jueves, 28 de febrero de 2008

El Valencia está de vuelta


Por Francisco Ortí.-

El camino ha sido largo y tortuoso, pero el Valencia vuelve a parecer el equipo que un día fue. El equipo ché se reencontró consigo mismo sobre el césped del Camp Nou. La defensa, la presión y los contragolpes volvieron a ser las señas de identidad de un conjunto que ha recuperado la ilusión por hacer algo grande.

El ensayista John Chapman dijo sobre Nueva York: "El presente es tan poderoso en Nueva York que el pasado se ha perdido". No sé cuanto tendrá de cierto esta frase en relación a la ciudad estadounidense, pero en fútbol y más en el Valencia encaja a la perfección.

El presente del Valencia era tan poderoso por los malos resultados, los juicios o por los jugadores entre rejas, que se había olvidado que lo construido en anteriores temporadas. Afortunadamente, se ha reaccionado a tiempo y los valores pasados vuelven a verse reflejados en el Valencia del presente.

Villa vuelve a celebrar goles y ya no se mueve con la ansiedad que le provocaba el no ver puerta. Albiol se pareció de nuevo al defensa que conquistó a Mestalla hace dos temporadas y Banega olvidó por noventa que es un superclase para lanzarse a los pies de las estrellas azulgrana, recordando al Baraja de la primera Liga de Rafa Benítez.

Y para recordar al viejo Valencia no podía faltar un portero salvador. Como en los tiempos del mejor Cañizares, Timo Hildebrand paró todo lo que se acercó a su portería, realizando su mejor partido desde que recaló en el conjunto valencianista.

La garra y el saber sufrir eran características que se creían desaparecidas en esta Valencia, pero que en Barcelona brillaron con luz propia. El equipo ché supo pelear cada balón. Supo aguantar ante el acoso del Barcelona. Y aguardar con paciencia su oportunidad de salir al contragolpe.

Esta temporada estábamos acostumbrados a ver un Valencia que se derrumbaba a las primeras de cambio. En cuanto se le presentaba un pequeño obstáculo ya era incapaz de seguir avanzando. Pero esos tiempos parecen haber llegado a su fin y el Valencia de la garra, la entrega y el sacrificio está de vuelta.

Lo más importante es que el Valencia no saltó al césped del Camp Nou acobardado. Ni siquiera se encerró vergonzosamente atrás en los momentos en los que el Barcelona más apretaba. Ronald Koeman realizó un planteamiento defensivo, sí. Pero no plantó un cerrojazo y se sentó a esperar.

El técnico holandés tenía el partido muy estudiado y comenzó a levantar la defensa a partir del centro del campo. La consigna era no dejar jugar al Barcelona cerca del área de Hildebrand. Todos los jugadores se ayudaron entre sí y David Villa era el primero de los defensas. Mata tampoco escatimó en esfuerzos defensivos y estuvo siempre atento para ayudar a Moretti a parar a Messi.

Sólo cabía esperar que llegara la suerte en forma de algún contragolpe y así fue. El gol llegó de la mano de quien mejor representa la palabra trabajo en el Valencia: Javier Arizmendi, que le sirvió el tanto en bandeja a David Villa para que éste agigantara su fama de bestia negra del Camp Nou.

El gol final de Xavi, precedido de una mano de Eto´o, no hace más que motivar más a los ché de cara al partido de vuelta. Este Valencia ya no se desarma ante los golpes, si no que se levanta con más fuerza.

Reconciliación con la afición

El buen momento del equipo coincide con su reconciliación con Mestalla. Paradójicamente, afición y equipo terminaron de sellar las paces en un empate en Mestalla ante el Recreativo de Huelva. El Valencia no fue capaz de llevarse los tres puntos, pero la entrega del equipo fue recompensada con una ovación por parte de la grada al final de los noventa.

El generoso aplauso no hace más que demostrar que a la afición se le convence antes con entrega y lucha que con resultados aburridos. El lobo no es tan fiero como lo pitan ni la afición valencianista tan exigente como quieren hacer creer por pitar a Quique Flores. Sólo hacía falta divertirla.

Ronald Koeman lo dejó claro en la rueda de prensa posterior al encuentro: "El aplauso de la afición habla por sí sólo". El Valencia ha recuperado su mejor activo: la ilusión de la afición.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Opinión: Ronaldo, el futbolista manada

Por Francisco Ortí.-

Romario era un futbolista de dibujos animados, el Santiago Bernabéu infundía un miedo escénico a sus visitantes, Ronaldo era en sí mismo una manada descontrolada que atacaba con fuerza el marco rival. Las tres comparaciones se las debemos al versátil Jorge Valdano –futbolista, entrenador, periodista, profesor y no sé cuantas cosas más- que acertó de pleno al describir como "efecto manada" las sensaciones que provocaba Ronaldo en los adversarios.

