Después de varios meses estudiando la posibilidad de impartir mis propios talleres de galletas glaseadas para compartir y mostrar -a todas las personas que estén interesadas-, mi propia experiencia. En Diciembre del año pasado me lancé a la aventura de hacerlos realidad.
Llegado el momento de impartir el primero (el próximo fin de semana) creo necesario contaros esta historia…
Me inicié en la decoración de las galletas con glasa real con los tutoriales de Bea Roque, los cuales están muy bien explicados y documentados con fotografías.
Todo iba bien, o por lo menos eso pensaba yo, hasta que comencé a observar que incluso después de varios días, la glasa sobre mis galletas no llegaba a endurecerse del todo, es decir, si hacía una leve presión sobre ella, la huella de mis dedos quedaba marcada…ains…ahí comencé a preguntarme que estaba haciendo mal y si realmente era así el punto final de la glasa.
Como nunca antes había visto una galleta glaseada y en la pantalla del ordenador hay muchos detalles que no se pueden apreciar por mucho que te expliquen, ya picada por el “gusanillo” de la curiosidad, en el momento que tuve la oportunidad, sin dudarlo, me fui a un curso a Madrid. En él, de la mano de Paula (con las zarpas en la masa y galletilandia), por fin pude comprobar como es realmente la textura de la glasa seca, además de otro punto significativo, que más que aprender pude comprobar, fue como contar para comprobar el punto de la glasa de delineado. Me explico, seguro que estáis cansados de leer: “cortáis la glasa y cuando al contar hasta…”, por ejemplo 5, “la huella del corte desaparece…”, si, si, cuento hasta 5 pero ¿a qué velocidad? rápida, lenta, como si fueran segundos…En fin, eso y muchas cosas más fueron las que aprendí en el curso de Paula, así que, con todo ello regresé a mi casa y: “más feliz que una perdiz” comencé a practicar y: ¡ay de mí!...¡¡¡¡Cuantos problemas me surgieron por aquel entonces con la glasa!!!!…De hecho, no creo que nadie haya tenido tantos como yo, o por lo menos no me consta haberlos visto, ni leído, por ningún otro sitio.
Intentaré ser lo más breve posible; con la glasa me ha pasado de todo, fundamentalmnte al secarse. Me quedaba porosa, o con textura pulverulenta (como si fuera polvo), sin brillo, no me subían los colores oscuros -sobre todo: el rojo y el negro-, cuando ya conseguía los tonos, me salían manchas… Cuántos S.O.S lancé: en la “blogesfera”, en flirck, incluso en foros americanos…Ni una respuesta. También hay que pensar que fue hace dos años y, por ese entonces, no estaba tan de moda el tema de glasear galletas, el caso es que, muy a mi pesar, nadie me supo ayudar, pero como no estaba dispuesta a tirar la toalla me puse a leer libros (la mayoría en inglés), a visitar blogs (sobre todo americanos), a ver videos, etc. Todo ello, junto con la práctica y la experimentación, poco a poco, me han llevado a encontrar las soluciones a mis iniciales problemas con la glasa; hoy día ya sé porque me quedaba porosa, ya sé porque me quedaba con aspecto pulvurulento, ya sé porque me salían manchas en la glasa coloreada de negro y/o rojo, ya sé porque en un determinado momento no suben los tonos -según que colores-, por mucho colorante que pongas en la glasa húmeda…
En fin, han sido tantos los problemas que he encontrado que ya solucionados me he animado a compartir mi experiencia y conocimientos, sobre la glasa y las galletas glaseadas, con todas las personas que estén interesadas en iniciarse -de mí mano-, en el glaseado de las mismas.
En este punto, hago un inciso para deciros porque las llamo galletas glaseadas en lugar de galletas decoradas. La explicación es muy simple, según mi opinión, una galleta decorada puede estarlo de muchas formas y maneras, entre los que se incluyen la propia glasa, pero una galleta glaseada, claramente, es una galleta decorada con glasa.
Tomada la decisión, toca plantearse el desarrollo de los talleres y, en principio, en mi caso, 4 horas no serán suficientes para desarrollar todo lo quiero contar, mostrar y enseñar. Pero como tampoco quiero que se alarguen más de 6, tendré que sintetizar ciertas partes, que, aunque en principio me gustaría que fueran prácticas, no queda más remedio que hacerlas demostrativas. En este caso estoy hablando, por ejemplo, de la elaboración de la masa de las galletas que yo hago. Eso sí, otras partes que considero fundamentales serán totalmente prácticas y, sirva de ejemplo: el tenido de la glasa, la preparación de las mangas pasteleras y sus posibles formas de relleno; el licuado de la glasa hasta obtener un punto óptimo para usar como glasa de inundado, el relleno de los biberones y, finalmente: el glaseado de las galletas.
