica del curso en un entorno seguro y sin peligros añadidos. Buscamos fomentar en vosotros respeto por el entorno a través de actividades lúdicas, con más o menos contenido formativo según los objetivos que tenga el profesor al plantear la actividad.
Chicos/as, nos lo vamos a pasar muy bien y vuestro comportamiento va a ser excelente. De eso estoy completamente segura.
jueves, 21 de mayo de 2009
A imagen y semejanza
Samuel, hermano de Nazaret, nos invita a disfrutar con los cuentos de Mario Benedetti. Nos ha hecho un trato y yo he aceptado.
Aquí tenéis uno muy interesante sacado de "Biblioteca Digital Ciudad selva" para que reflexionéis escribiendo comentarios sobre el mismo. Su título es "A imagen y semejanza".
Era la última hormiga de la caravana, y no pudo seguir la ruta de sus compañeras. Un terrón de azúcar había resbalado desde lo alto, quebrándose en varios terroncitos. Uno de éstos le interceptaba el paso. Por un instante la hormiga quedó inmóvil sobre el papel color crema. Luego, sus patitas delanteras tantearon el terrón. Retrocedió, después se detuvo. Tomando sus patas traseras como casi punto fijo de apoyo, dio una vuelta alrededor de sí misma en el sentido de las agujas de un reloj. Sólo entonces se acercó de nuevo. Las patas delanteras se estiraron, en un primer intento de alzar el azúcar, pero fracasaron. Sin embargo, el rápido movimiento hizo que el terrón quedara mejor situado para la operación de carga. Esta vez la hormiga acometió lateralmente su objetivo, alzó el terrón y lo sostuvo sobre su cabeza. Por un instante pareció vacilar, luego reinició el viaje, con un andar bastante más lento que el que traía. Sus compañeras ya estaban lejos, fuera del papel, cerca del zócalo. La hormiga se detuvo, exactamente en el punto en que la superficie por la que marchaba, cambiaba de color. Las seis patas hollaron una N mayúscula y oscura. Después de una momentánea detención, terminó por atravesarla. Ahora la superficie era otra vez clara. De pronto el terrón resbaló sobre el papel, partiéndose en dos. La hormiga hizo entonces un recorrido que incluyó una detenida inspección de ambas porciones, y eligió la mayor. Cargó con ella, y avanzó. En la ruta, hasta ese instante libre, apareció una colilla aplastada. La bordeó lentamente, y cuando reapareció al otro lado del pucho, la superficie se había vuelto nuevamente oscura porque en ese instante el tránsito de la hormiga tenía lugar sobre una A. Hubo una leve corriente de aire, como si alguien hubiera soplado. Hormiga y carga rodaron. Ahora el terrón se desarmó por completo. La hormiga cayó sobre sus patas y emprendió una enloquecida carrerita en círculo. Luego pareció tranquilizarse. Fue hacia uno de los granos de azúcar que antes había formado parte del medio terrón, pero no lo cargó. Cuando reinició su marcha no había perdido la ruta. Pasó rápidamente sobre una D oscura, y al reingresar en la zona clara, otro obstáculo la detuvo. Era un trocito de algo, un palito acaso tres veces más grande que ella misma. Retrocedió, avanzó, tanteó el palito, se quedó inmóvil durante unos segundos. Luego empezó la tarea de carga. Dos veces se resbaló el palito, pero al final quedó bien afirmado, como una suerte de mástil inclinado. Al pasar sobre el área de la segunda A oscura, el andar de la hormiga era casi triunfal. Sin embargo, no había avanzado dos centímetros por la superficie clara del papel, cuando algo o alguien movió aquella hoja y la hormiga rodó, más o menos replegada sobre sí misma. Sólo pudo reincorporarse cuando llegó a la madera del piso. A cinco centímetros estaba el palito. La hormiga avanzó hasta él, esta vez con parsimonia, como midiendo cada séxtuple paso. Así y todo, llegó hasta su objetivo, pero cuando estiraba las patas delanteras, de nuevo corrió el aire y el palito rodó hasta detenerse diez centímetros más allá, semicaído en una de las rendijas que separaban los tablones del piso. Uno de los extremos, sin embargo, emergía hacia arriba. Para la hormiga, semejante posición representó en cierto modo una facilidad, ya que pudo hacer un rodeo a fin de intentar la operación desde un ángulo más favorable. Al cabo de medio minuto, la faena estaba cumplida. La carga, otra vez alzada, estaba ahora en una posición más cercana a la estricta horizontalidad. La hormiga reinició la marcha, sin desviarse jamás de su ruta hacia el zócalo. Las otras hormigas, con sus respectivos víveres, habían desaparecido por algún invisible agujero. Sobre la madera, la hormiga avanzaba más lentamente que sobre el papel. Un nudo, bastante rugoso de la tabla, significó una demora de más de un minuto. El palito estuvo a punto de caer, pero un particular vaivén del cuerpo de la hormiga aseguró su estabilidad. Dos centímetros más y un golpe resonó. Un golpe aparentemente dado sobre el piso. Al igual que las otras, esa tabla vibró y la hormiga dio un saltito involuntario, en el curso del cual, perdió su carga. El palito quedó atravesado en el tablón contiguo. El trabajo siguiente fue cruzar la hendidura, que en ese punto era bastante profunda. La hormiga se acercó al borde, hizo un leve avance erizado de alertas, pero aún así se precipitó en aquel abismo de centímetro y medio. Le llevó varios segundos rehacerse, escalar el lado opuesto de la hendidura y reaparecer en la superficie del siguiente tablón. Ahí estaba el palito. La hormiga estuvo un rato junto a él, sin otro movimiento que un intermitente temblor en las patas delanteras. Después llevó a cabo su quinta operación de carga. El palito quedó horizontal, aunque algo oblicuo con respecto al cuerpo de la hormiga. Esta hizo un movimiento brusco y entonces la carga quedó mejor acomodada. A medio metro estaba el zócalo. La hormiga avanzó en la antigua dirección, que en ese espacio casualmente se correspondía con la veta. Ahora el paso era rápido, y el palito no parecía correr el menor riesgo de derrumbe. A dos centímetros de su meta, la hormiga se detuvo, de nuevo alertada. Entonces, de lo alto apareció un pulgar, un ancho dedo humano y concienzudamente aplastó carga y hormiga.