Como muchos otros brasileños el fútbol de Ronaldo se crió en las Favelas, y como muchos otros delanteros eligió el PSV Eindohven para hacer escala con destino a un grande de Europa. En Barcelona aterrizó un joven de sonrisa tímida y desproporcionada, que no tardó mucho en ganarse el corazón de una afición de paladar exquisito como la azulgrana. Su elástica en la Supercopa de España ante el Atlético de Madrid fue la primera obra de arte de un jugador que a final de ese año se habría en la imagen mundial del fútbol.

Conocido inicialmente como Ronaldinho, pronto pasó a rebautizarse como Ronaldo, su peso –tanto futbolístico como, posteriormente, físico- le impedía continuar adjuntando un diminutivo a su nombre, podría decir adiós al fútbol, a causa de una grave lesión de rodilla, sin haber superado su gran asignatura pendiente: la Copa de Europa.

Los dos Ronaldos

Para hablar de la carrera de Ronaldo habría que separarla en dos partes bien diferenciadas por una frontera de incontables puntos que atraviesa su rodilla derecha. Hay dos Ronaldos, el anterior a sus dos graves lesiones de rodilla y sus sucesivas operaciones, y el posterior.

Si tuviera que elegir uno de los dos me quedaría con el primero (cómo me quedaría con el Maradona del Nápoles, el Zidane de la Juventus o el Adriano de su segundo año en el Inter. Cuestión de gustos, supongo). Me quedaría con el Ronaldo que se pudo disfrutar durante su único año en el Barcelona.

Era un Ronaldo poco participativo –eso nunca ha cambiado- pero con una velocidad endiablada y una fuerza inhumana. Rasgos a los que había que sumarle una definición letal. Los defensas temblaban cuando el delantero con físico de velocista les encaraba. Frenarlo era cuestión de soltar una patada a tiempo y rezar para que no te la partiera.

Dejó jugadas para el recuerdo. Ante el Valencia el iletrado futbolista puso en duda las arduas investigaciones sobre el espacio-tiempo y se coló por un resquicio inexistente entre dos defensas ché que jamás que aguantaron con incredulidad la bronca del sargento Ranieri por no haber levantado más violentamente la pierna.

Por supuesto, no se puede dejar pasar la ópera prima de Ronaldo: el gol al Santiago de Compostela en San Lázaro. Este tanto, que merece la categoría de obra de arte, tomó como modelo el gol de Maradona a Inglaterra pero dejando atrás la sutilidad del Diego para aderezarlo con un instinto animal incontrolable. Esa noche en San Lázaro, Ronaldo terminó de convertirse en el dios del fútbol del momento.

Luego está el otro Ronaldo. El que regresó de la muerte futbolística tras superar dos graves lesiones. Era un Ronaldo muy distinto. Su sprint continua siendo endiablado, pero de menos recorrido. El área se convirtió en su hábitat natural, donde podía explotar al máximo su letal definición.

Esta segunda versión de Ronaldo comenzó a dar sus pasos en el Mundial del 2002 donde volvió a ser el jugador decisivo y mediático de su primera época, aunque el pelo que lucía –más vale olvidarlo- no le ayudaba demasiado. Abandonó el Inter por la puerta de atrás, sin haber levantado el Scudetto, para pasar a enfundarse la galáctica camiseta del Real Madrid de Florentino Pérez.

En el Santiago Bernabéu vivió su etapa más fructífera como profesional, en lo que a títulos se refiere. Tampoco tardó en ganarse al teatro blanco y marcó su primer gol a los pocos minutos de debutar. Sin embargo, vivió una relación de amor odio con la afición merengue, que le señalaba por su exceso de peso y sus sonadas celebraciones de cumpleaños.

Pasados los años y con varios títulos a las espaldas, la Copa de Europa continuaba brillando por su ausencia en la sala de trofeos particular de Ronaldo. Por eso mismo, tomó de nuevo un vuelo Madrid-Milán, pero esta vez para vestir de rossonero a las órdenes de Carlo Ancelotti y su corte de veteranos hambrientos de títulos.

El Milan sí ganó la Copa de Europa esa temporada, pero Ronaldo lo tuvo que ver desde la grada, puesto que ya había disputado minutos en esa competición con el Real Madrid. En San Siro también comenzó con buen pie e incluso estuvo a punto de repetir la jugada de Compostela –milagro cortesía del Milan Lab-.

Ronaldo estaba recuperando su mejor tono físico y afrontaba la presente temporada con ilusión, pero varios problemas musculares le impidieron arrancar y finalmente llegó la fatídica lesión de rodilla. Los mejores pronósticos prevén nueve meses de baja. Ronaldo vuelve a mirar de frente a la muerte deportiva. ¿Conseguirá burlarla de nuevo?

