Mi madre aprendiendo a usar su tablet. Cada día avanza.
Mi vieja cumplirá 85 este próximo noviembre. Come ella dice, tiene algo resentida "la carrocería", pero la cabeza la tiene impecable y cada día aprendiendo cosas nuevas o inventandose actividades para no aburrirse con tanto tiempo libre. Escribe recuerdos para que los conservemos nosotros. También inventa cuentos para sus nietos que le he ido publicando en su blog La Pluma de Irma Rodríguez Nuss, por si quisieran ver la verdad de lo que digo.
Ahora que tiene tablet ha dado en escribirnos correos entretenidos con las últimas novedades de su casa y su pueblo, porque vive sola en el sur de Chile, a 300 kilómetros de cualquiera de nosotros, por elección propia, pues luego de que mi padre jubilara quisieron irse de la Capital y volver a su pueblo, a lo que era de mi abuela.
Me enorgullece ese espíritu de superación de la mujer que me dieron por mamá, porque no ha cejado hasta ir "domando el artilugio ese", como le gusta decir, y yo sé que le ha costado.