Acabo de enterame del suicidio de un hombre joven de 25 años, inteligente y bello, al que la vida no le sonrió casi nunca, por circunstancias familiares, desde que nació.
No lo conocí mucho, sólo tangencialmente, pero me ha partido el corazón porque conozco un poco más al padre y éste era su único hijo al que no pudo cuidar más de cerca por la prematura quiebra de su matrimonio con la madre del chico.
No sé muchos detalles, pero me los contarán, porque uno de sus cercanos lo es mío también y eso me tiene tremendamente triste. Son vidas tan marcadas por la irresponsabilidad, por el abandono, por los malos ejemplos, por tanta cosa negativa de las familias deshechas o disfuncionales como la suya.
¿Cómo alguien puede decir que da lo mismo el tipo de familia en el que te crias? todo indica lo contrario, que sí importa, que la familia es el lugar donde se te contiene, donde tienes tu centro, donde debieras ser querido sin condiciones.....¡ay, Señor, que dolor tan grande!
Néstor Javier, que encuentres el descanso que no tuviste en tu paso por el mundo, que se te tenga en cuenta lo bueno que has hecho y el mal que dejaste de hacer y goces de la visión de Dios por toda la eternidad. Amén.