Aquí tenéis uno muy interesante sacado de "Biblioteca Digital Ciudad selva" para que reflexionéis escribiendo comentarios sobre el mismo. Su título es "A imagen y semejanza".
Era la última hormiga de la caravana, y no pudo seguir la ruta de sus compañeras. Un terrón de azúcar había resbalado desde lo alto, quebrándose en varios terroncitos. Uno de éstos le interceptaba el paso. Por un instante la hormiga quedó inmóvil sobre el papel color crema. Luego, sus patitas delanteras tantearon el terrón. Retrocedió, después se detuvo. Tomando sus patas traseras como casi punto fijo de apoyo, dio una vuelta alrededor de sí misma en el sentido de las agujas de un reloj. Sólo entonces se acercó de nuevo. Las patas delanteras se estiraron, en un primer intento de alzar el azúcar, pero fracasaron. Sin embargo, el rápido movimiento hizo que el terrón quedara mejor situado para la operación de carga. Esta vez la hormiga acometió lateralmente su objetivo, alzó el terrón y lo sostuvo sobre su cabeza. Por un instante pareció vacilar, luego reinició el viaje, con un andar bastante más lento que el que traía. Sus compañeras ya estaban lejos, fuera del papel, cerca del zócalo. La hormiga se detuvo, exactamente en el punto en que la superficie por la que marchaba, cambiaba de color. Las seis patas hollaron una N mayúscula y oscura. Después de una momentánea detención, terminó por atravesarla. Ahora la superficie era otra vez clara. De pronto el terrón resbaló sobre el papel, partiéndose en dos. La hormiga hizo entonces un recorrido que incluyó una detenida inspección de ambas porciones, y eligió la mayor. Cargó con ella, y avanzó. En la ruta, hasta ese instante libre, apareció una colilla aplastada. La bordeó lentamente, y cuando reapareció al otro lado del pucho, la superficie se había vuelto nuevamente oscura porque en ese instante el tránsito de la hormiga tenía lugar sobre una A. Hubo una leve corriente de aire, como si alguien hubiera soplado. Hormiga y carga rodaron. Ahora el terrón se desarmó por completo. La hormiga cayó sobre sus patas y emprendió una enloquecida carrerita en círculo. Luego pareció tranquilizarse. Fue hacia uno de los granos de azúcar que antes había formado parte del medio terrón, pero no lo cargó. Cuando reinició su marcha no había perdido la ruta. Pasó rápidamente sobre una D oscura, y al reingresar en la zona clara, otro obstáculo la detuvo. Era un trocito de algo, un palito acaso tres veces más grande que ella misma. Retrocedió, avanzó, tanteó el palito, se quedó inmóvil durante unos segundos. Luego empezó la tarea de carga. Dos veces se resbaló el palito, pero al final quedó bien afirmado, como una suerte de mástil inclinado. Al pasar sobre el área de la segunda A oscura, el andar de la hormiga era casi triunfal. Sin embargo, no había avanzado dos centímetros por la superficie clara del papel, cuando algo o alguien movió aquella hoja y la hormiga rodó, más o menos replegada sobre sí misma. Sólo pudo reincorporarse cuando llegó a la madera del piso. A cinco centímetros estaba el palito. La hormiga avanzó hasta él, esta vez con parsimonia, como midiendo cada séxtuple paso. Así y todo, llegó hasta su objetivo, pero cuando estiraba las patas delanteras, de nuevo corrió el aire y el palito rodó hasta detenerse diez centímetros más allá, semicaído en una de las rendijas que separaban los tablones del piso. Uno de los extremos, sin embargo, emergía hacia arriba. Para la hormiga, semejante posición representó en cierto modo una facilidad, ya que pudo hacer un rodeo a fin de intentar la operación desde un ángulo más favorable. Al cabo de medio minuto, la faena estaba cumplida. La carga, otra vez alzada, estaba ahora en una posición más cercana a la estricta horizontalidad. La hormiga reinició la marcha, sin desviarse jamás de su ruta hacia el zócalo. Las otras hormigas, con sus respectivos víveres, habían desaparecido por algún invisible agujero. Sobre la madera, la hormiga avanzaba más lentamente que sobre el papel. Un nudo, bastante rugoso de la tabla, significó una demora de más de un minuto. El palito estuvo a punto de caer, pero un particular vaivén del cuerpo de la hormiga aseguró su estabilidad. Dos centímetros más y un golpe resonó. Un golpe aparentemente dado sobre el piso. Al igual que las otras, esa tabla vibró y la hormiga dio un saltito involuntario, en el curso del cual, perdió su carga. El palito quedó atravesado en el tablón contiguo. El trabajo