hoy que en triste atardecer das de tu alma la fragancia Alberto Ghiraldo
La guadaña trasciende perversas celosías Al pie de la cuesta el secreto ha coqueteado con el resplandor Entonces la brisa pálida hierve cada vez que te roza Los cometas de pólvora decoran nuestra noche Durante la confusión palpitante del rebate yo protegeré a Sita Se rebalsa la orfandad cuando la horda de hambruna se reinstaura Pero la flor prevalece