Foto: Goal.com

jueves, 7 de febrero de 2008

El lado azzurri de Camerún

Por Francisco Ortí.-

Los leones indomables son desde hoy los leones azzurri. Camerún dio un recital de fútbol cínico y defensivo con el que anuló a la hipermusculada Ghana. Los cameruneses, al más puro estilo italiano, se meten en la final de la Copa de África después de protagonizar una primera fase que rozó el suspenso, pero jugando con seriedad en los momentos clave.

Ghana era la invitada estrella a esta fiesta. El ser anfitriona le otorgaba el protagonismo. Camerún no era más que un mero espectador, que acabó reclamando lo que merecía por derecho. Las estrellas negras acabaron estrelladas contra las fauces de los hambrientos leones indomables.

La primera mitad dejó más sombras que luces. El potente despliegue físico de ambos equipos en defensa hacía imposible que la transición del balón fuera fluida. Las pérdidas de balón y las interrupciones se convirtieron en una constante.

Por supuesto, con este panorama las ocasiones brillaron por su ausencia. Un cabezazo desviado de Addo fue el único bagaje ofensivo de Ghana, que vio como Agogo, su hombre más adelantado, estaba totalmente por el buen marcaje del veterano Song.

De Camerún tampoco hubo noticias en ataque. Su dosis de peligro se limitaba a las acciones de balones parados y en ese arte Geremi tiene el monopolio de Camerún. No tuvo desperdicio el misil que lanzó el centrocampista del Newcastle, estrellando el balón con gran violencia contra la misma escuadra.

Ghana se vuelca

Tras el descanso las prisas comenzaron a guiar el juego de Ghana, que convirtió el partido en un acoso y derribo contra el área camerunesa. Kameni no podía ni tomarse un respiro antes las constantes acometidas de los ghaneses y Song debía multiplicarse ante la poca ayuda que le ofrecía Bikey.

El monólogo ghanés parecía no tener fin y ya se mascaba el gol de Ghana. Las estrellas negras lo intentaban de todas las maneras posibles, pero el gol no llegaba. Muntari probó suerte a balón parado. No lo consiguió. Más tarde, Gyan si acertó entre los tres palos, pero la cabeza de Geremi apareció oportuna para desviar el balón a córner.

El campo parecía inclinado hacia la portería de Kameni y el balón sólo rodaba en un sentido. Ghana tenía el partido totalmente controlado. Pero, de repente, apareció un invitado con el que nadie contaba: Alain Nkong. El centrocampista, que apenas había jugado minutos durante el torneo y se limitaba a rellenar dignamente las convocatorias, saltó al campo y se convirtió en el nuevo héroe de Camerún al culminar un contragolpe letal.

Aunque Nkong no estuvo sólo en su aventura de reventar la fiesta a los ghaneses. Contó con la ayuda del gran Samuel Eto´o, hasta ahora invisible, que se inventó un genial pase al primer toque para dejar sólo al voluntarioso Nkong.

A partir de ese momento, Camerún se encerró, más si cabe, en su área, y abusó, todavía más sí, de los balones largos. No hacía falta jugar. Lo importante era defender esa ventaja que tanto había costado conseguir. Ghana, con mucho músculo y escasa imaginación, intentó derribar la defensa camerunesa a base de fuerza, pero el muro ni se movió.

Lo más destacado de los minutos finales fue la expulsión de Bikey, que puede ser calificada como la más tonta de la historia. El defensa, preso de los nervios, empujó con violencia a un camillero, que demasiada prisa para sacar a un compañero que fingía sobre el césped.

Pese a la tontería de Bikey, la defensa de Camerún aguantó estoicamente los minutos finales y se ganó el pase a la final de la Copa del África. Los leones indomables vuelven a rugir con fuerza.

Foto: Goal.com

miércoles, 6 de febrero de 2008

Luís Aragonés, el seleccionador 'muerto'

Por Ander Barroso.-

Puedo parecer un tanto pesado, pero los últimos acontecimientos me dan la razón. Luís Aragonés tiene los días contados en la selección y a día de hoy, considero que se encuentra en una situación poco cómoda tanto de puertas para dentro como de puertas para fuera. No tengo ninguna duda de que la Federación le está haciendo la cama filtrando informaciones confidenciales a algunos medios de comunicación, mientras que ahora tiene muchos más detractores que antes.

Todo esto lo confirma la actitud del todavía seleccionador español. Durante la primera fase del Mundial y con la selección cosechando buenos resultados, Aragonés se mostró como un tipo correcto y con sentido de humor. Sin embargo, sus días en la selección se acaban y esto está provocando que su personalidad haya cambiado por una más grotesca. Él lo hace por defensa propia y sin saber que está perjudicando al combinado que dirige.