Eso sí, antes de glasear galletas, es importante familiarizarse con el uso y manejo de la manga pastelera, habrá que realizar una serie de ejercicios para conseguir controlar la presión que se debe ejercer sobre la misma. El control de la presión sobre la manga te lo dará la práctica, pero se debe tener una base bien fundada para saber distinguir cuando estamos realizando un buen delineado o un simple delineado; así como un punto y un buen punto…Delinear galletas es muy fácil, pero un buen delineado de una galleta, ya no lo es tanto. En un delineado se debe conseguir que el trazo de la línea sea igual al comienzo que al final de la misma, no se deben de apreciar puntitos en ninguno de los extremos, así como tampoco se deben de ver “picos” en los puntos… ¡Vaya! Se me está yendo el hilo…jajaja…
Con todo lo contado hasta ahora en esta historia, lo que pretendo es daros una somera idea de la filosofía de mis talleres, los cuales pretendo que sean básicos pero muy, muy completos. Por eso también habrá un apartado para conocer y trabajar con alguna otra boquilla que no sean las lisas, así como para aprender alguna otra técnica a parte del simple delineado y glaseado de las galletas.
Para ir finalizando, pasemos a las galletas glaseadas, en ellas, más que una temática estacional (San Valentín, primavera, Pascua, Niños, Navidad…) creo que deben primar las técnicas a emplear, por ejemplo:
-Efecto marmolado sobre la glasa fresca, aplicación de pupurinas, delineado en relieve y pintura con colorante en polvo:
-Aplicación de puntos sobre la glasa fresca(posibles variantes). Detalles en relieve, aplicación de purpurinas, pintado de glasa con colorantes polvo.
-Técnica del barrido de la glasa de escritura, en este caso para conseguir un bonito encaje de seda ;)
-Aplicación de distintas boquillas. Posterior pintado con colorantes en gel y polvo.
-Uso de plantillas para obtener distintos dibujos y efectos sobre la glasa seca.
Aunque no lo creáis, he intentado ser lo más breve posible (me ha costado bastante…jajaja…) pero es que si me pongo a hablar de galletas glaseadas no pararía nunca, así que – finalmente-, sólo comentaros que todo lo que se muestre, comente y practique en mis talleres irá complementado por un manual de apuntes básicos, redactados por mí, y basados –insisto-, en mi propia experiencia y en la de algunas personas que me han ayudado en algún momento determinado a este respecto. El manual consta de 10 folios a una cara y en él van incluidas las recetas de las galletas que yo hago, las receta de la glasa con distintos ingredientes, recetas de glasa para distintos usos, conservación de las galletas, conservación de la glasa, usos de distintas boquillas, consejos, explicaciones, páginas wed…
Si alguien ha conseguido mantener el interés y llegar hasta aquí, y desea asistir a alguno de mis talleres, simplemente tiene que contactar conmigo en:
algomasqueunagalleta@gmail.com.
Llegado el momento de impartir el primero (el próximo fin de semana) creo necesario contaros esta historia…
Me inicié en la decoración de las galletas con glasa real con los tutoriales de Bea Roque, los cuales están muy bien explicados y documentados con fotografías.
Todo iba bien, o por lo menos eso pensaba yo, hasta que comencé a observar que incluso después de varios días, la glasa sobre mis galletas no llegaba a endurecerse del todo, es decir, si hacía una leve presión sobre ella, la huella de mis dedos quedaba marcada…ains…ahí comencé a preguntarme que estaba haciendo mal y si realmente era así el punto final de la glasa.
Como nunca antes había visto una galleta glaseada y en la pantalla del ordenador hay muchos detalles que no se pueden apreciar por mucho que te expliquen, ya picada por el “gusanillo” de la curiosidad, en el momento que tuve la oportunidad, sin dudarlo, me fui a un curso a Madrid. En él, de la mano de Paula (con las zarpas en la masa y galletilandia), por fin pude comprobar como es realmente la textura de la glasa seca, además de otro punto significativo, que más que aprender pude comprobar, fue como contar para comprobar el punto de la glasa de delineado. Me explico, seguro que estáis cansados de leer: “cortáis la glasa y cuando al contar hasta…”, por ejemplo 5, “la huella del corte desaparece…”, si, si, cuento hasta 5 pero ¿a qué velocidad? rápida, lenta, como si fueran segundos…En fin, eso y muchas cosas más fueron las que aprendí en el curso de Paula, así que, con todo ello regresé a mi casa y: “más feliz que una perdiz” comencé a practicar y: ¡ay de mí!...¡¡¡¡Cuantos problemas me surgieron por aquel entonces con la glasa!!!!…De hecho, no creo que nadie haya tenido tantos como yo, o por lo menos no me consta haberlos visto, ni leído, por ningún otro sitio.