siguiente fue cruzar la hendidura, que en ese punto era bastante profunda. La hormiga se acercó al borde, hizo un leve avance erizado de alertas, pero aún así se precipitó en aquel abismo de centímetro y medio. Le llevó varios segundos rehacerse, escalar el lado opuesto de la hendidura y reaparecer en la superficie del siguiente tablón. Ahí estaba el palito. La hormiga estuvo un rato junto a él, sin otro movimiento que un intermitente temblor en las patas delanteras. Después llevó a cabo su quinta operación de carga. El palito quedó horizontal, aunque algo oblicuo con respecto al cuerpo de la hormiga. Esta hizo un movimiento brusco y entonces la carga quedó mejor acomodada. A medio metro estaba el zócalo. La hormiga avanzó en la antigua dirección, que en ese espacio casualmente se correspondía con la veta. Ahora el paso era rápido, y el palito no parecía correr el menor riesgo de derrumbe. A dos centímetros de su meta, la hormiga se detuvo, de nuevo alertada. Entonces, de lo alto apareció un pulgar, un ancho dedo humano y concienzudamente aplastó carga y hormiga.
miércoles, 20 de mayo de 2009
Nuestros amigos de Sevilla
Los peques de "Mi clase de Infantil" nos envían este maravillos trabajo elaborado por ellos mismos.
Nos ha encantado, y queremos daros las GRACIAS
martes, 19 de mayo de 2009
¿Quién fue Mario Benedetti?
Mario Orlando Hamlet Hardy Brenno Benedetti Farugia, más conocido como Mario Benedetti (nació en Paso de los Toros un 14 de septiembre de 1920 y murió en Montevideo un 17 de mayo de 2009) fue un escritor y poeta uruguayo de la Generación del 45, a la que pertenecen también Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti. Su continua y constante producción literaria incluyó más de 80 libros, muchos de todos esos se tradujeron hasta en 20 idiomas.
Residió en Paso de los Toros junto a su familia durante sus primeros dos años de edad, para luego trasladarse con ellos a Tacuarembó por asuntos de negocios. Luego fueron víctimas de una estafa. La familia se trasladó a Montevideo, cuando Mario Benedetti tenía cuatro años de edad. En 1928 inicia sus estudios en un colegio del cual es retirado en 1933. Como consecuencia entra en otro en el que tan solo dura un año. En 1934 hace ingreso a la Escuela Raumsólica de Logosofía, ahí hace los estudios de forma incompleta a causa de los problemas económicos. Entre 1938 y 1941 vivió casi continuamente en Buenos Aires, Argentina.
En 1945 se integró al equipo de redacción del semanario Marcha, donde dentro de nueve años será nombrado director. En 1949 fue ganador del Premio del Ministerio de Instrucción Pública por su primera colección de cuentos, Esta mañana. Fue ganador del galardón en repetidas ocasiones hasta 1958, que él mismo se negó a repetirlo más veces ya que decía que había personas que también lo merecían no sólo él.
Tras el Golpe de Estado del 27 de junio de 1973, se exilia por su manera de pensar políticamente. Ya en Perú le detienen, por lo que decide marcharse a Cuba, de allí se va pronto y llega a Madrid donde está diez años. Más tarde regresa a Cuba otra vez y de allí regresa a España, pero esta vez a Palma de Mallorca. Se hace famoso en el diario "El País" esto le obliga a regresar a Madrid para instalar su residencia en aquel lugar.
Vuelve a Uruguay en 1983, iniciando el autodenominado período de "desexilio", motivo de muchas de sus obras.
En 1985 el cantautor Joan Manuel Serrat graba un disco sobre poemas de Benedetti, contando con su colaboración personal.
El 19 de noviembre de 2002 fue nombrado Ciudadano ilustre por la Intendencia de Montevideo. Éste es uno de los muchísimos premios que se llevó este hombre a lo largo de los años como poeta y escritor.
El día 17 de mayo de 2009 poco después de las 18:00h Benedetti fallece en su casa de Montevideo, a los 88 años de edad.
Residió en Paso de los Toros junto a su familia durante sus primeros dos años de edad, para luego trasladarse con ellos a Tacuarembó por asuntos de negocios. Luego fueron víctimas de una estafa. La familia se trasladó a Montevideo, cuando Mario Benedetti tenía cuatro años de edad. En 1928 inicia sus estudios en un colegio del cual es retirado en 1933. Como consecuencia entra en otro en el que tan solo dura un año. En 1934 hace ingreso a la Escuela Raumsólica de Logosofía, ahí hace los estudios de forma incompleta a causa de los problemas económicos. Entre 1938 y 1941 vivió casi continuamente en Buenos Aires, Argentina.
