El caso es que ayer por la tarde hacía un frío que pelaba y fue la ocasión elegida para ir a merendar un buen chocolate caliente, que tenía MUCHAS ganas de hacerlo. Estoy probando unas pastillas de lactasa para ocasiones así, y funcionan de maravilla. A pesar de ser temprano la chocolatería estaba a tope de gente insoportablemente gritona - había una mesa libre dentro pero era insufrible aguantar ese escándalo - así que salimos al fresco a tomar nuestros chocolates. Bueno, mi padre un café vienés porque no entiende que en España nos guste el chocolate tan espeso (él se lo pierde). Y a pesar del frío y el servicio tremendamente lento, disfrutamos de la merienda reconfortante antes de hacer nuestra ruta de belenes.
Antes de despedir el año os dejo una receta de Anisbrötli, típicamente suiza. Ya he traído galletas similares anteriormente, pues además la masa es muy parecida a la de Chräbeli, otro de mis clásicos navideños. En los últimos años se han puesto de moda las Springerle por aquí, pero yo me quedo con la versión suiza que es más simple y sin mantequilla, sólo necesita paciencia en su reposo.
La excusa de este año ha sido probar el rodillo típico con moldes que he conseguido gracias a la inestimable ayuda del genial Raúl de Contigo en la Playa. Resulta que estuvo en Alemanía este verano, consiguió el rodillo, se lo vi en instagram y claro, culo veo... Mis padres precisamente viajaban en esas fechas a Berlín y ¡lo encontraron!
Probé un poco lo loco la receta de Anisbrötli con él y la verdad es que salieron mejor de lo esperado, teniendo en cuenta el poco cuidado que tuve al ser "de prueba". Pensaba repetir la receta con más maña pero al final no tuve tiempo, y en realidad estos dulces me gustan más cuando ya tienen una o dos semanas.
Anisbrötli - Galletas navideñas de anís
Receta de ligeramente adaptada de Saisonküche
Ingredientes
- 1 cucharada de anís en grano
- 200 g de azúcar glasé
- 2 huevos L
- 1 chorrito de Kirsch (opcional) o esencia de vainilla
- 1 pizca de sal
- 300 g de harina de repostería
Tostar las semillas de anís en una sartén sin aceite, vigilando bien que no se quemen. Tienen que soltar su aroma suavemente, lo mejor es poner el fuego medio-fuerte y remover constantemente. Retirar y reservar.
Batir a velocidad media-alta los huevos con el azúcar glasé durante como mínimo 5 minutos. Es imprescindible respetar este batido largo, así que mejor usar una batidora de varillas, procurando que todo se bata bien de forma homogénea.
Añadir el anís, el Kirsch o la vainilla si usamos, y batir unos segundos más. Incorporar la sal y la harina y mezclar todo muy bien, hasta conseguir una masa suave. Tapar con un paño y dejar reposar 15 minutos. Si estuviera muy pegajosa, dejar en la nevera 30 minutos.
Tomar una porción y estirar sobre una superficie ligeramente enharinada dejando un grosor de 1 cm. Cortar las galletas con el rodillo o moldes cubiertos con un poco de azúcar glasé y colocarlas en unas bandejas de horno. Continuar hasta terminar con la masa.
Dejar reposar a temperatura ambiente y sin tapar durante toda la noche, como mínimo 12 horas. Hornear en horno precalentado a 160ºC durante unos 15 minutos. No tienen que dorarse y debería salir un "pie" en la base. Dejar enfriar sobre una rejilla.
¡Gracias Raúl!