Ya os conté que la tarta de manzana la hice en Murcia para celebrar mi cumpleaños por adelantado con mi familia allí, pero el día de rigor me preparé otro dulce. Por cierto, el pastel de manzana ha triunfado entre mucha gente que lo ha probado, ¡qué ilusión me hace! Otra receta que vuelvo a recomendar :). Esta de hoy es para los más chocolateros, y es que tenía un antojo desde hacía tiempo de hornear una tarta de este estilo.
Ayer fue el cumpleaños de mi hermano así que se la dedico a él, que ya he perdido la cuenta de las tartas que le debo. Tengo en el blog algunas recetas ya antiguas de pasteles de cumple que hice para celebrar su día, y me da pena no poder hacerle algo dulce ahora que vivimos lejos. Espero que a partir de ahora se anime a venir a visitarme, sobre todo porque en nuestro nuevo pisito por fin tendremos habitación de invitados. Os parecerá de locos, pero ¡mis suegros aún no conocen a mi hermano!
Hablando del piso, efectivamente, ese ha sido el motivo principal de tener el blog algo abandonadito, pobre. Entre que se me ha acumulado mucho trabajo y que los temas de la obra y próxima mudanza requieren mucha dedicación, no me quedan fuerzas ni ganas para nada más. Pero ains, ¡qué ganas de que pase ya todo! Me estreso solo de pensar en empacar todo, llevar nuestra vida al nuevo hogar, comprar los muebles que nos faltan, rezar para que todo funcione y esté bien...
Y espero reconciliarme con los vecinos, que los obreros son algo brutos -y lentos- y han causado más de un estropicio en el edificio. Creo que para estrenar el horno, y la cocina, haré galletas para repartir en la comunidad, o algo así :P. En fin, que estoy ya impaciente, nerviosa, estresada y agobiada, pero con mucha ilusión. Este último mes vivo con la sensación de que estoy de paso entre una fase y otra de mi vida y siento como que me falta algo.El calor repentino no está ayudando.
En cuanto a la tarta, tenía claro que quería una base de masa quebrada con un toque rústico y que el relleno fuera de intenso chocolate pero sin abusar de grasas o azúcares añadidos. Así que ya sabéis, los paladares acostumbrados más a dulces muy dulces a lo mejor lo pueden notar poco goloso; ajustad al gusto. Yo he preferido apostar por un buen chocolate muy negro de calidad y acompañarlo de frutos del bosque bien ricos, para dar ese contraste dulce-ácido fresco que tanto me gusta. Hoy además le pondría helado o yogur griego escurrido y bien frío.
Receta de tarta de chocolate con sablée de almendra
Inspiración: mi cumpleaños, un antojo y el libro 'Pasión por el chocolate'
Ingredientes para un molde de unos 20 cm
- 100 g de mantequilla muy fría sin sal
- 150 g de harina
- 1 pizca de sal
- 50 g de almendra molida
- 8 g de azúcar
- 30 ml de agua helada
- 1 yema L
- 200 ml de nata para montar (sin lactosa)
- 50 g de leche (de soja)
- 300 g de buen chocolate negro bien intenso
- 2 yemas L
- sal gruesa en escamas (opcional)
Cortar la mantequilla en cubitos y llevarla al congelador unos minutos. Disponer en el procesador de alimentos o picadora todos los ingredientes de la masa menos el agua y la yema. Triturar en varias tandas hasta conseguir una textura de migajas.
Batir la yema con el agua ligeramente, añadir y volver a triturar. Terminar mezclando con las manos rápidamente, formar un disco compacto y envolver en plástico film. Dejar en la nevera como mínimo una hora.
Precalentar el horno a 175ºC y engrasar un molde de tarta rizado, de unos 20 cm de diámetro. Estirar la masa en una superficie limpia y ligeramente espolvoreada con harina o con almendra, o hacerlo sobre papel de hornear. Cubrir bien el molde y volver a llevar a la nevera media hora.
Tapar con papel de cocina, cubrir con pesos, arroz o legumbres secas, y hornear 15-20 minutos. Retirar el papel y dejar enfriar mientras preparamos el relleno.
Picar o rallar el chocolate. Calentar la nata con la leche y apartar justo cuando vaya a romper a hervir. Echar el chocolate y remover con suavidad hasta que se funda. Agregar las yemas y batir suavemente con las varillas manuales. Debe quedar una crema homogénea.
Verter sobre la base, dando unos golpecitos para que se distribuya bien y salgan posibles burbujas de aire. Esperar a que se enfríe un poco y luego llevar a la nevera hasta que se solidifique. Servir con escamas de sal gruesa y frutos del bosque al gusto.
¡Buen fin de semana!