En 1945 se integró al equipo de redacción del semanario Marcha, donde dentro de nueve años será nombrado director. En 1949 fue ganador del Premio del Ministerio de Instrucción Pública por su primera colección de cuentos, Esta mañana. Fue ganador del galardón en repetidas ocasiones hasta 1958, que él mismo se negó a repetirlo más veces ya que decía que había personas que también lo merecían no sólo él.
Tras el Golpe de Estado del 27 de junio de 1973, se exilia por su manera de pensar políticamente. Ya en Perú le detienen, por lo que decide marcharse a Cuba, de allí se va pronto y llega a Madrid donde está diez años. Más tarde regresa a Cuba otra vez y de allí regresa a España, pero esta vez a Palma de Mallorca. Se hace famoso en el diario "El País" esto le obliga a regresar a Madrid para instalar su residencia en aquel lugar.
Vuelve a Uruguay en 1983, iniciando el autodenominado período de "desexilio", motivo de muchas de sus obras.
En 1985 el cantautor Joan Manuel Serrat graba un disco sobre poemas de Benedetti, contando con su colaboración personal.
El 19 de noviembre de 2002 fue nombrado Ciudadano ilustre por la Intendencia de Montevideo. Éste es uno de los muchísimos premios que se llevó este hombre a lo largo de los años como poeta y escritor.
El día 17 de mayo de 2009 poco después de las 18:00h Benedetti fallece en su casa de Montevideo, a los 88 años de edad.
lunes, 18 de mayo de 2009
La gente que me gusta...
En recuerdo a Mario Benedetti que ha fallecido.
Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla,
que no hay que decirle que haga las cosas,
sino que sabe lo que hay que hacer
y que lo hace en menos tiempo de lo esperado.
Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones,
la gente que no deja las soluciones al azar.
Me gusta la gente estricta con su gente y consigo misma,
pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.
Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo, entre amigos,
produce más que los caóticos esfuerzos individuales.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.
Me gusta la gente sincera y franca,
capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables.
Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza de reconocer
que no sabe algo o que se equivocó.
Me gusta la gente que al aceptar sus errores,
se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente;
a éstos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no fallece
cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente que trabaja por resultados.
Con gente como ésa, me comprometo a lo que sea,
ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.
Si quieres oír su voz, pulsa aquí.que no hay que decirle que haga las cosas,
sino que sabe lo que hay que hacer
y que lo hace en menos tiempo de lo esperado.
Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones,
la gente que no deja las soluciones al azar.
Me gusta la gente estricta con su gente y consigo misma,
pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.
Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo, entre amigos,
produce más que los caóticos esfuerzos individuales.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.
Me gusta la gente sincera y franca,
capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables.
Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza de reconocer
que no sabe algo o que se equivocó.
Me gusta la gente que al aceptar sus errores,
se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente;
a éstos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no fallece
cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente que trabaja por resultados.
Con gente como ésa, me comprometo a lo que sea,
ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.
Mario Benedetti
domingo, 17 de mayo de 2009
La guerra civil española
Si quieres completar lo estudiado en la lección 14 de Conocimiento, te recomiendo que veas este vídeo.
El cambio climático
Había una vez un oso que vivía muy contento en el polo Norte con toda su familia. Allí era todo hielo, se podía cazar muy bien sin tener que mojarse y en verano el hielo no se derretía.
Un día muy caluroso de verano una capa de hielo se partió en dos y uno de los oseznos se cayó al agua y como la madre no lo pudo agarrar, murió.
La familia de oso se entristeció mucho. La madre que estaba con él pensó que era muy raro que el hielo se partiera y convocó una reunión en una parte del polo para hablar de lo sucedido.
Al empezar la reunión la osa explicó lo sucedido. Los animales polares no se asustaron porque decían que habría sido mala suerte; sólo un pingüino viejo y sabio explicó que se trataba del deshielo. Les habló de lo que pasaba en otras partes de la Tierra y de que la capa de ozono se iba a romper. Los animales se rieron de él pensando que estaba loco y no se preocuparon del asunto.
Unos días más tarde el hielo se volvió a partir, pero esta vez mucho más seriamente, porque se partió por muchos sitios. A la gente no le preocupó pensando en una simple coincidencia. Y el sabio pingüino dijo que si no hacían nada, se acercaría su final pronto; pero la gente no le escuchó. Al cabo de cuatro días se volvió a repetir la situación, esta vez se asustaron bastante y empezaron a hacer caso al sabio pingüino. Él dijo que sus vidas dependían de los humanos.
Tres años después la cosa estaba fatal y los humanos no ponían remedio y ya perdieron la esperanza. Mientras tanto en Nueva York la sociedad Green Peace estaba recogiendo cinco mil firmas para resolver el asunto. Cuando las consiguieron pusieron una ley de que no se podría tener coches ni aviones en los aeropuertos y la NASA con un aparato intentaría arreglar la capa de ozono. Y a partir de entonces en el polo ya no hubo más problemas.
viernes, 15 de mayo de 2009
Pimientos rápidos
Para 4 personas.