Intentaré ser lo más breve posible; con la glasa me ha pasado de todo, fundamentalmnte al secarse. Me quedaba porosa, o con textura pulverulenta (como si fuera polvo), sin brillo, no me subían los colores oscuros -sobre todo: el rojo y el negro-, cuando ya conseguía los tonos, me salían manchas… Cuántos S.O.S lancé: en la “blogesfera”, en flirck, incluso en foros americanos…Ni una respuesta. También hay que pensar que fue hace dos años y, por ese entonces, no estaba tan de moda el tema de glasear galletas, el caso es que, muy a mi pesar, nadie me supo ayudar, pero como no estaba dispuesta a tirar la toalla me puse a leer libros (la mayoría en inglés), a visitar blogs (sobre todo americanos), a ver videos, etc. Todo ello, junto con la práctica y la experimentación, poco a poco, me han llevado a encontrar las soluciones a mis iniciales problemas con la glasa; hoy día ya sé porque me quedaba porosa, ya sé porque me quedaba con aspecto pulvurulento, ya sé porque me salían manchas en la glasa coloreada de negro y/o rojo, ya sé porque en un determinado momento no suben los tonos -según que colores-, por mucho colorante que pongas en la glasa húmeda…
En fin, han sido tantos los problemas que he encontrado que ya solucionados me he animado a compartir mi experiencia y conocimientos, sobre la glasa y las galletas glaseadas, con todas las personas que estén interesadas en iniciarse -de mí mano-, en el glaseado de las mismas.
En este punto, hago un inciso para deciros porque las llamo galletas glaseadas en lugar de galletas decoradas. La explicación es muy simple, según mi opinión, una galleta decorada puede estarlo de muchas formas y maneras, entre los que se incluyen la propia glasa, pero una galleta glaseada, claramente, es una galleta decorada con glasa.
Tomada la decisión, toca plantearse el desarrollo de los talleres y, en principio, en mi caso, 4 horas no serán suficientes para desarrollar todo lo quiero contar, mostrar y enseñar. Pero como tampoco quiero que se alarguen más de 6, tendré que sintetizar ciertas partes, que, aunque en principio me gustaría que fueran prácticas, no queda más remedio que hacerlas demostrativas. En este caso estoy hablando, por ejemplo, de la elaboración de la masa de las galletas que yo hago. Eso sí, otras partes que considero fundamentales serán totalmente prácticas y, sirva de ejemplo: el tenido de la glasa, la preparación de las mangas pasteleras y sus posibles formas de relleno; el licuado de la glasa hasta obtener un punto óptimo para usar como glasa de inundado, el relleno de los biberones y, finalmente: el glaseado de las galletas.
Eso sí, antes de glasear galletas, es importante familiarizarse con el uso y manejo de la manga pastelera, habrá que realizar una serie de ejercicios para conseguir controlar la presión que se debe ejercer sobre la misma. El control de la presión sobre la manga te lo dará la práctica, pero se debe tener una base bien fundada para saber distinguir cuando estamos realizando un buen delineado o un simple delineado; así como un punto y un buen punto…Delinear galletas es muy fácil, pero un buen delineado de una galleta, ya no lo es tanto. En un delineado se debe conseguir que el trazo de la línea sea igual al comienzo que al final de la misma, no se deben de apreciar puntitos en ninguno de los extremos, así como tampoco se deben de ver “picos” en los puntos… ¡Vaya! Se me está yendo el hilo…jajaja…
Con todo lo contado hasta ahora en esta historia, lo que pretendo es daros una somera idea de la filosofía de mis talleres, los cuales pretendo que sean básicos pero muy, muy completos. Por eso también habrá un apartado para conocer y trabajar con alguna otra boquilla que no sean las lisas, así como para aprender alguna otra técnica a parte del simple delineado y glaseado de las galletas.
Para ir finalizando, pasemos a las galletas glaseadas, en ellas, más que una temática estacional (San Valentín, primavera, Pascua, Niños, Navidad…) creo que deben primar las técnicas a emplear, por ejemplo:
-Efecto marmolado sobre la glasa fresca, aplicación de pupurinas, delineado en relieve y pintura con colorante en polvo:
-Aplicación de puntos sobre la glasa fresca(posibles variantes). Detalles en relieve, aplicación de purpurinas, pintado de glasa con colorantes polvo.
-Técnica del barrido de la glasa de escritura, en este caso para conseguir un bonito encaje de seda ;)
-Aplicación de distintas boquillas. Posterior pintado con colorantes en gel y polvo.
-Uso de plantillas para obtener distintos dibujos y efectos sobre la glasa seca.
Aunque no lo creáis, he intentado ser lo más breve posible (me ha costado bastante…jajaja…) pero es que si me pongo a hablar de galletas glaseadas no pararía nunca, así que – finalmente-, sólo comentaros que todo lo que se muestre, comente y practique en mis talleres irá complementado por un manual de apuntes básicos, redactados por mí, y basados –insisto-, en mi propia experiencia y en la de algunas personas que me han ayudado en algún momento determinado a este respecto. El manual consta de 10 folios a una cara y en él van incluidas las recetas de las galletas que yo hago, las receta de la glasa con distintos ingredientes, recetas de glasa para distintos usos, conservación de las galletas, conservación de la glasa, usos de distintas boquillas, consejos, explicaciones, páginas wed…
Si alguien ha conseguido mantener el interés y llegar hasta aquí, y desea asistir a alguno de mis talleres, simplemente tiene que contactar conmigo en:
algomasqueunagalleta@gmail.com.