Sus últimas declaraciones, un día antes de medirse a Francia, confirman el divorcio entre el seleccionador y el presidente de la Federación, Ángel María Villar: "Lo que deberían hacer es despedirme, no sé si se atreverán. Han pensado cosas que a mí no me parecen las más adecuadas. La Federación tiene un responsable de todo esto que es el presidente", señaló Aragonés.

En lo único que coincido con el ‘Sabio de Hortaleza’ es en el hecho de que es poco probable que a cuatro meses de la Eurocopa se atrevan a echarle. Principalmente, porque sin Aragonés, las culpas de un hipotético fracaso recaerían en Villar. Por eso, parece poco probable que la selección esté en manos de otro entrenador que no sea Luís en la cita del mes de junio.

Ni el éxito salvaría a Aragonés de su marcha, que también ve adecuada su marcha. Sería estupendo que después de una fase de clasificación discreta, España cumpliese con nota en la Eurocopa. Nivel no falta para ello por lo que no se puede descartar nada, aunque será muy complicado que ocurra, si Luís sigue a lo suyo. Ojalá me equivoque y el ‘Sabio de Hortaleza’ demuestre de verdad que no está acabado. Ahora mismo, le veo más ‘muerto’ que vivo.

lunes, 4 de febrero de 2008

Luis Fabiano no descansa

Por Ander Barroso.-

Luis Fabiano se consolidó hace unos meses como el futbolista más determinante de este Sevilla y se convirtió en el delantero más peligroso del equipo hispalense. La contundencia de Kanouté, el talento natural de Koné y la movilidad de Chevantón han quedado en un segundo plano. Ahora, el sevillismo vibra con los goles del máximo goleador del campeonato.

Con los dos que marcó frente al Recreativo, son ya dieciséis los tantos que Luis Fabiano suma en Liga. El brasileño superó hace tiempo el que hasta esta temporada había sido su registro más positivo de goles anotados en el fútbol español y ahora aspira a acabar la Liga como máximo goleador. Al paso que va, será complicado que alguien le pille, puesto que supera el promedio de un tanto por partido, al haber marcado dieciséis goles en quince partidos.

En el Nuevo Colombino, el Sevilla sumó tres puntos más que le acercan a los puestos de arriba. Los hombres de Manolo Jiménez tuvieron mucho más pegada que el Recre, especialmente en los contragolpes, dónde la velocidad de Luis Fabiano mató a la defensa rival. El brasileño aprovechó su inteligencia para anticiparse a la defensa onubense en muchas acciones.

El primer tanto del ex del Oporto fue el típico tanta que marca un delantero rápido y pillo. Luis Fabiano le ganó la cartera a un irreconocible Cáceres para posteriormente encarar a Sorrentino y batirle con una perfecta vaselina aprovechando el bote del balón. El brasileño fue el líder del asalto del Sevilla al Recre que este lunes ha despedido al que fuera su técnico, Víctor Muñoz.

Sin embargo, Luis Fabiano siguió a lo suyo y subió al marcador un tanto más, el cuál fue muy determinante en el partido, puesto que sin él, el Sevilla sólo hubiese empatado. Algo con lo que hubiese vuelto a dar un paso atrás en sus metas por regresar a la cabeza. Sin ser el equipo de la pasada temporada, el cuadro hispalense todavía opta a algún puesto europeo merced al impresionante nivel de forma del ex del Oporto.


Foto: Goal.com

domingo, 3 de febrero de 2008

El empollón de los banquillos

Por Francisco Ortí.-

El entrenador más empollón de la Liga volvió a sacar partido de su inteligencia táctica para conducir al Almería a la victoria ante el Real Madrid en el estadio Juegos del Mediterráneo y sumar su cuarto triunfo consecutivo en la Liga.

Unai Emery hincó los codos durante la semana para estudiar a fondo como vencer al Real Madrid y en el examen del sábado obtuvo matrícula de honor. El técnico sacó punta a los defectos de un Real Madrid que parecía imbatible para pasarle por encima.

Schuster dio entrada a Guti para dotar de creatividad al centro del campo blanco, pero Emery lo tapó con Juanito y ahí se acabó el Real Madrid. Además, el buen trabajo de Bruno y Mané cerrando las bandas evitaron que Robinho pudiera sorprender para ejercer de salvador madridista.

Emery mostró, de este modo, a los demás equipos que el Real Madrid no es ni mucho imbatible y que tiene puntos débiles como cualquier otro equipo mortal. El estudioso técnico dio un repaso táctico a Schuster, que no tuvo reacción al planteamiento del Almería. Y esta vez ni Casillas pudo echar una mano al alemán.

Con la victoria ante el Real Madrid, el Almería suma su cuarto triunfo consecutivo en Liga y se acerca a los puestos de ascenso. Además, Emery ha encontrado a su propio Casillas en Diego Alves, que ha cerrado su portería en los últimos cuatro encuentros realizando grandes paradas.

Foto: Goal.com