INGREDIENTES:
· 1 lata de pimientos del piquillo asados.
· 1 lata de bonito en escabeche.
· 2 rebanadas de pan de molde.
· 200 dl de leche.
· 1 envase de nata líquida.
REALIZACIÓN:
Calienta la leche en un cazo y echa un poco en un plato. Pon a remojo el pan de molde en esta leche, hasta que se ablande. Escúrrelo y mézclalo con el bonito. Haz una masa compacta y ve rellenando los pimientos con ella, salvo dos.
Ponlos en una fuente y pasa a preparar la salsa. Para hacerla, bate con la batidora los dos pimientos sobrantes con la nata hasta conseguir una mezcla líquida. Riega los pimientos con esta salsa y caliéntalos antes de servirlos.
· 1 lata de pimientos del piquillo asados.
· 1 lata de bonito en escabeche.
· 2 rebanadas de pan de molde.
· 200 dl de leche.
· 1 envase de nata líquida.
REALIZACIÓN:
Calienta la leche en un cazo y echa un poco en un plato. Pon a remojo el pan de molde en esta leche, hasta que se ablande. Escúrrelo y mézclalo con el bonito. Haz una masa compacta y ve rellenando los pimientos con ella, salvo dos.
Ponlos en una fuente y pasa a preparar la salsa. Para hacerla, bate con la batidora los dos pimientos sobrantes con la nata hasta conseguir una mezcla líquida. Riega los pimientos con esta salsa y caliéntalos antes de servirlos.
Tiramisú
El tiramisú es un postre procedente de Italia. Esta receta es para ocho personas.
Ingredientes:
· 500 g de mascarpone (queso italiano)
· 5 huevos
· 100 g de azúcar
· 200 g de galletas
· 3 dl de café muy caliente
· 30 g de cacao en polvo
Preparación:
· Romper los cinco huevos, separar las claras de las yemas en dos tazones diferentes. Añadir el azúcar a las yemas y batir hasta que la mezcla blanquee y haga una cinta cuando levantemos la espátula.
· Poner el mascarpone en trozos pequeños y batir para hacer una preparación homogénea. Batir las claras de huevo a punto de nieve muy firme, con una pizca de sal.
· Incorporarlas suavemente a la preparación anterior con una espátula, mezclando de abajo hacia arriba, intentando no "desmontar" las claras.
· Verter 1/4 de la crema obtenida en el fondo de una fuente honda rectangular. Echar el café en un plato hondo. Mojar rápidamente 1/3 de las galletas y ponerlas unas al lado de las otras sobre la crema. Cubrirlas de un segundo cuarto de crema, galletas empapadas, etc... así hasta que hayamos alcanzado 4 capas de crema y 3 capas de galletas. Terminar por una capa de crema y meterla al frío por lo menos 4 horas.
· Justo antes de servir, espolvorear con cacao a través de un colador fino.
Ingredientes:
· 500 g de mascarpone (queso italiano)
· 5 huevos
· 100 g de azúcar
· 200 g de galletas
· 3 dl de café muy caliente
· 30 g de cacao en polvo
Preparación:
· Romper los cinco huevos, separar las claras de las yemas en dos tazones diferentes. Añadir el azúcar a las yemas y batir hasta que la mezcla blanquee y haga una cinta cuando levantemos la espátula.
· Poner el mascarpone en trozos pequeños y batir para hacer una preparación homogénea. Batir las claras de huevo a punto de nieve muy firme, con una pizca de sal.
· Incorporarlas suavemente a la preparación anterior con una espátula, mezclando de abajo hacia arriba, intentando no "desmontar" las claras.
· Verter 1/4 de la crema obtenida en el fondo de una fuente honda rectangular. Echar el café en un plato hondo. Mojar rápidamente 1/3 de las galletas y ponerlas unas al lado de las otras sobre la crema. Cubrirlas de un segundo cuarto de crema, galletas empapadas, etc... así hasta que hayamos alcanzado 4 capas de crema y 3 capas de galletas. Terminar por una capa de crema y meterla al frío por lo menos 4 horas.
· Justo antes de servir, espolvorear con cacao a través de un colador fino.
jueves, 14 de mayo de 2009
Callos a la vizcaína
INGREDIENTES
1/2 kg de callos
1/2 kg de pata de ternera
1/2 kg de morro
4 pimientos
1 trozo de chorizo
1 trozo de panceta
2 trocitos de pan
2 gajos de cebolla
1 guindilla picadita
Sal
PREPARACIÓN
1/2 kg de callos
1/2 kg de pata de ternera
1/2 kg de morro
4 pimientos
1 trozo de chorizo
1 trozo de panceta
2 trocitos de pan
2 gajos de cebolla
1 guindilla picadita
Sal
PREPARACIÓN
Cocer los callos un día antes, morro y pata.
Los pimientos calahorranos se ponen a remojo un día antes y se dejan con el agua que les cubra.
Al día siguiente se parten todos los callos, morro y pata, los pimientos se pasan por el pasapurés.
