Wednesday, December 21, 2011

ricardo arjona, poeta renacentista


un soneto (siglo XVI), hermano del gran poeta guatemalteco:

¡Qué alegres son al triste enamorado
las iras de su dama con blandura!
Aquel: “¿Estáis en vos? ¡Qué gran locura!”
Aquel: “¡Quitaos dahí, desvergonzado!”

El santiguarse: “¿Cómo habéis entrado?”
El argüir la fama con cordura,
el tierno desmayar y la dulzura
de aquel: “¡Ash, que lo oirán, ash, que es pecado!”

El falso defenderse, el maleficio,
las lágrimas, el “¡ay!”, el “Yo os prometo”,
el “Creo que me engañáis como enemigo”.

Aquel: “¿Dó estaba yo? ¿Tengo juïcio?”
Aquel: “¡Cuál me dejáis! Tened secreto.”
No hay mal que tanto bien traiga consigo.

y, claro, esto:


Monday, December 19, 2011

luis alberto de cuenca : contra canciones de opósitos

Me he pasado la vida conciliando contrarios.
Pensando: bien y mal no son tan diferentes,
sí es muchas veces no, mi amiga es mi enemiga,
el placer duele tanto que parece dolor
y los días de fiesta son días de fastidio.
Me he pasado la vida tiritando en agosto
y muriendo de sed al lado de la fuente.
Pero esto se acabó. No quiero que la risa
se disfrace de llanto, ni que los besos hieran,
ni que la muerte salve, ni que el sol del verano
sea en el fondo sombra y océano el desierto.
Quiero volver atrás, al tiempo en que las cosas
no eran tan complicadas, y el amor no era odio
y la nieve era nieve, y la paz y la guerra
eran palabras únicas, distintas, inequívocas,
y no la doble cara de un mismo aburrimiento.

Friday, December 09, 2011

luis vicente aguinaga : entre dos coches

Entre dos coches
acaso mal estacionados, o bien, o no me importa,
paso apenas, ladeándome,
y alcanzo el otro lado de la calle
al alcanzarte a ti, que me llamabas
desde que no había coches, o calles, o no tendría por qué importarnos.

Dos coches. Bien o mal
habrá quien los encienda, los conduzca,
se deje conducir sobre sus ruedas
y llegue aquí, diciéndose: “Llegamos”. / Uno y otro
llegaron tal vez juntos, juntos
habrán salido de la misma casa
o se habrán desprendido, hace un millón de años,
de un mismo hierro primigenio.
Por eso tan reunidos.

Por eso, junto a ti,
sin calle, o sí, o ya no me importa,
espero que no dejes de llamarme.

Wednesday, December 07, 2011

luis antonio de villena : tú que eres hoy del mundo fresco adorno

a S.

Es el Tiempo quien nos obliga a todo esto.
Y para nosotros dos falta, quizá, bien poco.
Pero yo espero aún que no venga ese día,
en que visitando un pueblo del extremo
occidente –diez años, no más, para llegar a ello–
tendría que fingir no conocerte.
Junto a ti prole sana, casa con radiador,
y cerca, una taberna. Y sabe Dios qué elemental
desastre en la sonrisa (Pasa, ven, bebe un vaso de vino)
ocultando el esplendor antiguo que yo amara:
El cuerpo más hermoso con el color del sol,
y esos ojos donceles tan inmensos y negros
como la noche aquella en que dormimos juntos
y creímos eterna tanta fugaz pasión de camaradas.

Saturday, December 03, 2011

vicente gallego : échale a él la culpa

A José María Álvarez y Carmen Marí

Hoy te has ido de fiesta con amigas,
y sin que tú lo sepas me regalas
un tiempo de estar solo que ya empieza
a ser raro en mi vida, un tiempo útil
para intentar pensar en ti como si fueras
lo que siempre debiste seguir siendo
cuando pensaba en ti: aquella persona,
en todo semejante a cualquier otra,
que una noche lejana tuvo el gesto
generoso y extraño de entregarme su amor.
Pero el amor nos cambia, nos convierte en espías
ridículos del otro, en implacables jueces
que condenan sin pruebas y comparten
sus estúpidas penas con el reo.
El amor nos confunde y trata ahora
de que vea en tu fiesta una traición.

Por huir de esa trampa me amenazo
con los nombres que cuadran al que cae en su vacío:
egoísta, ridículo, inseguro, celoso…
Y como un ejercicio de humildad pienso en ti
divirtiéndote sola: te imagino bailando;
y mirando a otros hombres;
al calor del alcohol
confiesas a una amiga algunas cosas
que te irritan de mí sin que yo lo sospeche,
y por unos instantes saboreas
una vida distinta que esta noche te tienta
porque eres humana, aunque no me haga gracia.

Ahora caigo en cuenta de que dudas
como yo dudo a veces, y que también te aburres,
y que incluso algún día habrás soñado
follar como una loca con el tipo que anuncia
la colonia de moda.
Para calmarme un poco
tras la última idea, yo me digo
que el amor es un juego donde cuentan
mucho más los faroles que las cartas,
y procuro ponerme razonable,
pensar que es más hermoso que me quieras
porque existen las fiestas, y las dudas,
y los cuerpos de anuncio de colonia.

Lo que quiero que sepas es que entiendo
mejor de lo que piensas ciertas cosas,
que soy tu semejante, que he pensado besarte
cuando llegues a casa; y que es el amor
–ese tipo grotesco y marrullero–
el que va a hacerte daño con palabras
absurdas de reproche cuando vuelvas,
porque ya estás tardando, mugre puta.