En una cazuela de barro se ponen unos gajos de cebollla y unos trozos de pan en aceite y que se frían, luego se pasa bien y se echa en el mismo aceite, se añade todo el pimiento ya pasado, se pone al fuego mezclando todo y poniendo un poco de sal, se remueve para mezclar y se añade una guindilla, el chorizo y la panceta en trozos con agua.
Cuando empieza a hervir se deja aproximadamente 15 minutos.
Se mueve de vez en cuando para que no se pegue.
Si se comen de un día para otro están mejor.
miércoles, 13 de mayo de 2009
Querido abuelo
Hola, me llamo Bea, tengo 20 años y os voy a contar una historia de hace 9 años. Resulta que con mi abuelo Francisco siempre me llevaba muy bien. Gracias a él había visto comer a una ardilla, beber de una gota de agua a una hormiga, a un castor hacer su casa con palos... Muchísimas cosas la mar de interesantes.
Un día el abuelo me dijo muy serio: - Mañana te voy a enseñar una cosa que te va a encantar-. Y, sin decir más, entró en su habitación y cerró la puerta.
Serían las 8:00 de la mañana cuando mi abuelo me despertó. Anduvimos una hora y media y me dijo: - Hemos llegado-. Entramos en una cueva iluminada por no sabía qué. Hasta que lo vi, era una urna y en medio flotaba una rosa con los pétalos de todos los colores del arcoiris.
Mi abuelo me explicó que cuando era pequeño se perdió en el bosque y encontró esta cueva. Él decía que esa flor era un signo de amor, cariño, amistad... y para él significaba mucho. Y sólo alguien que lo necesitara de verdad cogería la flor.
Mes y medio después ingresaron a mi abuelo. Un día fui a verlo. Le conté que el día anterior oí a un lobo aullar y que mi padre se asustó. Mi abuelo esbozó una de sus sonrisas y fue la última porque ese mismo día por la noche murió.
Para consolarme me fui a la cueva de la flor, entonces se me ocurrió una idea, no muy sensata.
Fui acercándome a la urna, las palabras de mi abuelo resonaban en mi conciencia: "Sólo aquél que lo necesitara de verdad cogería la flor", la levanté sin esfuerzo. Y la rosa se inclinó y flotó hasta mi mano.
Me fui corriendo con ella en mis manos, bien agarrada. La flor no había perdido su brillo. En cuanto llegué al cementerio planté la flor detrás de la tumba de mi abuelo para que nadie la cogiese.
Por la noche soñé que mi abuelo iba al cielo con la flor en la mano y de sus labios salía un "GRACIAS".
martes, 12 de mayo de 2009
Descripción de Lucía
Lucía es una chica de quince años. Tiene un aspecto juvenil, es baja pero muy ágil. Su cara es un poco alargada, amable, risueña e inteligente. Posee una frente estrecha y lisa. Los ojos son dulces, despiertos, tienen un color verde chispeante y su forma es almendrada. ¡Parece que sus ojos le hablan! Su pequeña nariz es fina, pero respingona. Tiene una boca bastante sonriente con unos labios finos y rosados. Tiene cuello de cisne, no es largo, pero sí elegante. Sus blancas mejillas parecen suaves. Las cejas arqueadas se encuentran separadas, son finas y de un tono castaño oscuro al igual que su largo y liso pelo. Posee unas orejas pegadas y un poco puntiagudas. las manos son blancas y firmes, con unos dedos ágiles como las manos de un pianista. Tiene una piel clara y muy lisa. Sus brazos son morenos y fuertes. Sus piernas son cortas y un poco gruesas.
Lucía muestra un carácter muy especial: es muy alegre y activa aunque en algunos momentos se pone nerviosa. En los estudios es muy responsable y trabajadora. Y con los amigos es una persona amable y atenta, con quien te diviertes y te encuentras bien siempre a su lado.
lunes, 11 de mayo de 2009
domingo, 10 de mayo de 2009
sábado, 9 de mayo de 2009
El perro guía
Todo comenzó hace unos años cuando yo nací, era un cachorro de raza Labrador Retriever, rubio con ojos marrones, buen carácter, siempre estaba contento y era muy cariñoso con las personas que me querían. Yo no era un perro de ésos que tienen de todo, sino que vivía de la calle, era un perro callejero.
Un día estaban paseando unos señores por la calle y me metieron en una bolsa, cuando me desperté estaba en una habitación con más perros; casi todos los días nos lavaban, nos peinaban, nos daban de comer, ¡parecía todo un lujo! Muy a menudo venían personas y se llevaban a algún perro, a mí nadie me cogía, por lo que me sentía un poco triste. Hasta que un día vino un niño, nos miraba a todos muy sonriente, empezó a dar vueltas hasta que se paró frente a mi jaula. "Me cogerá a mí", pensé y abrió la puerta y nos fuimos.
Después de un largo viaje me encontré con una casita muy acogedora que tenía un patio muy grande, estaba seguro de que me lo iba a pasar muy bien; pasaron los días y me iba acostumbrando a la vida de la familia, siempre era la misma rutina: primero desayunaba la familia conmigo, después se iban a trabajar y me quedaba solo en casa jugando con los peluches, luego venían a comer y pasábamos la tarde jugando, dando un paseo o viendo la tele. Cuando pasaron los años quise hacer otras cosas, no siempre lo mismo; quería servir para algo, empecé a pensar, no se me ocurría nada hasta que me vino la idea de ser un perro guía.
Mi familia descubrió que yo era un perro especial porque siempre que se perdía o pasaba algo iba yo y lo encontraba, por eso me llevaron a una tienda de adiestramiento donde me enseñaron a cuidar de la gente más necesitada, también aprendí a salvar gente que está en apuros; pasaron unas cuantas semanas hasta que aprendí a hacer todo eso, los que me enseñaban me dieron la enhorabuena y una placa "ese día fue el mejor de todos".
Me sentí muy bien al saber que yo podía salvar a los ciudadanos de este mundo, así que pasé el resto de mi existencia salvando vidas, ayudando a los que tienen discapacidades como ciegos, personas en sillas de ruedas, sordos, etc.
Ésta es mi historia, es lo que más he deseado en este mundo: salvar a la gente que más lo necesita.
Un día estaban paseando unos señores por la calle y me metieron en una bolsa, cuando me desperté estaba en una habitación con más perros; casi todos los días nos lavaban, nos peinaban, nos daban de comer, ¡parecía todo un lujo! Muy a menudo venían personas y se llevaban a algún perro, a mí nadie me cogía, por lo que me sentía un poco triste. Hasta que un día vino un niño, nos miraba a todos muy sonriente, empezó a dar vueltas hasta que se paró frente a mi jaula. "Me cogerá a mí", pensé y abrió la puerta y nos fuimos.
Después de un largo viaje me encontré con una casita muy acogedora que tenía un patio muy grande, estaba seguro de que me lo iba a pasar muy bien; pasaron los días y me iba acostumbrando a la vida de la familia, siempre era la misma rutina: primero desayunaba la familia conmigo, después se iban a trabajar y me quedaba solo en casa jugando con los peluches, luego venían a comer y pasábamos la tarde jugando, dando un paseo o viendo la tele. Cuando pasaron los años quise hacer otras cosas, no siempre lo mismo; quería servir para algo, empecé a pensar, no se me ocurría nada hasta que me vino la idea de ser un perro guía.
Mi familia descubrió que yo era un perro especial porque siempre que se perdía o pasaba algo iba yo y lo encontraba, por eso me llevaron a una tienda de adiestramiento donde me enseñaron a cuidar de la gente más necesitada, también aprendí a salvar gente que está en apuros; pasaron unas cuantas semanas hasta que aprendí a hacer todo eso, los que me enseñaban me dieron la enhorabuena y una placa "ese día fue el mejor de todos".
Me sentí muy bien al saber que yo podía salvar a los ciudadanos de este mundo, así que pasé el resto de mi existencia salvando vidas, ayudando a los que tienen discapacidades como ciegos, personas en sillas de ruedas, sordos, etc.
Ésta es mi historia, es lo que más he deseado en este mundo: salvar a la gente que más lo necesita.
viernes, 8 de mayo de 2009
Bolillas
Ésta es una receta muy sencilla, pero muy rica.
INGREDIENTES:
* 3 huevos
* 1/4 de kg de azúcar
* 3 cucharadas de manteca
* harina, lo que se necesite
* ralladura de naranja
* anises molidos
* 3 cucharadas de aguardiente
* bicarbonato, una pizca
PREPARACIÓN:
Se baten los huevos, se añade la manteca, el azúcar, la ralladura de naranja, los anises molidos, harina y se va mezclando hasta que quede una masa consistente.
INGREDIENTES:
* 3 huevos
* 1/4 de kg de azúcar
* 3 cucharadas de manteca
* harina, lo que se necesite
* ralladura de naranja
* anises molidos
* 3 cucharadas de aguardiente
* bicarbonato, una pizca
PREPARACIÓN:
Se baten los huevos, se añade la manteca, el azúcar, la ralladura de naranja, los anises molidos, harina y se va mezclando hasta que quede una masa consistente.
Con la masa obtenida se van haciendo unas bolas que se fríen en abundante aceite de girasol con una cáscara de naranja; el aceite no debe estar demasiado caliente.
Las bolas se abren según se van friendo.
¡Probadlas, os van a gustar!
jueves, 7 de mayo de 2009
Describo a mi amiga Coral
Es una chica nada tímida, más bien bastante divertida. Tiene la cara chupada, dulce y blanca; la frente es baja y fina; sus ojos ni grandes ni pequeños, son castaños y risueños; su nariz es punteaguda y fina; sus labios son como un rubí, delgados y frescos. De mejillas deshinchadas, suaves y rojas; sus cejas son arqueadas y grises. Tiene orejas pequeñas, cortas y pegadas... Sus manos son ágiles, cálidas, delicadas, finas, lisas y ligeras... tiene manos de pianista. Su piel es muy lisa, clara y bronceada; sus brazos son largos y delgados.
Tiene piernas de jirafa, largas y delgadas. Le gusta mucho la natación.
Su voz es clara aunque algunas veces acelerada.
Le encantan los dulces y en ese aspecto, tiene un defecto, que de vez en cuando, es un poco tacaña.
Cuando está deprimida su mejor pastilla es la comida, aunque no está gorda.
Es alta y delgada, su vestimenta, juvenil, nada anticuada.
Y para acabar con su descripción, sólo decir que tiene un gran CORAZÓN.
miércoles, 6 de mayo de 2009
Mi amiga Raquel
Tiene un rostro elegante, su cara es expresiva, serena y dulce. Con su mirada ya sabes lo que te dice. Su frente indica inteligencia y es fina. Sus ojos, dulces y vivos, parecen dos faroles encendidos que nunca se apagan y cada segundo parpadean como los semáforos en ámbar, son negros como el azabache. Su nariz es fina. Su boca fresca y grande con labios rosados. Las mejillas son suaves y rollizas.
Tiene un cuello estilizado y fino; sus cejas son gruesas, negras como el carbón; sus orejas finas, pegadas; las manos delicadas y bronceadas.
De piel morena y surcada, con brazos largos, ágiles y piernas largas y macizas.
Es simpática y amable, responsable, sociable, se hace amiga de todos, buena persona, es como una lona, suave y tranquila, al preguntarle algo, me responde con voz fina.
Es cortés y muy valiente. Le pides un favor y te lo hace, es obediente.
Siempre dice gracias, nos pregunta cómo estamos y si nos encontramos tristes nos anima e intenta alegrarnos.
¡Es como una madre, una gran amiga!
¡Qué suerte tengo con esta chica!
¡Qué buena compañera!
Tiene un cuello estilizado y fino; sus cejas son gruesas, negras como el carbón; sus orejas finas, pegadas; las manos delicadas y bronceadas.
De piel morena y surcada, con brazos largos, ágiles y piernas largas y macizas.
Es simpática y amable, responsable, sociable, se hace amiga de todos, buena persona, es como una lona, suave y tranquila, al preguntarle algo, me responde con voz fina.
Es cortés y muy valiente. Le pides un favor y te lo hace, es obediente.
Siempre dice gracias, nos pregunta cómo estamos y si nos encontramos tristes nos anima e intenta alegrarnos.
¡Es como una madre, una gran amiga!
¡Qué suerte tengo con esta chica!
¡Qué buena compañera!
martes, 5 de mayo de 2009
lunes, 4 de mayo de 2009
sábado, 2 de mayo de 2009
Personaje de cuento
Antonio es joven y esbelto. Bastante robusto. Ágil y muy atlético.
Su cara es expresiva, muy franca y un poco jovial. Se pueden distinguir rasgos risueños. Muchas veces se le puede notar serenidad en su cara.
Su frente es lisa y estrecha. Le da aspecto de inteligente en ciertas ocasiones, sobre todo cuando piensa en asuntos importantes.
Sus ojos son inexpresivos, como muertos, a pesar de que tienen un suave tono azul celeste. Se podría decir que están vacíos.
Su nariz es chata. Y muy, muy roja. Digamos que tiene una nariz de payaso.
Su boca es pequeña, risueña, expresiva, sonriente y tremendamente viva. Sus labios son finos como la cola de una lagartija. En definitiva, que tiene boca de piñón.
Su pelo es largo hasta el hombro. Siempre peinado. Tiene el pelo liso y rubio.
Su cuello es corto. Las mejillas son blandas, suaves y tienen un tono un poco rojizo.
Sus cejas son delgadas y separadas. Rubias como el sol de la mañana.
Su piel en general es blanca, pálida, albina... Sobre todo tonos tirando a claros más que a oscuros.
Sus brazos son robustos y bastante macizos. Sus piernas son largas, fuertes, robustas y macizas. Tiene piernas de jirafa.
A Antonio le encanta dar paseos en bici todas las tardes y así duerme plácidamente toda la noche evitando un grave problema de sueño, ya que le cuesta mucho dormir de un tirón.
Su cara es expresiva, muy franca y un poco jovial. Se pueden distinguir rasgos risueños. Muchas veces se le puede notar serenidad en su cara.
Su frente es lisa y estrecha. Le da aspecto de inteligente en ciertas ocasiones, sobre todo cuando piensa en asuntos importantes.
Sus ojos son inexpresivos, como muertos, a pesar de que tienen un suave tono azul celeste. Se podría decir que están vacíos.
Su nariz es chata. Y muy, muy roja. Digamos que tiene una nariz de payaso.
Su boca es pequeña, risueña, expresiva, sonriente y tremendamente viva. Sus labios son finos como la cola de una lagartija. En definitiva, que tiene boca de piñón.
Su pelo es largo hasta el hombro. Siempre peinado. Tiene el pelo liso y rubio.
Su cuello es corto. Las mejillas son blandas, suaves y tienen un tono un poco rojizo.
Sus cejas son delgadas y separadas. Rubias como el sol de la mañana.
Su piel en general es blanca, pálida, albina... Sobre todo tonos tirando a claros más que a oscuros.
Sus brazos son robustos y bastante macizos. Sus piernas son largas, fuertes, robustas y macizas. Tiene piernas de jirafa.
A Antonio le encanta dar paseos en bici todas las tardes y así duerme plácidamente toda la noche evitando un grave problema de sueño, ya que le cuesta mucho dormir de un tirón.
viernes, 1 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)